24.6 C
Navarre
domingo, 20 julio 2025

Entrevista a David Ramírez “El Peque”: “No me podía creer que a mi edad pudiera sentir lo que llegué a sentir en la Plaza de Toros de Pamplona”

Pamplona fue testigo de su triunfo y él la sintió como nunca. A sus más de 50 años y con más de tres décadas en la cara del toro, David Ramírez “El Peque” ha alcanzado lo que él mismo describe como el momento más grande de su carrera: conquistar al público de San Fermín con sus quiebros en la mañana del 12 de julio que estuvo apoteósico. Uno de sus quiebros consiguió algo difícil en esa semana de julio, en Pamplona se hizo el silencio: David consiguió enmudecer a la plaza y levantar a miles de personas de sus asientos que se dejaron la garganta animándole y las manos aplaudiéndole.

Pero más allá de los aplausos, hay un hombre que sigue poniéndose delante con la ilusión de un niño, con el hambre intacta, con todos los sueños por cumplir y con el amor profundo por una forma de vida: El Toro y la Tauromaquia. 

Esta entrevista es un viaje por su trayectoria, su pasión, sus miedos, su mirada crítica, su amor por el público y por los pueblos. Porque si algo deja claro “El Peque” en cada palabra es que vive por y para el toro. Y que el día que ya no esté en la arena, será porque el Toro así lo quiso.

Pasen y disfruten de la sabiduría y la afición de una auténtica Leyenda viva y activa del festejo popular y de los concursos de recortadores. Pasen y lean las palabras de toda una institución en el mundo del Toro:

“Pamplona es lo más grande que me ha pasado en una Plaza de Toros.”

PREGUNTA: Antes de nada, David, enhorabuena por tu triunfo en Pamplona. ¿Qué se siente al ganar en San Fermín después de tantos años en la élite?

RESPUESTA: Muchísimas gracias, muchísimas gracias.  Sinceramente, no me podía creer que a mi edad, con mis años, pudiera sentir lo que yo llegué a sentir en la Plaza de Toros de Pamplona. Te lo prometo. Al final, crees que has pasado todo, pero ganar una plaza así tan importante, con tanta gente, que jamás había habido tanta gente.  Con todo el público a tu favor, es algo que yo, ni en mis mejores sueños lo soñaba. Es lo más grande que me ha pasado en una Plaza de Toros. 

Además, en uno de los quiebros de la final, la plaza se convirtió en un auténtico silencio, y tras el quiebro la ovación fue atronadora con todo el mundo en pie, fue brutal, ¿impresiona eso? 

Eso hay que vivirlo en primera persona para poder a hacerte un idea de lo que puede llegar a sentir una persona que sale la jugarse a la vida, el tener a la plaza ahí entregada a él… Es algo que ya te digo, que para mí, lo mejor que me ha pasado en una Plaza de Toros.  

¿Que tiene especial Pamplona?  

Creo que es la feria más popular del mundo, taurinamente hablando, muy por encima de la Plaza de Toros de Madrid o de otras muy buenas plazas que hay. Cuando viajo al Perú, por ejemplo, cuando he estado en Colombia o he estado en México o en Ecuador, la gente conoce los Sanfermines de Pamplona y a lo mejor no conoce Las Ventas, o conoce la Plaza de Toros de Las Ventas pero no relacionan con la Feria de San Isidro. Pero Pamplona sí que lo relacionan siempre con los encierros y sus toros. 

Pamplona es el toro.  

Pamplona es el toro y lo más grande que hay fuera de España, claro, es obvio que fuera de España, es Pamplona. En España, a los aficionados les hablas de los toros y lo que más les impacta es San Isidro, Madrid y San Isidro. Pero es cierto que a los taurinos, porque a los que están ahí entre Pinto y Valdemoro, que no son muy taurinos y tal, para ellos también lo que más conocen también es Pamplona.

“Soy un drogadicto de la tauromaquia, un toxicómano del toro”

Dicen que lo difícil no es llegar sino mantenerse, en tu caso llevas muchísimos años en la cara del toro, creo que son ya 32 años, ¿no es así?  

Sí, está es mi 32 temporada.  

Hay compañeros tuyos que tienen menos años que tu temporadas.  

