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miércoles, 22 octubre 2025

Entrevista a José Manuel González. ”Poca: ‘Mi objetivo es reaparecer en San Fermín, Pamplona es lo más grande que he vivido en el toro'»

Diez días después de su cogida en Castellón, José Manuel González «Poca» nos concede una entrevista

Si hablamos de quiebro en este país, no nos queda otra que evocar a la figura de José Manuel González “Poca”. Leyenda viva y activa del mundo del recorte y del toro en general. Poca, maestro del quiebro, está teniendo una primavera de lo más movida. Hace diez días, en Castellón, un toro de Las Ramblas, marcado con el 11 en el costillar, sin fijeza, con problema en la vista, distraído y sin entrega, se lo echó a los lomos, dejándonos a todos el cuerpo cortado por su fea caída. 

Unos días antes, en Valencia, el vigente campeón de Pamplona reventó la plaza, con una actuación para los anales de la historia de la Feria de Fallas. No ganó, pero el arte no entiende de puntuaciones ni de premios, el arte se siente, te emociona y te levanta de tu asiento. Todo eso lo consiguió esa mañana, donde, además, se llevó de premio una cornada interna en el otro brazo. 

Diez días después de su cogida en Castellón, hablamos con él de su recuperación, de sus últimas actuaciones, del toro, de su historia, de sus plazas, del miedo y de su afición desmedida. Pasen, lean y disfruten de las palabras de este hombre que entrega su vida al toro y a su mundo con verdad, aplomo y sabiduría. 

Pregunta: En primer lugar, ¿qué tal va la recuperación? ¿Cuál es el diagnóstico definitivo?

Respuesta: El otro día estuve en el  traumatólogo y me dijo que había una pequeña fractura en el radio y que había un pequeño bostezo en los ligamentos. Entonces hay que dejar una semana más la escayola y, al final, si viéramos que hay mucho en juego, habría que operar. Pero, de momento, lo vamos a dejar así. 

La imagen fue terrible 

R: Horrorosa, fue muy desagradable. Por elegir, nos gustaría elegir otras cosas, pero el toro, una vez que caes al suelo, no entiende; lo único que quiere es matarte. 

Fue en la caída 

Claro, yo apoyé el brazo e imagínate 80 kg ahí hacia atrás: brazo al aire. Poco tengo para lo que podría haber sido. 

La suerte es muy importante en el toro; te tocó un toro sin fijeza ni transmisión.. 

Estaba tocado de la vista. 

¿Cómo lo viviste? 

Esos días, dejas a un lado esas cosas y quieres arrimarte. Tiré a querer hacer las cosas muy de verdad, pero sabiendo que había un fallo ahí del toro que lo podía pagar caro y así pasó.

Imagino que no sabes si te van a operar, con lo cual, supongo que no sabrás plazos para reaparecer…

Mi intención, y creo al 75%, es que será en Pamplona.

“Pamplona tiene un color diferente; poder ganar allí es algo único”

¿Qué se siente ganando en Pamplona? 

Es de lo más grande que he vivido en el Toro a día de hoy. Para mí fue muy especial; era la primera vez que subían mis hijas a Pamplona, y estaban todos mis amigos y mi familia. Además, un año antes había fallecido un amigo mío que era acérrimo de Pamplona; entonces le hice un homenaje y fue todo muy sentimental y muy puro. A día de hoy, es lo más grande que he vivido en el toro. 

¿Qué tiene Pamplona de especial? 

Su gente, para mí, Aragón y Navarra es impresionante porque llevo muchos años yendo por ahí y me siento muy querido. Pamplona tiene un color diferente, blanco y rojo, y es una fiesta conocida mundialmente. Poder ganar en una plaza como Pamplona es algo único. 

“Castellón es mi casa y la quiero como a ninguna”

¿Y Castellón qué tiene de especial?

Castellón es especial porque la gente es muy entendida y es muy aficionada al buen recortador y, sobre todo, a los quiebros. Además, es mi tierra, es mi casa y la quiero como ninguna.

