En la mañana de este domingo se ha corrido el último encierro de 2025 en la localidad navarra de Peralta. Seis utreros, magníficamente presentados, de la ganadería salmantina Pedrés, han llenado el recorrido de belleza y picante. Novillos con hechuras de toros que imprimieron velocidad y emoción, brindando a los mozos la oportunidad de disfrutar en la despedida de Peralta este año. Esta misma tarde, Cristiano Torres, Álvaro Serrano y el navarro Nabil “El Moro” serán los encargados de lidiarlos en la plaza.
Sin más preámbulos, contemos lo ocurrido en el último encierro de Peralta 2025.
A las 9 de la mañana en punto ha subido el último de los cohetes al cielo y el portón se ha abierto para que los doce animales —los seis de Pedrés junto a seis bueyes— saltaran al asfalto. A pesar de que uno de los grandes cabestros ha salido por delante, enseguida los bravos le han adelantado, llegando a la altura de la cuesta del Pretil por delante cuatro de los morlacos. Breves, pero buenas y emocionantes carreras de los habituales de los primeros tramos.
Justo cuando se estrecha esa calle, varios jóvenes han comenzado ahí muchas buenas carreras, pero a su vez el último de los novillos ha tropezado y se ha dado de bruces contra el suelo. Afortunadamente, y a pesar de que se ha vivido un instante de tensión, se ha reincorporado pronto y ha seguido rápidamente a la manada que llevaba por delante. Emocionante todo.
Al llegar a la parte ancha del recorrido, el primero de los bravos se ha abierto a la derecha, comprometiendo a los mozos que llevaba delante y a los que estaban ahí parados. La torada, que avanzaba a gran velocidad, se ha estirado mucho, llegando a disgregarse y a partirse por completo en varios grupos de animales. Los bravos metían las caras a los lados, con intenciones, transmitiendo peligro y emoción. Los mozos, a su vez, tragaban y aguantaban delante de ellos, ofreciendo carreras de mucho mérito.
Al ir tan disgregados y tan sueltos los novillos, los mozos han podido realizar varias carreras en un mismo encierro. Algunos de ellos dejaban pasar a los primeros bureles para colocarse con los de atrás, mientras que otros han podido correr unos metros con cada uno de los bravos que iban pasando.
De esta forma hemos visto auténticas delicias de carreras por el centro de la calle, no excesivamente largas dada la exigencia que imprimían los bureles, pero muy bonitas y con mucha clase. Realmente bellísimas.
En la recta final de Juan Bautista Irurzun, la presencia de corredores ha aumentado y con ellos se han multiplicado las emocionantes carreras delante de los bravos que, insisto, exigían mucho. Mucho picante y mucha emoción en este último tramo. En esta parte final, la velocidad seguía siendo altísima, sin embargo, los cuatro primeros morlacos ya iban un poquito más juntos y no metían tanto las caras a los lados, así que los mozos han disfrutado con ellos.
A una distancia considerable llegaba el quinto de los bravos, en solitario, y los corredores que se retiraban de los cuatro primeros han echado el resto para colocarse con él y con el sexto, que también llegaba con opciones. Ninguno de los morlacos ha chocado hoy con el vallado ciego de la última curva antes de enfilar la bajada al callejón.
Al final, preciosas y escalonadas entradas a la Plaza de Toros de Peralta. De esta bonita forma ha concluido este exigente último encierro y se han despedido los encierros en Peralta 2025. Unos encierros que nos han dejado mucha belleza, mucho trapío, mucha emoción, mucho picante, muchas carreras y un balance de heridos muy bueno. Hasta el año que viene, Peralta.