Hay compañeros míos que son más pequeños que mi hijo (risas). 

¿Cómo se consigue mantener esa ilusión y ese hambre de salir cada día revienta calderas?

Todo eso lo hace la afición y la ilusión que tengo, que sigo manteniendo la misma afición y la misma ilusión que cuando empecé y que creo que soy un. . .  como dicen mis amigos, un drogadicto de la tauromaquia, un toxicómano de la tauromaquia (risas).  Y, muchas veces, siento que es verdad, porque mira, hoy estoy en un pueblo de Toledo para un concurso esta noche y esta mañana me he levantado a las siete de la mañana para irme al encierro de La Puebla que echaban tres vacas a las ocho de la mañana.  Me he levantado, y yo solo he cogido mi coche, y me he ido para allá para ver las vacas. Al final, le voy a tener que dar la razón a mis amigos y creo que soy un drogadicto de la tauromaquia.  

“Estoy en mi mejor momento”

¿Dirías que ahora estas en uno de tus mejores momentos?  

Pues sí, sin lugar a dudas, creo que estoy en mi mejor momento de mi vida, en todos ols aspectos y en la tauromaquia, sin lugar a dudas. El año pasado tuve una temporada extraordinaria y este año no la tengo menos.  Este año estoy en un momento disfrutando, así que sí, estoy en mi mejor momento ahora mismo.  

¿Recuerdas la primera vez que te pusiste delante de un toro?  

La primera vez que me puse delante de un toro fue en Arganda del Rey, entonces tenia 15 años. Fue un toro de una novillada que se había quedado en la calle 40 minutos y que no eran capaces de subirle pa’ arriba. Cuando llegó a la Plaza iba el “hombre” exhausto: el toro iba reventado con la boca abierta. Recuerdo que tenía 15 años y con un sombrero de paja en la mano pasé por delante de la cara a dos metro del toro, pero para mí aquello era grandioso. Entonces había, bueno todavía lo sigue habiendo, un sitio en la calle donde ponen y venden las fotos que echan en las fiestas, cuando vi aquella foto para mí era algo increíble. 

“Los niños son la parte esencial y el relevo generacional de la Tauromaquia”

¿Como nació tu afición?  

Tengo la gran suerte de ser de un pueblo muy taurino como es Arganda del Rey, donde aquí se mama la tauromaquia, donde los niños juegan al toro… De aquí a nada ponen la Plaza de Toros, una plaza que es en la hos***, la verdad, que tiene un encanto único, pues es de tubos y todavía seguimos manteniendo la esencia de hace muchos años y ahí los niños juegan al toro y a ser recordadores. Es cierto que aquí los niños que juegan al toro todos quieren ser recordadores. 

Igual es percepción mía, pero ha habido unos años que parecía que se estaba perdiendo ese jugar con el toro en la calle, pero parece que después de la pandemia los niños otra vez vuelven a jugar en las calles al toro, ¿lo ves así?  

Sí, y lo que más me gusta de todo es que voy a las plazas y hay muchísima gente, pero hay muchísima gente joven que es lo que a mí realmente me gusta porque realmente son los que mantienen la fiesta. Al final, no nos tenemos que olvidar que el público es el que mantiene la fiesta de los toros; ya sea en una corrida toros, en una novillada o en un encierro, porque si tú vas a un encierro en el que no hay gente pues al final ahí desaparecerán los toros. Entonces, creo que la juventud y los niños son la parte esencial y el relevo generacional de la Tauromaquia. Y ahora estamos pasando por un gran momento en el que se ven muchos niños y mucha gente joven. 

Cierto, cada día asiste más gente joven

Hoy, sin ir más lejos, lo hablaba con amigos de La Puebla que estaban en la Plaza, una plaza preciosa y muy peculiar de palos de madera, y les decía: “¿os fijáis que el 80% de la gente que están aquí son chavales jóvenes, chavalitos de 15, 18, 20 años?” Eso es muy importante porque desde ahí es donde realmente te empiezas a enganchar del toro. 

“Tengo más ilusión que cuando empecé. Tengo la ilusión de un niño”

¿Qué queda del chaval que comenzó?