¿Qué tiene el toro bravo para que merezca la pena jugarse la vida de esa forma? 

Una sensación única. La sensación, cuando tú estás delante del toro, para mí es como una lucha contra la vida. Al final, si tienes el poder de poder controlar al toro, creo que tienes el poder de controlar casi todo en tu vida en general. 

¿Es como que, enfrentándote a la muerte, luego te sientes más vivo? 

Claro, es una satisfacción distinta. Es una adrenalina que cuando tú pasas el toro cerca es como decir: “Ha pasado un animal que me puede quitar la vida y lo he controlado a mi manera, a mi estilo y como yo he querido”. Eso es muy difícil de llegar a controlarlo; cuando era niño jamás me imaginaba llegar hasta donde estoy hoy en día. Cada día alucino más. 

“Tenía ganas de cuajar algo tan rotundo como esa mañana en Valencia”

Días antes de la final del campeonato de España en Castellón, pusiste del revés la plaza de Valencia en la Feria de Fallas. ¿Qué tiene de especial Valencia? ¿Cómo viviste esa mañana?

Valencia es una de las plazas que es muy especial para mí. En Fallas tienes el ruido de los cohetes y es un concurso muy explosivo con gente muy entendida y, a la vez, que les encanta mucho la expresión. Tenía ganas de cuajar algo tan rotundo como esa mañana. 

Sin embargo, no ganas.

En mis mejores mañanas nunca he ganado, siempre he quedado segundo…

Además, de premio, te llevaste una cornada interna esa mañana, ¿cómo llevas esa recuperación?

Ahí está. Me partió la fascia, que es la tela que recubre el músculo, y entonces, por ahí se sale el músculo cuando aprietas un poquito. No es gran cosa y ha cicatrizado bastante, pero el día de mañana me tocará operármelo, más por estética que por otra cosa. 

“Poderío, calidad y elegancia”

¿Sientes que se valora lo suficiente el esfuerzo y el arte de los recortadores, quebradores…?

No, siento que no se valora lo que debería de valorarse económicamente. Me parece ridículo lo que a día de hoy cobramos y me parece una locura lo que generamos. Entonces, a proporción, creo que se debería de recompensar un poco más y no se hace. 

Si tuvieras que definirte con tres palabras como quebrador, ¿cuáles serían? 

Te diría varias, pero: poderío, calidad y elegancia. 

Si el toro es quietud, arte y verdad, ¿un quebrador es un torero?

Creo que todos los que se ponen delante de un toro lo son, e incluso muchos que no se ponen delante. Para mí, cualquier persona puede creerse torero. Hay gente que no se pone delante de un toro, pero que tiene mucho arte en la vida y la vive como un torero; la lleva al límite igualmente, pero en otras cosas y se siente torero. Hay gente que va a la plaza, que es muy aficionada y lo siente de otra manera; a lo mejor no tiene el valor de ponerse delante de un toro, pero sí puede sentir y sentirse identificado con lo que está viendo, sea conmigo, con Morante o quien sea…

Soñar en torero

Eso es, el toreo se puede soñar, aunque no te pongas delante. 

¿Qué pasa por tu mente cuando el toro se arranca, te mira de frente y tú te quedas quieto en los medios?

Realmente, no pasa nada por mi mente. Son muchos años de estar ahí y estoy muy toreado. Me pongo delante y mi cabeza sabe al 100% lo que va a pasar y lo que quiero hacer, entonces no estoy pensando en nada en concreto, simplemente en disfrutar, sentirlo y hacer algo único. 

De todos los miedos a los que se enfrenta alguien que se va a jugar la vida, ¿cuál es el mayor miedo del Poca a la hora de salir a la plaza?

El mayor miedo que tengo es a que me coja el toro. El que diga que no, miente. Hay quien dice a defraudar, pero no; el miedo es al de los rizos: si no hubiera un toro, no estarían nerviosos. Cuando te vas a jugar la vida, tienes miedo al que sabes que te la puede quitar. 

