Esta mañana se ha celebrado en Lodosa un encierro muy particular para despedir el ciclo de sus fiestas patronales: 19 vacas de Don Eulogio Mateo y un buey. Una cita singular y peculiar que ha contado con menos corredores que en jornadas anteriores, pero cargada de auténticas obras de arte en forma de carreras.
A las 9 en punto, el último de los cohetes ha estallado en el cielo, y un buey ha hecho acto de presencia en la calle, seguido de 19 bravas en una estampa realmente bella. El propio Eulogio Mateo ha salido tras ellas, corriendo, y arreándolas por detrás. En la plazuela de la Cruz hemos visto al primer mozo atreverse a meterse un poco con ellas. Después han avanzado solas hasta la Avenida Navarra, donde también han recorrido los primeros metros sin presencia humana.
Pero ahí, justo al inicio de la Avenida, aguardaban cuatro valientes mozos. Una cárdena oscura lideraba el grupo, sacando ventaja al resto de sus hermanas e, incluso, subiéndose por la acera izquierda. En paralelo, los cuatro corredores han ejecutado carreras muy bellas con todas las vacas estiradas detrás de ellos. Cuando se han visto desbordados por la velocidad de las reses, se han retirado con limpieza a los laterales. Uno de ellos ha decidido volver a entrar en la cara de las últimas vacas para efectuar una segunda carrera. Emocionante y muy bonito.
Una vez han terminado estas carreras, hemos visto un auténtico carrerón por parte de uno de los corredores más extraordinarios que ha dado Navarra, —al que tuvimos la suerte de entrevistar el día 7 de julio—. Se ha colocado en el centro de la calle y, con sus características grandes zancadas, ha volado delante de los 20 animales de Eulogio. Una auténtica belleza de carrera, con la colocación perfecta y a la distancia precisa. Cerca, una joven corredora siguiendo sus pasos en el lateral derecho de la calle, aprendiendo del maestro. Maravillosa estampa de ver tantos metros de la calle con 19 vacas muy estiradas corriendo a alta velocidad y este corredor corriendo delante, guiándolas y ofreciendo su maestría: pura poesía.
Unos cuantos metros antes de llegar al final de la Avenida, este mozo se ha retirado de delante de las primeras vacas y le han tomado el relevo unos pocos de mozos que ahí aguardaban, mientras, él ha seguido hasta el final de la calle con el resto de vacas. Estos mozos, en especial dos de ellos, han firmado también preciosas y meritorias carreras. Uno de ellos se ha retirado a la izquierda antes de llegar a la curva, pero otros han enlazado sus carreras en la calle Plaza de Toros. Sencillamente, precioso.
La entrada al albero también ha sido espectacular, con varios jóvenes pisando la arena con las vacas detrás. Poco a poco, han ido accediendo al albero los 20 animales y poniendo un broche de oro a los encierros de Lodosa 2025. El encierro de hoy ha tenido sabor y clase: pocos corredores, muchos animales y, sobre todo, grandes dosis de belleza.
Para cerrar las mañanas vaquilleras, han soltado vacas en la plaza de la ganadería de Pincha.