Queda todo. Es que creo que ahora mismo tengo más ilusión que cuando empecé. Tengo la ilusión de un niño, te lo prometo. Puede parecer un poco surrealista decirlo, pero es que sigo manteniendo la misma ilusión intacta que cuando empecé: esos miedos de qué pasará, la responsabilidad, todo. 

Qué bonito, ahora que hablas del miedo, ¿cómo se gestiona o qué es el miedo? 

Es que es eso, “¿qué es el miedo?”. Si nos preguntamos qué es el miedo, el miedo es eso que te paraliza y no te deja disfrutar eso que hay a la espalda del miedo. Cuando eres capaz de pasar esa barrera que te produce el miedo a no hacer ciertas cosas, porque es cierto que por miedo nos hacemos muchas cosas, es cuando mejor nos va y más disfrutamos de las cosas que nos gustan y de lo que hacemos. 

“Pamplona es el mejor momento que he vivido en una Plaza de Toros.”

En una carrera tan larga has vivido de todo, ¿cuál ha sido tu mejor momento en una Plaza de Toros? 

Mi mejor momento en una Plaza de Toros, sin lugar a dudas, fue el de Pamplona del sábado. Ese es ese es el mejor momento que he vivido en una Plaza de Toros. Y eso que he tenido suerte de vivir el ganar Madrid en dos ocasiones, Zaragoza en concurso de recortes con toros de fuego, Castellón un año los quiebros (era por modalidades), Huesca tres años, Segovia, Ávila, Albacete, o sea he tenido suerte de ganar en bastantes plazas importantes, pero en ninguna he vivido lo que viví el otro día en Pamplona. Fue algo bestial. Es cierto que ha habido en pueblos que también he tenido el pueblo entregado a mi, pero creo que es más fácil en los pueblos porque hay menos gente y es más fácil que se contagie una plaza de mil quinientas personas a cuando es una plaza de catorce o quince mil personas como había en Pamplona.

Y, ¿el peor momento?

El peor momento cuando cogió un amigo mío, Andrés Santander, en Morata de Tajuña, porque era por parejas y era de recortes y de anillas; entonces para salir yo tenía que salir con él que era mi pareja. Él no quería salir fíjate, él tenía alguna cosa como que no quería salir… salió y le pegó un toro muy fuerte: le pegó dos cornalones muy fuertes, muy fuertes, que le hizo mucho daño. Yo me sentía muy culpable de aquello porque si no le hubiera insistido en “que vamos a salir, que vamos a salir”… Pero claro, yo quería salir y yo le insistía porque quería salir. La verdad que ese fue mi peor momento. 

“Me siento amado por la afición. Me siento un privilegio de esto.”

Hablas de los pueblos, y recuerdo que hace años en el mío, una peña solía llevar pancartas para apoyarte a ti. Un año que no estuviste, la pancarta decía: “no estamos todos falta El Peque”, ¿Te sientes especialmente querido por la afición? 

Me siento, no querido, me siento amado por la afición. Me siento un privilegio de esto. Eso fue en Ejea de los Caballeros y recuerdo que allí estaban Cuatro y Peta, yo no había ido ese día al concurso de recortes. Eso es una peña que me tiene un cariño terrible: la Peña El Reloj, de allí, de Ejea de los Caballeros y me tiene un cariño que es algo fuera de lo normal. Ejea es otra plaza que le guardo un cariño muy especial. Me sería injusto de los pueblos hablar de un pueblo al que le tenga cariño porque me siento muy amado en muchísimos pueblos y Ejea de los Caballeros es uno de ellos. Aquel día recuerdo que me llamó Cuatio y me dijo: “niño, mira lo que ha pasado aquí”. Aquello también me impactó una barbaridad y me encantó. 

Lo recuerdo perfectamente, porque pensé “se han traído la pancarta en blanco para escribirla aquí”…

Sí, era una sábana grande, tengo la foto guardada como oro en paño porque es algo que me encantó. Aquello también fue algo grandioso de lo que me ha pasado en los toros. Es más, yo no suelo subir nunca a los tendidos a nada, porque me da vergüenza y porque respeto mucho mi profesión, pero el siguiente año que fui sí que me subí allí a echarme una foto con ellos y a saludar a todos, porque aquello que hicieron me pareció algo algo grandioso para conmigo.

