El sábado tuvo lugar un complicado y polémico Concurso de Roscaderos nocturno en Figueruelas protagonizado por las siempre bravas vacas de Don Jesús Marcén y en el que, por fin en esta temporada, Gallur se alzó con la victoria. Llevamos un mes de agosto con varios concursos a la medianoche o rozándola, unas horas intempestivas para los animales y también con una iluminación nocturna muy distinta a la habitual. Pero es que, además, en Figueruelas hubo muchos problemas con dicha iluminación, y por momentos el concurso se tornó más peligroso de lo que ya de por sí es.
Un concurso de roscaderos es el concurso con más verdad que existe de todos los que se llevan a cabo en el festejo popular en este país. En otros concursos los participantes se pueden tapar. Es decir, si a un recortador de anillas no le gusta una vaca, puede taparse y dejar que pasen los tres minutos sin emplearse con el animal. Si a un recortador de toros no le gusta su toro, también puede aliviarse y pasarse el morlaco más lejos.
Sin embargo, en los cestos no hay alivio ninguno; los roscaderistas no se pueden tapar. En los medios esperan a la vaca, sea cual sea la que les haya tocado, en muchas ocasiones, sabiendo de antemano que hay un 99% de posibilidades de cobrar. Pero la gente del cesto traga con todo en los medios, porque esta gente es brava y noble, como lo es la tierra en la que esta suerte es la reina de todas las suertes. Una tierra que se mueve para ver cestos, de pueblo en pueblo, rematando la temporada en la Catedral. En Zaragoza. Colgando en todos y cada uno de los concursos un “no hay billetes”, porque la emoción que se vive con el cesto es única.
Dicho esto, y sabiendo que un roscaderista en los medios no tiene escapatoria, salir a oscuras es multiplicar mucho el riesgo y el peligro. Además, de que las reacciones de los animales van a cambiar mucho. Eso pasó el sábado en Figueruelas; algunas cuadrillas participaron en penumbras, otras ni siquiera pudieron participar. Contemos lo sucedido la noche del sábado en la localidad maña.
Cuadrilla Utebo-Monzalbarba vs Monerita, nº 99
Les tocó abrir plaza a la cuadrilla que una semana antes se alzó con dos victorias en un mismo día. Abrió plaza Utebo-Monzalbarba para enfrentarse a una gran vaca: Morenita, nº 99, de la J. Don Jesús no cría una Morena mala; en esa familia de vacas tienen genes, raza, casta y bravura para dar, vender y regalar. Y la 99 no se quedó atrás.
De salida, Kimera se la llevó hasta las tablas, pero es que, además, la vaca se paseó antes de dirigirse a por el cesto para pegar con todo, pegando fuerte, al centro y desplazando a la cuadrilla por el círculo central. Los roscaderistas giraron el cesto en el momento justo, pero la vaca se quedó enganchada al mimbre del pitón izquierdo. Casi 20 segundos duró ese primer golpe en el que la vaca se empleó y se desgastó demasiado.
Una vez desenganchada, Kimera se llevó muy bien a la vaca. Morenita volvió otra vez a por el cesto con mucho ímpetu, tanto que perdió los cuartos traseros pegando. No tengo claro si ese golpe no le hizo mucho daño al animal. Después, la vaca siguió pegando muy fuerte. Tanto es así que en cada una de las 9 entradas válidas que les otorgó el jurado, consiguió desplazar a esta fuerte cuadrilla por el círculo central. Además, hubo un gran trabajo de Kimera y Aitor Genzor moviendo a la vaca.
En esta actuación la iluminación comenzó a dar fallos, pues en algunas ocasiones se fue fugazmente la luz.
Cuadrilla Plasencia-Bárboles vs Enfurruñada, nº 395
Lo que le ocurrió a la cuadrilla de Plasencia-Bárboles no tendría que haberle ocurrido nunca, bajo ningún concepto, en una Plaza de Toros. Salieron en segundo lugar, y en el sorteo les correspondió Enfurruñada, nº 395, una seria vaca con mucha casta y bravura. La cuadrilla esperaba en el círculo central la salida de esta pintura de vaca y, nada más asomar la vaca, se fue la luz. Enfurruñada no vio al citador, pues no había luz, y se fue directa a por el cesto. La vaca pegó arriba, calamocheó un poco y se fue.
Después, en tinieblas, volvió a pegar con todo, sacándolos, derribándolos y eliminándolos en menos de un suspiro. Seguramente, esta vaca hubiera eliminado de todas formas a la cuadrilla, pero no se puede jugar uno la vida a oscuras.
Cuadrilla Luna vs Coscovilla, nº 79
A continuación, les tocaba salir a la cuadrilla de Luna y a la número 79 de Jesús Marcen, Coscovilla. Sin embargo, después de tantos cortes de luz, las cuadrillas se reunieron y acordaron que, si la luz no se arreglaba, no iban a salir a jugarse el tipo en tinieblas. La luz parecía que se había arreglado, pero la cuadrilla fue firme en su decisión de no salir sin las medidas necesarias de seguridad. Así que el público no pudo ver ni a esta cuadrilla cincovillesa ni a la 79 de Marcén.
Cuadrilla Fuente de Bañera-Cinco Villas vs Avispa, nº 110
La jovencísima cuadrilla Fuente de Bañera-Cinco Villas no estaba anunciada para el concurso de roscaderos del sábado en Figueruelas. En su lugar estaba la cuadrilla Virgen de la Oliva, pero a última hora no pudo asistir. Estos jóvenes valientes estaban en el tendido para presenciar el concurso como público y se ofrecieron a sustituirles. La cuadrilla de Luna les dejó el cesto y el incombustible Saúl Pardo salió con ellos para hacerles de citador. Posiblemente, fue una de las mejores actuaciones de la noche.