Los comienzos: “En mi comunión me soltaron una becerra y no tuve valor de salir”

¿Cómo comenzó tu pasión por el mundo del recorte?

Mi pueblo es muy taurino, donde tenemos el toro en la puerta de casa, con una temporada que comienza en abril y termina en noviembre. Así que allí, el toro lo hemos mamado desde niños. El día que comulgué, el festín fue en una ganadería de aquí que se llamaba “La Pequeña Andalucía” e hicimos una capea. Me soltaron una becerra para mí y no tuve valor para salir. Luego, con 13 añitos, iba por los barrios de mi pueblo en los que soltaban vacas. Era reacio al tema de concursos porque lo veía muy profesional y no me veía capaz de estar ahí, lo veía muy lejano. 

Entonces, ¿cómo decides presentarte a un concurso?

Me dedico a mover vacas en obstáculos. Así que empecé con Jaume, amigo y compañero, moviendo vacas por los pueblos y se me daba bien quebrar. En 2010 hice un concursete con vacas en un barrio de aquí y gané. Eso fue un concurso con gente de aquí de la tierra, gente de muy buena calidad, pero sin profesionales. 

¿Y el siguiente?

Hasta 2014 no participé en otro. Fue en Santo Domingo de la Calzada, en La Rioja. Ignacio, de Ruedo Arte, fue el primero que me dio la oportunidad. Allí ya competí con gente como Rubén Fernández “Cuatio”, Jonathan Estebanez “El Peta”, Marcos Prieto, Rubén Sánchez… y gané el concurso. Después de ahí hice otro concurso, y también lo gané. El siguiente fue Pamplona y quedé segundo. 

Entonces, ¿comenzaste a lo grande?

Sí, sí, ganando. Yo flipaba, decía “no puede ser”. 

Y por lo que veo, todo Aragón, Navarra, La Rioja…. ¿Has hecho más concursos en esta zona que en otras de España?

Sí, muchísimos más. Por Valladolid he hecho algo, pero poco; en Madrid lo mismo. En mi tierra también he hecho concursos, pero menos. Sin embargo, en Aragón y Navarra está el 70% de mi temporada y no la cambio, vamos. 

“Soy muy feliz moviendo vacas y será lo último que dejaré de hacer en el mundo del toro”

Dices que comenzaste moviendo vacas, háblame de ese festejo, ¿por qué el aficionado debería acerarse a ver o a descubrir este tipo de festejos?

Es un espectáculo para personas muy entendidas al ganado de corro, es un espectáculo diferente y, si se hace con Arriazu hay mucha emoción, mucho nerviosismo en la grada por lo que pueda pasar, porque es un ganadero muy imprevisible y no sabes en cada momento lo que puede hacer un animal. Mover vacas es algo que me encanta; sacas toda tu furia, estás corriendo sin parar, subiendo pirámides, tablados… Física y mentalmente tienes que estar muy bien y también conocer muy bien al ganado. Soy muy feliz moviendo vacas y será lo último que dejaré de hacer en el mundo del toro. 

¿Cómo ha evolucionado tu estilo?

Ha evolucionado para muy bien. Siempre me he visto capacitado para ser el mejor en lo mío de la historia y siempre lo intento y lo lucho. Tengo una lucha mental con mi cabeza porque soy alguien que cuando quiere algo lo lucha mucho y me castigo mucho mentalmente. Creo que desde que empecé ha habido un cambio terrible e ir por los sitios y que la gente te diga cosas buenas es bonito. Intento superarme a mí mismo cada día y el que venga detrás, que corra. 

¿Tenías referentes cuando empezaste?

Sí, tres: José María Navarro “El Chipu”, César Palacios y Javier Romero “El Tavi”. 

“Valencia es la mañana más perfecta que tengo hasta ahora”

¿Cuál crees que ha sido tu mejor actuación y por qué?

