A pocas horas de hacer el paseíllo en la Plaza de Toros de Pamplona, Román Collado nos recibe con su habitual sonrisa. Esta mañana ha seguido la carrera desde el balcón de su hotel, pero han sido varias las ocasiones en las que el matador valenciano ha intentado coger toro por la Estafeta. Hablamos con él sobre su vínculo con Pamplona, la exigencia de Pamplona, su afición al encierro y su temporada.
¿Ha visto el encierro de hoy?
Sí, lo he visto, me ha parecido un encierro emocionante. Hay un toro que se ha quedado rezagado. Llevábamos una dinámica de encierros monótonos y ha habido bastante emoción. Me ha recordado los encierros de antes.
Y eso supone más presión para la tarde o da igual?
Da igual, esto forma parte de Pamplona. A mí me ha gustado, la verdad.
Tengo visto que corrió el encierro de Garcigrande en 2015 y otro 2 días después…
Sí, en 2015 corrí porque era Garcigrande y Miura. Luego corrí hace dos años, bueno correr es otra, pero bueno estuve por ahí una tarde que toreé, con la de Cebada Gago. En 2023.
¿Cómo fue la experiencia de correr en Garcigrande?
Ese fue muy debut, era la primera vez que corría y me caí, o sea que mi experiencia fue muy corta (risas). Luego, ya cogí la de Miura, me subí más y sí que conseguí meterme. Pero, vamos, siempre digo que para correr de verdad hace falta estar preparado, ese de cero a cien que pasas. Una cosa es estar en el encierro y otra cosa es correrlo de verdad. Entonces, estuve ahí, me puse y me aparté cuando sentí que me quedaba solo. De hecho soy muy amigo de varios corredores. A mí me gusta el encierro, disfruto del encierro.
¿Le gustaría haber corrido algún otro encierro después de las corridas que ha matado?
Lo hice en ese de 2023, pero se me cargaron los cuádriceps una burrada, como he dicho antes hay que estar muy preparado. Llegué a la corrida con los cuádriceps cargados y dije que ya no lo volvería hacer, pero lo disfruto igual. Ayer fui al encierrillo y no lo corrí porque es muy cuesta arriba. Así que esta mañana lo he disfrutado aquí en el balcón y esta mañana he estado en lo de Toros en Familia de la Plaza de Toros. Es importante en Pamplona meterse en la fiesta.
¿Por qué elige la curva de Mercaderes para correr la primera vez que viene a correr a Pamplona?
Pensaba que era lo más fácil (risas). Pensé “cuando cojan la Curva, yo corro…”, pero me equivoqué completamente. Lo que no sabía es que lo mismo que iba a hacer yo lo hacía muchísima gente.
Y por la parte derecha, en territorio guiri prácticamente…
Yo era un guiri más (risas). Pensaba: “de Estafeta para arriba hay muy buenos corredores y no voy a poder coger toro, así que comienzo más abajo” pensando que era más fácil, pero me di cuenta que no.
¿Cree que es bueno el encierro para los toros?
Ni bueno ni malo. Al final, Pamplona no se entendería sin encierros, forma parte de esta ciudad. Lo que sí creo es que los toros en Pamplona se mueven mucho, son muy correosos. Cuesta mucho cuesta ver toro quieto.
Hay una cosa importante en Pamplona, que son las dos querencias, en Pamplona tienen dos querencias, que son la puerta del encierro y la de chiqueros.
Sí, sí, puede ser, yo los veo como muy correosos los toros.
¿Qué tal va la temporada?
Bien, está siendo una temporada buena. Es verdad que tampoco estoy toreando muchísimo, pero estoy toreando sobre todo en ferias grandes: Empecé en Valencia con los seis toros; luego en Sevilla, una oreja; en Madrid, una oreja y una vuelta al ruedo; y hoy en Pamplona.
¿Cómo afronta la tarde de hoy?
Pamplona es una plaza muy peculiar que cuesta mucho mantener la concentración. Es una plaza en la que es muy fácil irse porque sientes que, a lo mejor, la gente no te está haciendo caso y hay mucho ruido al alrededor. Entonces, eso te hace estar muy concentrado con el toro y olvidarte un poco de lo demás.
Pamplona es una Plaza con mucho ruido, pero que a veces se puede quedar en silencio…
Sí, pero es verdad que estás toreando y sientes el jaleo
¿Ese jaleo le motiva?