En suerte les correspondió Avispa, nº 110. Una espectacular y preciosa vaca muy exigente a la que hicieron frente con mucha casta y raza. De salida, Saúl Pardo se la llevó hasta las tablas. Después, la vaca entró con todo, pegando solamente con los cuernos en el cesto, sin meter la cabeza, pero con muchísima fuerza. Tanta que los desplazo por todo el círculo central. Saul enseguida estuvo al quite para sacarla del cesto y del círculo.
Avispa desplazó a esta cuadrilla en las 8 entradas válidas que consiguieron. Además, en algunos golpes llegó a calamochear, complicando la labor. Pero ahí estaba Saul, siempre al quite, dando su primera masterclass de la noche de cómo trabajar a una vaca para el cesto. He escrito muchas palabras sobre el joven recortador-citador-corredor de Paniza, pero por muchas que escriba siempre me quedaré corta. Fue un auténtico espectáculo para los presentes el verle trabajar una vez más. Maravilloso.
Cuadrilla Utebo vs Legionaria, nº 35
A la cuadrilla de Utebo le correspondió en suerte la vaca marcada con el número 35 en el costillar, de nombre Legionaria. La vaca de salida se fue con el citador; después pegó en el cesto sin emplearse mucho. Durante los primeros instantes parecía que la vaca era muy repetidora, pero la cosa cambió.
La actuación se realizó en penumbras, con una iluminación muy escasa. No tengo muy claro si el animal podía ver bien con tan poca visibilidad, pues tras los citadores sí acudía, incluso les hacía hilo, pero al cesto le costaba mucho arrancarse. A pesar de todos estos problemas, la cuadrilla de Utebo consiguió con Legionaria un total de 10 entradas válidas.
Cuadrilla Ebro-Jalón vs Gineta, nº 325
La cuadrilla Ebro-Jalón fue la siguiente en hacer acto de presencia en el ruedo para verse las caras frente a Gineta, nº 325. Una seria vaca, muy guapa, que salió haciendo caso al citador, pero que después se arrancó a por el cesto con el alma. Desplazó a la cuadrilla de punta a punta del círculo central. Los roscaderistas consiguieron librar al borde de la línea, girando el cesto. En todos los primeros golpes que entró este animal, lo hizo con fuerza y desplazando a la cuadrilla; desgastándose muchísimo. Al final, con un buen trabajo de Cheli, que estaba de citador, consiguieron un total de 12 entradas válidas.
Cuadrilla Frente Colono vs Paniquesa, nº 69
En penúltimo lugar le tocaba actuar a la cuadrilla cincovillesa Frente Colono. En suerte les había correspondido una buena vaca, Paniquesa, nº 69. Sin embargo, no se enfrentaron a ella. Salieron al círculo central, y estando ahí esperando a la vaca, se fue la luz. Las cuadrillas habían hablado de que si volvía a pasar, no iban a actuar. Así que se retiraron. Esta cuadrilla, además de los problemas de luz, venía de vivir un momento muy duro con un serio percance, esa misma tarde, en la localidad de Rivas. Así que, acertadamente, no concursaron. A veces, lo que parece importante deja de ser importante cuando lo que de verdad importa aparece. Y eso es lo que pasó. Sin luz, sin medidas de seguridad y con la cabeza puesta en donde tenía que estar, que no era en Figueruelas, lo mejor que podían hacer es lo que hicieron. Desde aquí, nuestros mejores deseos por una buena recuperación de Álvaro.
Cuadrilla Gallur vs Morena, nº 279
Para cerrar la noche tenía que actuar la cuadrilla de Gallur. Una cuadrilla que desde el primer momento tenía claro que quería actuar. La luz no funcionaba, el público cabreado, el capitán de la cuadrilla presionando para que arreglasen los focos y poder salir al centro del ruedo a esperar a Morena, nº 279. Tras una espera, la luz se arregló y la cuadrilla pudo realizar su actuación. Recordemos que el concurso comenzó a las 12 de la noche; pueden imaginar ustedes las horas que eran a esas alturas del concurso.
Morena, la 279 de la J, hace pocas semanas puso en serios aprietos a Los Furtivos, en el concurso de Quinto. Vaca con la que ganaron, pero que por poco no los descalificó; concretamente, gracias a que el pie de Alberto Porche quedó dentro del círculo. Pues bien, esa vaca que hace unas semanas se dejó el alma empujando, el sábado salió de otra forma completamente distinta. La vaca debió pensar: “A estas horas, que empuje otra”.
Ella salió y se fue tras Saúl Pardo, que actuaba por segunda vez esa noche, esta vez con su cuadrilla. Después fue a por el cesto, pegó y se fue, sin emplearse. Eso sí, a pesar de que el animal no quería meter riñones, sí que quiso repetir, y no vean ustedes de qué manera. Entre que la vaca no paraba de repetir y que Saúl Pardo dio la segunda masterclass de la noche, haciendo con la vaca lo que le daba la gana —y esta vez sin la siempre certera ayuda de Chus Zaldívar, que se había lesionado esa misma tarde—, la cuadrilla consiguió un total de 18 entradas válidas. Consiguiendo con ellas un ansiado, deseado y merecido primer puesto. Enhorabuena.
La cuadrilla celebró la victoria dándole todo el protagonismo y manteando a Joaquín Casado, pues fue la primera victoria que se lleva desde que lleva saliendo con Gallur en los concursos. Ya le tocaba saborear y disfrutar del triunfo. Además, con fuegos artificiales incluidos.
De esta forma, concluyó este controvertido, polémico, peligroso y emocionante concurso de roscaderos de Figueruelas. Larga vida al cesto.