Toros vueltos, sustos y mucha emoción en un encierro complicado de correr para los mozos.
Este segundo encierro del ciclo de Tafalla ha sido una buena sorpresa. Siendo sincera, esperaba poca cosa de un encierro para rejones, pero lo vivido esta mañana con los toros portugueses de Rosa Rodrigues ha superado cualquier expectativa. ¡Lo que nos ha hecho vibrar!
Puntual, un día más, la manada, al igual que ayer se lo ha vuelto a pensar y han tardado 13 segundos en salir. Cuando por fin han saltado al asfalto, lo han hecho hermanados, con un buey abriendo carrera. Los toros han salido bastante sueltos, punteando a los lados y cruzándose. Además, en Tafalla los toros tienen tendencia abrirse muy pronto dadas las características de anchura de las calles, y eso es lo que hoy ha pasado. Los toros se han abierto enseguida, emoción desde el comienzo.
Apenas habían pasado 20 segundos cuando ha llegado el primer susto. Un corredor francés que venía corriendo muy bien con el primer toro, se ha visto comprometido y apurado para retirarse. El mozo ha tenido que esquivar a los dos siguientes toros medio parado en la mitad de la calle. Digamos que se le han aparecido todos los santos.
EMOCIÓN EN PARALELO
En la calle Severino Fernández, los toros iban corriendo en paralelo, cuatro por delante abriendo carrera y a mucha distancia los dos últimos, con los bueyes perdidos por el medio. No sólo iban en paralelo, sino que además estaban muy distanciados entre ellos y cada uno llevaba su guerra particular. Incluso, uno de los bureles iba subido a barrer acera izquierda. Aquí los mozos les han ejecutado unas muy buenas y meritorias carreras a unos toros que no dejaban en ningún momento de buscar, de medir, de mirar, de puntear… ¡Qué bonito y emocionante!
La Curva de la Farola cada toro la ha cogido con su particular carrera. De los cuatro primeros, el que venía subido por la acera por el interior; los otros tres se han cruzado entre ellos en mitad de la curva, alguno porque en ese cruce iba buscando a mozos, los otros porque han intentado desviar la trayectoria y coger la Curva más centrados. Los dos últimos toros, directamente, la han cogido por el centro de la calle. Espectacular.
A partir de la curva, la torada se ha estirado. Toros por delante, y el primero de ellos generando mucha emoción y peligro, de lado a lado ha puesto en aprietos a más de un mozo en la avenida de Sangüesa, pues se iba tras ellos. Tremendo y muy complicado. Los mozos han debido de sudar la gota gorda intentado realizar carreras, a pesar de eso, alguna hemos visto, con distancia y cuidado. Muy meritorio ponerse hoy en las astas, mucho valor todo lo que hoy se les ha hecho a estos toros en el recorrido.
Al llegar a la curva de la Estación, la carrera ha bajado un poco en velocidad e intensidad. Los mozos han comenzado a poder correr más ajustados y templados, eso sí con las distancias obvias que pedían estos animales tan mirones. Buenísimas carreras en toda la recta de la Estación, donde también se han vivido un par de sustos. El primero, cuando se ha vivido una situación casi calcada a la vivida con el corredor francés al comienzo del encierro. El mozo en cuestión también ha librado bien la situación. El segundo cuando uno de los morlacos se ha cruzado por completo hacia el vallado derecho con muy malas intenciones, poniendo en aprietos a más de un mozo.
TOROS VUELTOS
Quedaban los fuegos artificiales del final. Al llegar al final de la recta, casi en la entrada a la plaza, el último toro se ha parado y se ha vuelto. Durante unos interminables segundos, ha quedado vuelto en el sentido contrario de la carrera. Mucha tensión en ese momento en los vallados, recordemos que hace un año un toro suelto rompió precisamente ese vallado.
De frente al burel, y en el sentido lógico de la carrera, venían dos bueyes con los pastores. Pero, antes de que se encontraran con el toro parado, el quinto toro, que estaba parado dentro del callejón haciendo caso omiso a dos buenos corredores que lo citaban para meterlo en la plaza, se ha salido a la calle otra vez.
En ese momento, ambos morlacos han emprendido el trayecto a la inversa ante el desconcierto de muchos. Se han cruzado con dos cabestros por el camino, los cuales también se han dado la vuelta y han acompañado, junto a los pastores, a este par de toros díscolos hasta la curva de la Estación. Ahí uno de los toros se ha ido contra el vallado izquierdo y ha fijado su atención en los que estaban al otro lado del vallado. Esta gente, inteligentemente, se ha apartado para que los mozos que estaban en el recorrido pudieran volverlo y conducirlo. Y así ha sido, lo han llevado perfectamente y con bonitas carreras a punta de periódico, junto al otro toro y los dos bueyes, hacia la plaza de toros.
De nuevo, el toro se detuvo en seco frente al callejón, reacio a continuar hacia el interior de la plaza. Los corredores con mucho mimo, cuidado y saber hacer han conseguido, por fin, meterlo dentro de la plaza. Concluyendo de esta forma este entretenido, bonito y emocionante segundo encierro de las fiestas de Tafalla 2023, que a pesar de tener tanta complicación se ha saldado sin heridos graves.
PARTE DE HERIDOS:
El parte de heridos solo ha dejado cuatro atenciones por golpes y abrasiones: Un tafallés con golpe en rodilla; un pamplonés con abrasión en rodilla izquierda; otro mozo con erosión en brazo derecho, en codo y en meñique derecho; y un último corredor con golpe en codo izquierdo.