“El que es capaz de aguantar se hace mejor con los años”

¿El recortador nace o se hace?

Hay recortadores que Dios les toca con la varita y dice: “tú vas a ser recortador, vas a tener un don y vas a poder hacer lo que quieras en los recortes”. Esos recortadores que desde niño les ves: un niño con quince años y dices “hijo pu**, qué cualidades tiene, qué fenómeno”; y hay otros que se tienen a hacer con el tiempo. Como los toreros: tú ves a toreros de niños, les ves cómo van pasando los años y se van haciendo grandes toreros… Y los recortadores, en general, también. Cuanto más van pasando los años creo que el que es capaz de aguantar se hace mejor todavía. 

Como que tiene más poso, más hecho, como los toreros… 

Te voy a hablar el caso del Peta: siempre ha sido un fenómeno, pero tú le ves ahora mismo y no tiene nada que ver con lo que era. Él era un fenómeno, pero ahora es un genio. 

“Lo que soy, todo lo que tengo y todo se lo debo al Toro.”

¿Cuántos concursos estás haciendo cada temporada? 

De 10 años para acá quitando la pandemia, o de 15 o de 20 años para acá quitando la pandemia, hemos tenido las suerte de pasar los 100 festejos cada año, gracias a Dios. 

Si tuvieras que agradecerle algo al toro, ¿qué sería? 

Sería todo. Todo, absolutamente todo, lo que soy, todo lo que tengo y todo se lo debo realmente al Toro. Tengo amistades que se dan de por vida y los he conocido gracias al toro, yo al toro le agradecería la vida que me da. A mí el toro me da vida. 

¿La amistad dentro del mundo del toro es diferente a cualquier otro tipo de amistad?

Hay un tipo de amistad dentro de la plaza y otro fuera de la plaza. Dentro de la plaza creo que hay una rivalidad terrible, pero a la vez un compañerismo terrible. 

Dentro de la plaza podríamos decir que es más compañerismo…

Sí, hay muchísimo más compañerismo. Dentro de la plaza no miro el nombre ni la cara, miro el compañero que tengo ahí. Ni sé quién es el que recorta, ni sé quién es el que hace nada.

Y, fuera de la plaza es dónde se forjan más lazos, ¿no?

Fuera de la plaza hay con gente que tienes un amistad que te une de algo fuera de lo normal, o sea, que te une un amistad de amigos amigos que ya sabes que son de por vida.

“Soy crítico con mi profesión y conmigo.”

¿Crees que se valora lo suficiente a los recortadores por parte de las empresas y en el mundo taurino?  

Soy crítico con mi profesión y conmigo. Entonces soy de los que dicen que cada uno recibe más menos a razón de lo que genera. Entonces, es obvio, que hay en plazas que se puede ganar más, es la realidad, hay plazas en las que se podría ganar bastante más; pero hay en otras muchas que si esa razón de lo que generamos, deberíamos de ganar menos. 

Es decir, que en función de lo que se genera en la taquilla hay plazas en las que, por ejemplo Zaragoza, se tendría que ganar más y otras de sitios más pequeños, o que la taquilla no genera esos ingresos, pues que igual habría que ajustar un poco más el precio, ¿no? 

Eso es. ¿Ganamos lo suficiente? Pues a razón de lo que generamos, como norma general, sí. En el en el 90% de los casos o en el 95% poniendo los casos ganamos a razón de lo que generamos, esa es la realidad. ¿Que podríamos ganar más? Ojalá ganáramos unas fortunas, por eso creo que los recortadores duran tan poco. Puede parecer un poco surrealista que diga esto, pero creo que a muchos de los recortadores lo que les falta es afición.

Por eso es fácil llegar pero difícil mantenerse… 

Claro, creo que es tan difícil porque al final todos sueñan con ser recortadores y pisar grandes plazas, pero no cuentan con las cogidas de los toros. ¿Qué es lo que ocurre cuando viene una cogida fuerte? Que te encuentras en tu casa dos meses en los que no recibes un duro de ningún sitio ni nada y cuando vuelves a la cara del toro dices: “hostia, ¿me merece la pena por lo que estoy ganando? 

“Si a mí me coge un toro, me tiro dos meses en mi casa a verlas venir.”