Ese jaleo me gusta. Pamplona tiene que ser Pamplona. Cada Plaza tiene que tener su personalidad; el problema sería que Madrid fuese como Pamplona, o que Pamplona fuese como Sevilla. A mí me gusta Pamplona como es Pamplona, es así y te exige estar muy concentrado.
¿Qué tiene de especial Pamplona?
Es una ciudad que vive por y para el toro, es una semana en la que el eje central es el toro. Hay muchos aficionados por la calle, porque al final se junta el mundo de la calle, del encierro, con la plaza; que muchas veces estamos como divididos y no entiendo muy bien por qué. Aquí se junta todo el mundo y es una semana que hay grandes aficionados.
¿Cuál es el mejor recuerdo que tienes aquí, en Pamplona?
La tarde de mi debut como matador de toros la disfruté mucho, corté una oreja. La de la novillada del 5 de julio, también corté una oreja y también disfruté. Para mí torear en la Plaza de Pamplona era mi sueño porque yo me he criado viendo los encierros y no podía imaginarme que iba a llegar a torear aquí.
Madre francesa, padre español… ¿cómo está la fiesta en ambos países?
En España estamos viendo un momento muy bueno respecto a los toros. Viene mucha gente a los toros, que es muy importante. Luego el público de Francia es muy peculiar, que hay que saber entenderlo. A mí me cuesta mucho porque es un público frío, a veces hasta que no rematas la tanda, no entra. Yo soy un torero que necesito estar en conexión con el público y por eso Francia me cuesta un poquito.
La Comunidad Valenciana es una tierra muy aficionada. Se retiró Ponce como figura valenciana, entonces, ¿se siente responsabilidad ahora mismo al ser ahora mismo el matador de toros más puntero de la Comunidad Valenciana?
La verdad que no siento responsabilidad por eso, pero lo disfruto. Aún así, estoy a años luz del maestro Ponce. Sí es verdad que siempre ha habido muchas toreros y ahora también hay otros toreros como Samuel Navalón y Nek Romero, pero es verdad que ahora mismo, en Valencia no hay ninguna gran figura y ojalá pueda estar yo algún día como grande figura, igual que lo ha habido siempre; como estuvo el Soro o Manzanares en Alicante.
¿Qué significa el toro para usted?
Es mi vida, es el animal por el que doy mi vida y por el que vivo. Desde que me levanto hasta que me acuesto estoy pensando en el toro.
¿Qué referencias tenía cuando eras pequeño?
Mi referente ha sido el Juli. Yo quería ser como él, lo que pasa que luego, cuando te metes en la profesión y vas conociendo, me fijaba mucho en César Rincón José Tomás, Morante, Perera, Castella…
¿Considera que en Madrid te tienen ese respeto ganado a pulso? ¿Considera que es torero de Madrid?
Madrid es una plaza que disfruto, en la que me he entregado mucho. He tenido mucha suerte y las cosas me han rodado ahí.
También ha visto la otra cara ahí…
Sí, también me ha tocado pagar con sangre. He tenido de todo ahí, tardes de triunfo, tardes que no han rodado las cosas. Es verdad, que son muchas orejas, son 14 orejas y Madrid es una Plaza en la que me siento a gusto, me gusta torear en Madrid. Me siento querido ahí.
¿Cómo se gestiona el miedo?
El miedo, pues fíjate, toreo esta tarde, y ahora mismo si me preguntas “¿tienes miedo?” , te diría que estoy tranquilo, que estoy a gusto, que estoy bien. A lo mejor ayer tenía más miedo, o hace una semana. El miedo va por momentos, pero ahora mismo, estoy tranquilo, porque el trabajo está hecho y lo que tenga que ser va a ser. Tienes esa responsabilidad ya que es una tarde importante y quieres dar lo máximo de ti. Eso es lo que busco.
¿Qué es San Fermín para usted?
San Fermín se puede vivir de muchas formas, no es lo mismo para todo el mundo.
¿Cómo se plantea el resto de la temporada?
Bien, ahora mismo ya no tengo ninguna feria, si dios quiere, iré a la Feria de Otoño. Me queda algún pueblo, como alrededor de 20 corridas. Me hubiera gustado poder entrar en más ferias, pero estoy contento y satisfecho. Al final, lo que quiero es que las tardes que toree no dejen indiferente a nadie.
¿Le gustan los toros que le han tocado hoy?
Sí, es un lote bastante parejo el que me ha tocado: un toro negro y un toro castaño. A priori, llevo un lote bueno.