Te diría unas cuantas, pero, a día de hoy, creo que mi mejor actuación fue el otro día en Valencia. Fue la mejor estéticamente, entendiendo a los toros y con mucho poderío, con mucha firmeza. También por el paso de los años, por la dificultad de caer una, dos, tres, cuatro y seis veces delante de la cara del toro, llevarme cornadas y golpes y volver a reponerme. Creo que esa es la mañana más perfecta que tengo hasta ahora por todo en general. 

¿Qué tiene que tener alguien para hacer lo que tú haces delante de la cara de un toro? 

La cabeza muy bien amueblada, las cosas muy claras y, sobre todo, mucho corazón y mucho valor. 

¿Te queda alguna disciplina en el festejo popular por probar?

Creo que no, creo que he hecho todo: he hecho los forcados, la moto… creo que prácticamente todo. 

En el cesto te he visto de citador en concursos, ¿y al mimbre? 

En la calle en Tauste y en Cariñena el día del festival por la DANA, me gustaría hacer algún concurso. De los dos concursos en que he participado como citador, en uno quedamos ganamos y en otro quedamos, creo, que segundos, con la cuadrilla de Figueruelas. Guardo ese trofeo como oro. 

De todas las disciplinas con las que has probado, ¿cuál es con la que te quedas, esa que guardes en tu corazón para siempre, y cuál de ellas no volverías a repetir?

Me quedaría con el quiebro, porque es donde más me identifico y donde más puedo explayarme como persona y como torero; es la que más me hace sentir. No descartaría ninguna; me apasiona tanto este mundo que las volvería a hacer todas encantado y con mucho gusto. 

“Los que se mantienen son los que, a pesar de muchas cogidas, golpes, cornadas, días duros y días malos, siguen luchando por y para el toro y por su afición”

¿El recortador nace o se hace? 

Se forja; puedes nacer queriendo ser algo y luego no llegar a serlo, porque no tienes ese don o madera para llegar. Con el paso de los años vas evolucionando y vas mejorando, entonces creo que se crea.

Sí, pero cuando estás en los medios y te viene el toro de frente, para eso, aunque tú perfecciones una técnica, tú tienes que tener un don y esa sangre fría para aguantarlo de nacimiento… 

Creo que los que lo tienen de nacimiento son los que duran muchos años. Hay gente que sale nueva que en un año revienta todos los concursos; después lo coge un toro y desaparecen. Creo que los que se mantienen son los que, aunque han sufrido muchas cogidas, siguen ahí: gente como “El Peque”, “El Peta”, que a pesar de muchas cogidas, golpes, cornadas, días duros y días malos, siguen luchando por y para el toro y por su afición. Luego hay gente que cuando el toro le hace mucho daño ve que no es para él. Entonces, sí, tienes que tener un don, pero ese don hay que pulirlo.

Si tuvieras que agradecerle algo al toro, ¿qué sería?

Creo que todo. Al toro le debo la mitad de mi vida; sin el toro, a lo mejor, no me hubiese dado cuenta de lo valiente que puedo llegar a ser, de la gente tan maravillosa que puedo llegar a conocer gracias al toro y de los valores que me puede llegar a dar. 

¿Por eso le das besos?

Le doy besos a los toros porque cuando era un niño, en el 98, en la plaza de mi pueblo, La Vall D’Uixo, veía al gran José María Navarro “El Chipu” darles besos a los toros y me cautivó; era algo que me fascinaba de niño. Entonces, ahora lo hago gracias a él. 

“Al animal se le debe un gran respeto porque es el Rey de la Fiesta”

¿Crees que se le tiene el suficiente respeto al toro en las calles y en las capeas? 

A veces sí y a veces no. Hay mucha ansia de la gente, y aunque comprendo que todo el mundo se quiere poner delante, a veces hay que mirar más por el toro y hay que comprender que todos los días no se puede salir a hacer un quiebro o un recorte, que hay más compañeros, más gente, y creo que al animal se le debe un gran respeto porque es el Rey de la Fiesta. 