¿Tendrían que estar más protegidas en ese sentido los recortadores?

En el sentido de en caso de que haya una cogida: sí. En ese caso deberíamos estar bastante más protegidos de una forma o de otra. No sé cómo, pero deberíamos estar bastante más protegidos en caso de que haya una cogida. Si a mí me coge un toro el lunes en un concurso de recortes y me tiro dos meses en mi casa, son dos meses a verlas venir. 

Otra pregunta cambiando de tercio, ¿no es un poco injusto medir el arte y el valor con un número, con una puntuación? 

Es que no hay otra forma de de hacerlo. No encuentro la forma de puntuar un concurso de recortes si no es así. Lo nuestro s por emoción, te emociona lo que estás viendo y lo valoras a razón de lo que tú sientes.

A eso voy, que es muy subjetivo…

Es muy subjetivo sí, eso sí, es verdad. Es muy difícil, extremadamente difícil, ser jurado de un concurso de recortadores, porque lo que para ti es la hostia para otros no lo es. En un partido de fútbol, cuando la pelota entra en la portería entra y ya está; y en las anillas cuando entra la anilla ya está. Pero en un concurso de recortes hay quien te dice: “ a mí no me gustan los saltos, a mí me gustan los quiebros”;  entonces esa gente va valorar más los quiebros porque es lo que a ellos les gusta y tampoco les puedes decir nada. Es muy difícil, muy muy muy muy muy difícil, muy difícil ser jurado

“Los públicos de San Sebastián de los Reyes y Zaragoza son muy imparciales.”

Si tuvieras que quedarte con una la plaza, ¿cuál sería y por qué?

Me parece tan injusto decir una sola plaza… No te voy a engañar que antes yo decía dos plazas importantes por cómo me quiere el público y por cómo es el público, pero es que ahora Pamplona ya se queda para mí para los restos de mi vida, porque lo que viví allí fue algo grandioso. Pamplona ya se queda, pero no podría decir una plaza, pero hay una plaza que tampoco puedo dejar de nombrada como es Zaragoza o San Sebastian de los Reyes, que son dos plazas que cuelgan el cartel de “no hay billetes” y el público siempre es extraordinario para con nosotros.  

Zaragoza ya lo sabía, pero he podido vivir los últimos años los concursos de San Sebastián de los Reyes en la plaza y es brutal el público….

Es exagerado cómo se comportan con nosotros y tiene mucha imparcialidad, que eso a mi me gusta mucho. Hay otras plazas que no son imparciales o que tiran un poquito para lo suyo si hay alguien participando de su zona o pueblo, es muy difícil ser imparcial en esas ocasiones. Pero, en ese sentido, San Sebastián de los Reyes y Zaragoza son muy imparciales. 

“¿Cómo me voy a retirar si todavía no he empezado?”

Es muy importante el público…

Lo realmente importante de verdad es el público. Lo más importante porque quien nos mantiene ahí es el público. No nos mantiene lo que nosotros hacemos, porque si el público deja de ir a los toros, lo nuestro no tiene sentido. Todos deberían tomar cartas en el asunto en ese sentido. Por ejemplo, cuando veo a un futbolista, con todos mis respetos, o a quien sea, hacer un feo a un niño a mi me duele porque se deberían de dar cuenta que son el futuro y que gracias a esos niños que le piden a los padres una camiseta de él, que venden muchas camisetas, gracias a eso pueden ganar eso dinerales que ganan. 

¿Qué sueños le queden por cumplir al Peque? 

Todos. Todavía no he hecho nada (risas). La gente cuando me dice: “¿cuándo te vas a retirar?”. Les digo: “pero, ¿cómo me voy a retirar si todavía no he empezado?” (risas). O me dicen: “¿Cuántos años le quedan al Peque? ¿Cuándo tienes pensado retirarte?”.. Nada, jamás en mi vida he tenido un pensamiento de retirarme. 

Vamos, que queda Peque para rato.

¿Sabes lo que digo siempre? El tiempo que le queda al Peque solo Dios lo sabe, el Peque no lo sabe. A día de hoy, pensándolo bien es un canteo que con 51 años que voy a hacer en pocos meses este ahí a pico y pala todos los días: viaje de coche, mal comiendo, mal cenando, porque al final muchos días tienes que parar en una gasolinera y coger un sandwich… Pero es que todo merece la pena. 

“El que me va quitar de ahí, que me va dar la Gloria, va a ser el toro”

Debajo del vídeo que publiqué, una persona puso algo así: “El Peque estará en un asilo y seguirá recortando”

(Risas) Sí, leí el comentario, (risas). A mí el único que me puede quitar de los toros es el toro. Es una cosa que tengo en mi mente de siempre es que a mi el que me va quitar de ahí, que me va dar la Gloria en la realidad, va a ser el toro, o sea, ese es el que a mi me va quitar del medio y va a decir: “hasta aquí”.

¿Cómo te preparas física y mentalmente para una temporada tan larga?

Lo suyo es que yo te dijese: “mira, me levanto a las ocho de la mañana, me voy a correr una hora, luego me voy al gimnasio a hacer otras dos horas, luego por la tarde me voy con la bici, luego natación…” Eso sería lo suyo y que quedaría de pu** madre, la verdad (risas). Pero, lo cierto es que soy un desgraciado y no hago nada, es decir, me siento un privilegiado. No es que no haga nada, porque no me quedo tumbado: me levanto por la mañana, tengo unas parcelilla ahí en Arganda y me voy a andar por ahí tres o cuatro horas con los perros a mi aire; o estoy todo el día enredando. No soy una persona sedentaria que se quede ahí tumbada sin hacer nada. Pero no me preparo nada físicamente, no hago nada para ello…

“Cuando estás dispuesto a darle tu vida al toro se hace un poco más fácil psicológicamente hablando.”

Vamos, que no haces como el Peta…

No, no. Vamos, no he ido a un gimnasio en mi vida (risas). Hice boxeo un tiempo porque lo abrió un íntimo amigo mío y por ir allí un tiempo, pero lo dejé al poco tiempo, porque en verano me resulta imposible y en invierno me da mucha pereza con lo a gusto que estoy en casa a las seis de la tarde con tanto frío. 

¿Y mentalmente?

¿Sabes qué pasa? Que estoy dispuesto a darle mi vida al Toro. Entonces, cuando estás dispuesto a darle tu vida al toro se hace un poco más fácil todo psicológicamente hablando.

Como me decía Bolo, un corredor que entrevisté la semana pasada, cuando sales de casa y tienes asumido lo que te puede pasar el miedo se gestiona mucho mejor.

Claro, es la realidad.  

¿Cómo ves la situación actual del recorte en la calle y en las capeas? 

Lo veo muy bien porque cada vez hay más aficionados. Eso significa que a la gente le gusta, la gente va mucho a los pueblos. Me encanta ir a los pueblos y ver la calle llena de chavales y las barreras llenas. Creo que está pasando por un gran momento el festejo popular en las calles y en las capeas. Cada vez hay más recortadores, creo que eso puede dar a que haya problemas entre ellos…

Por el respeto, ¿no?

Se dice: “es que no respetan al toro, es que no respetan al toro”, pero ahora, explico: ¿Me podrían explicar a mí como si somos 100 recortadores, cómo nos arreglamos si hay un toro, quién recorta el primero, quién el segundo, quién el cuarenta y siete, quién el ochenta y nueve y quién el ciento uno? 

“Tenemos que sentirnos unos privilegiados, tenemos las calles llenas de gente”

Es complicado gestionar eso.  

Al final, todo mundo quiere salir, todo mundo quiere estar ahí al lado del toro. Entonces, quieras o no quieras, es muy difícil de gestionar eso. Creo que tenemos que sentirnos unos privilegiados, que tenemos las calles llenas de gente. Es mejor que sobren recortadores a que falten, porque si tú vas a una plaza, y está ahí al toro en medio de las plaza solo y no sale nadie eso sí que es malo. 

Ahora mismo el Toro en general, tanto en festejo popular, tanto en calles, como en concursos, como en encierros, como en corridas de toros, creo está pasando por uno de los mejores momentos de los últimos años, ¿lo ves así?