¿No crees que se debería de cuidar más la presentación en algunos concursos? Hace poco vi un concurso en el que en la capea previa se enfrentaron a toros serios y excelentemente presentados y luego los animales del concurso, para las figuras, todo lo contrario, y, además, se televisó…

Va con el nivel de la plaza; cada plaza requiere su toro. Y, a veces, los recortadores se comen toros que los toreros no quieren. Así que, igual que hay plazas, como eso que me dices, que el toro tendría que haber sido un puntito más, hay otras en las que no se debería de llegar a ese nivel de toro; es que es una locura. 

“Nos deberíamos dejar llevar más por las emociones vividas en el momento”

¿No es un poco injusto valorar el arte con un número?

Sí, me parece que es injusto, pero es una competición. Si vas a una corrida, no es una competición…

Pero ninguno se quiere dejar pisar por el de al lado… 

En un concurso somos cuatro compañeros en un mismo toro y, si no se puntuara así, no llegaríamos a ningún sitio. También es cierto que creo que nos deberíamos dejar llevar más por las emociones vividas en el momento. Es muy difícil valorar.

¿Qué piensas de que el recorte sea obligatorio?

Pienso que no está bien, porque al final cada uno tiene que hacer lo que sabe hacer. Tú vienes a ver a Poca quebrar, tú no vienes a verle recortar. Si a mí me toca con dos recortadores en un grupo, a ellos les estás dando esa ventaja y a mí me la estás quitando. Es injusto. Dicen que la madre del cordero es el recorte, pero no es verdad; la madre es una rodada, pasarle al toro por la cara. Los quebradores no suelen durar porque las cogidas son muy fuertes; estás quieto y cuando te coge un toro así te hace mucho daño con el golpe seco.

¿Por qué te decantaste por el quiebro en lugar del recorte?

Porque es lo que más me llena y donde más miedo y emoción siento. 

¿Eres supersticioso o maniático?

Soy mucho, sobre todo creyente, y le pido mucho a los míos que no pase nada y que me protejan. La única manía que suelo tener es salir por el lado izquierdo del burladero y la mayoría de las veces me acuerdo, pero si no, no pasa nada.

“Zaragoza me roba el sueño”

Cambiando de tercio, ¿qué tiene Zaragoza de especial?

Es muy especial; el cariño de esa plaza hacia los recortadores es brutal. Hay mucho respeto; creo que de los años que llevo saliendo nunca he visto que hayan pitado a un recortador, aunque hayan pegado el recorte de su vida. Son gente comprensiva, gente muy campechana y muy amable. 

Bueno, a fin de cuentas te estás jugando la vida; hay que respetar al que se está jugando la vida, independientemente de si te sale bien un día o no

Sí, pero el público es soberano y eso no pasa en todos los sitios; no todas las plazas son tan respetuosas. Por eso Zaragoza tiene ese sabor diferente al de otras plazas. 

Zaragoza vibra distinto. 

Zaragoza es única. Si a día de hoy sigo compitiendo, es porque me queda ganar esa plaza. 

Hemos hablado de Valencia, Pamplona, Castellón, Zaragoza… ¿Con qué plaza te quedarías?  

Si me tuviera que quedar con una, me quedaría con Zaragoza porque es la que me roba el sueño. Creo que le debo mucho y, hasta que no cuaje eso, o intentar rematarlo, no me iré de aquí. 

Haces pocos concursos, ¿verdad?

Sí, creo que mi toreo no es para expresarlo todos los días porque me revienta un toro. 

¿Qué legado te gustaría dejar en el mundo del toro? ¿Cómo te gustaría que se te recordara?

Me encantaría que se me recordara como una persona con mucha cabeza, sabiendo hacer las cosas delante del toro, con mucha clase y temple y, sobre todo, una persona muy humilde y un luchador. 

Para leer la crónica de la Final del Campeonato de España de Recortadores en Castellón donde cayó herido Poca, pincha aquí.

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