Creo que también, porque hemos tenido una ola de animalismo y antitaulino terrible, pero como que se les ha vuelto un poquito en su contra. Hay una cosa que tengo clara en mi vida: prohibido prohibir. A día de hoy, tenemos la grandísima suerte, que como tenemos tantas cosas que hacer el ser humano… Hay gente que dice: “es que antiguamente la gente tenía una afición loca a los toros”. ¡Qué cojones! Antiguamente es que no tenían nada en los pueblos, ni había centros comerciales, ni había nada. Entonces, tú llevabas un cine de verano al pueblo y el pueblo se llenaba hasta arriba, tu echabas una vaquilla y todo el mundo iba a la vaquilla, pero claro, porque estaba en su casa todo el mundo tirado. Había dos canales de televisión, la 1 y la 2…  

“Prohibido prohibir”

Ahora hay mucha oferta…  

Ahora hay mucha oferta y mucha demanda, pues tenemos unas comodidades terribles en nuestra casa y en cualquier otro sitio que falta en las plazas de toros. No sé si habría alguna forma de solucionar ese problema, que quede claro que a lo mejor no la hay, pero es cierto que no nos hemos acondicionado a los tiempos de 2025. Tú vas a una Plaza de Toros techada, por ejemplo, Valdemorillo en febrero, y pasas un frío que alucinas. Y las plazas son incomodas, que tú vas al cine y te ponen un sofá y una temperatura que es la hostia. El toro no se está amoldando a los tiempos, seguimos en los de Manolete. 

Hay una cosa importante de lo que estabas diciendo, que a pesar de la cantidad de oferta que hay de otras cosas, la gente joven tiene un amplio abanico de cosas que puede consumir. Hay muchos jóvenes que no sólo consumen el festejo taurino, sino que además participan activamente sacrificando su fiesta, sacrificando otras actividades y eso es importante…

Muy importante. Muy, muy, muy importante, al menos para mí, es muy importante que eso pase.  Creo que por eso, porque incluso la juventud, que es inteligente, están totalmente en contra de prohibir, es que la palabra prohibir… debería de estar prohibido, prohibir.  

Además es el único espectáculo en el que vemos toda la verdad…

Claro y en el que puede participar cualquier persona del mundo, tú ahora mismo vas a partir del fútbol y solamente pueden participar los 22, más árbitros, más los reservas y tú vas a un encierro y puede participar cualquier persona. Eso a la gente, como que le llega un poquito más.

“No me veo sin estar en el toro sin estar muerto.”

No sabemos cúando será, pero ¿cómo te gustaría que te recordaran el día que ya no estés recortando?  

Ojalá que ese día nunca llegue. Es decir, el día que esté muerto, porque no me veo fuera de la tauromaquia sin estar muerto. No me veo sin estar en el toro sin estar muerto. Entonces, el día que no esté, me gustaría que me recordaran como alguien que dejó la vida por la tauromaquia, que estaba dispuesto a dar la vida por la tauromaquia y como que intentó ayudar a todo el mundo todo lo que pudo, tanto en la plaza como fuera de ella. 

“Me gusta mucho lo que hago.”

Siempre me ha llamado la atención que no paras desde que comienza el festejo hasta que termina…

Es que me gusta mucho lo que hago. 

¿Es tan grande la afición como para que te de igual si te toca, si no te toca, si está un compañero, si está otro, que tienes que estar continuamente delante del todo?

Sí, sí. Es más, si me dijesen: “oye, no puedes salir a colocar los toros, no puedes hacer nada, tú solamente a recortar…”; no disfrutaría igual el festejo, porque no soy capaz de estando un toro en la plaza, estar ahí tan tranquilo, hablando con el de la grada, de cachondeo con el otro, etc… No, yo tengo que estar ahí con el toro. Ahora, cuando el toro se meta, ya tenemos tiempo para el de la grada, para el amigo, para estar de vacile ahí. Me gusta estar pendiente de mis compañeros y de la lidia. Además, me preocupa mucho como quede el festejo, aunque yo no tengo nada que ver, porque gracias a Dios no soy empresario. Me gusta mirar por el bien del festejo, porque sea dinámico, porque salgan bien las cosas, creo que si sale bien, al año siguiente se va a repetir.  

“Creo que no se aprovechan los toros como deberíamos”

Igual, ¿lo que le falta un poco a los concursos de recortadores es precisamente eso: que sea más dinámico y que no haya tantos tiempos muertos? 

¿Sabes qué pasa? Ha habido cosas que han cambiado para muy bien en los concursos de recortes, y otras cosas para muy mal. Para bien ha cambiado la profesionalidad que tenemos ahora mismo los recortadores, que no ha existido nunca, el cómo estamos colocados en la plaza, el paseillo, todos uniformados, saliendo todos de su burladero… Pero, luego, cada uno mira por sí mismo, me incluyo, y nos da igual el que venga detrás. Se dan pocas rondas a los toros, creo que no se aprovechan los toros como deberíamos. 

¿Antes se aprovechaban más? 

Si ves un vídeo de antes, los recortadores con todo mi respeto yo me doy vergüenza. Hablo de mí, de nadie más. Veo un vídeo y digo: “madre mía, qué malo, qué cabrón, si me doy vergüenza”. Ves ahora las cosas que se hacen con los toros y es una barbaridad, pero sí que es cierto que antiguamente a los toros se les daban siete rondas, o cinco, u ocho. Ahora a un toro se le dan tres rondas y como podamos darle dos, le damos dos. 

Buscando esa perfección, ese ajuste máximo, se pierde demasiado tiempo colocando. 

Claro, y nos gusta que nos vean, nos gusta que se nos vea. ¿Qué ocurre? Por ejemplo, yo voy a querer el toro en un burladero y justo estoy en ese burladero en el que quiero el toro. Entonces, me recorro toda la plaza, me voy andando hasta la otra punta con el toro ya colocado y salgo de la otra punta dejándome ver, despacito… En ese sentido, creo que somos un poco egoístas. 

“Gracias a toda esa gente que estaba en Pamplona”

Creo que habría que darle una vuelta a eso, a evitar los tiempos muertos para que el público no salga de la plaza diciendo que se ha perdido mucho tiempo… 

He estado en algún concurso que ponen tiempo. Creo que en algunas ocasiones saldría muy perjudicado, pero yo pondría tiempo desde que acaba el recortador hasta que termina el siguiente. Una vez que se termina el tiempo ya no puedes recortar. 

Hablabas ahora del paseillo, vi el paseillo de Guadalajara, me encantó y creo que se podría instaurar…  

Me encantó también. Se lo inventó Borja de Toro Mundial. Cuando lo explicó, yo decía: “madre mía esto”, pero fíjate que me gustó porque fue un paseillo torero. 

Creo que esas cosas le dan la importancia que tiene al concurso de recortadores. 

Sí, cada vez se intentan hacer las cosas mejor. 

David, ¿quieres decir algo más?

Sí, quiero dar las gracias a toda esa gente que estaba ahí en Pamplona y a toda la gente que me ha mandado una fuerza y un cariño… ha tenido una repercusión fuera de lo normal. Todo el mundo loco conmigo, así que dar muchísimas gracias a la gente, porque al final ellos son muy culpables de que yo siga ahí porque siempre me llevan en volandas y así es tan fácil que por eso sigo aquí. 

¿Te gusta mi trabajo? ¡Apóyame!

Invítame un café ☕

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Lo más leído

Ganaderías para San Fermín 2025

San Fermín 2025Álvaro Núñez la única novedad para la...

Carteles oficiales de la Feria del Toro de San Fermín 2025: una feria muy rematada

La Feria del Toro de San Fermín 2025, que...

Orden definitivo de los encierros de San Fermín 2025

Aunque la presentación oficial de los carteles de la...

Aitor Aristregui: El corredor de encierros que hace fácil lo imposible

ENTREVISTA A AITOR ARISTREGUI Aitor Aristregui: "El físico es importante,...

Vacas de Alberto Garrido se escapan del camión en plena carretera en La Salzadella

Susto en carretera esta tarde en La Salzadella (Castellón),...

Alfonso Vázquez, mayoral de Fuente Ymbro: “En Pamplona, el toro es el que tiene el protagonismo”

Alfonso Vázquez, mayoral de Fuente Ymbro, lleva varios días...

La vaca que rompía palos y corazones: homenaje a Amapola, nº 135 de Don Jesús Marcén

Llevo cinco años queriendo contar la historia de una...

Artículos relacionados

Categorías más vistas

spot_imgspot_img