“Con sombra de torero grande”, tituló Ignacio Murube en Por el Pitón Derecho el día que Aarón Palacio hizo el toreo en la Maestranza, la primavera pasada. Y es que el joven novillero desborda torería, clase, temple y pureza por todos los poros de su piel. Aarón es de ese tipo de personas que yo llamo “los elegidos”, esas personas tocadas con una varita mágica. Personas con luz, con don y con un aura especial.
Nadie conoce el futuro, y tal vez sea demasiado pronto para aventurarlo, pero —como decía Ignacio aquel día— Aaron Palacio tiene pinta de torero grande. Pinta de llegar muy alto por la vía de la calidad y del gusto, por el camino de la verdad y el valor. Estamos ante una promesa de futuro que es ya un presente muy firme, pues antes incluso de comenzar esta temporada lo hemos visto anunciado en las plazas de primera más importantes.
Todo un reto y una responsabilidad que Aarón afronta con serenidad, ilusión y una madurez poco habitual para su corta edad. De momento, ha cosechado triunfos en cada tarde que ha hecho el paseíllo y, de no ser por los aceros, estaríamos hablando de puertas grandes consecutivas. Por delante le esperan Zaragoza, Madrid, Sevilla y Arles, entre otras. Sí, le esperan, porque su nombre cada día suena con más fuerza en los mentideros taurinos.
Aarón Palacio está poniendo a Biota en el mapa a lo largo y ancho de la geografía taurina, pues aficionado que lo ve, aficionado que se enamora de su toreo elegante y bueno. Biota, ubicada en la comarca zaragozana de las Cinco Villas, es una población con fuerte afición al festejo popular. Todo parecía indicar que esos serían los pasos de Aarón, pero cuando uno nace torero, no hay nada que lo desvíe. El Maestro Antonio Chenel “Antoñete” decía que “además de ser torero, hay que parecerlo”, pues Aaron Palacio no sólo lo parece, sino que se le ve a legua.
Y ahí, en Biota, en casa de sus abuelos, nos recibe con una sonrisa, a 48 horas del mano a mano en la Plaza de Toros de La Misericordia de Zaragoza junto a Cristiano Torres. El día que su padre le regaló la muleta, perdimos un recortador, pero somos muchos los que pensamos que tenemos delante a un torero que va a marcar una época en el toreo. Pasen, lean y disfruten del saber estar de un prometedor novillero que tiene soñando en torero a toda una región.
“Afronto Zaragoza con ganas e ilusión”
Pregunta: Zaragoza. Sábado Santo. Tu tierra. Tu gente. Tu presentación con caballos. ¿Cómo afrontas esta tarde?
Respuesta: Con muchísima ilusión, como te puedes imaginar, con muchas ganas. Siempre digo que tengo una espina clavada de “sin caballos” de la tarde que toreé en Zaragoza sin picadores. Así que la afronto con muchas ganas, con ilusión y con ganas de que se vea una tarde bonita porque creo que el cartel es para eso.
El año pasado no pudo ser… pero este sábado, por fin, te anuncia el cartel de Zaragoza. ¿Cómo ha sido ese camino hasta llegar a esta tarde?
No me suelo nunca meter en el tema de las negociaciones. Creo que mi trabajo es otro. Creo que tengo que estar centrado en entrenar, en estar enfocado en preparar las tardes. Sé que el año pasado no se pusieron de acuerdo y que este año, imagino que con diferencias de opiniones, al final se ha llegado a un acuerdo. Así que contento, porque, además, compartir tarde con un torero de la tierra creo que hace atractivo el cartel y creo que puede hacer que a mucha gente le cause interés el ir a vernos.
Vayamos a los comienzos. Biota, un rincón de las Cinco Villas donde manda el festejo popular… Y sin embargo, tú soñaste con luces, con traje de oro, con la muleta y el temple. ¿Cómo nace ese sueño de ser torero justo aquí?
Pues fíjate, empecé también con el festejo popular. Recuerdo que me venía a buscar a las escuelas Patricia Cirez, porque soy muy amigo de su hijo Daniel, y nos íbamos a los pueblos en los que ella iba con la ambulancia a recortar los becerros.
Recuerdo verte en Sabinar, entre otros sitios…
A Sabinar, a Santa Anastasia, a Bardenas, a todos los pueblos de por aquí he estado. Y un día, a mi padre se le ocurrió regalarme una muleta y fue un poco el culpable de que yo me interesase por el mundo del toreo y el festejo mayor. Y, lo que es el destino, un día conocí a Miguel Cuartero, que es la persona con la que empecé, y fíjate hasta dónde hemos llegado.
“Torero se nace”
Si tu padre no te regala una muleta, ¿hoy serías recortador?
Creo que no, porque soy de la opinión de que un torero nace torero y que, por circunstancias de la vida, cada uno comienza en un momento. Soy fiel creyente de que torero se nace y que las figuras del toreo nacen ya siéndolo y, si no hubiera sido por mi padre, que gracias a él estoy aquí, estoy seguro de que hubiera sido por otra cosa.
“Esa tarde de Valencia fue muy bonita”
Después de los éxitos de la pasada temporada, la presente ha comenzado fuerte, anunciado en las plazas más importantes ya en primavera y cortando la primera oreja de la Feria de Fallas. ¿Cómo fue esa tarde en Valencia?
Esa tarde de Valencia fue muy bonita. Fui sabiendo que con el cartel que había iba a haber competencia porque estaba acartelado con Marco Pérez y Juan Alberto Torrijos, que aunque lleva menos bagaje. Estar acartelado con novilleros de la categoría de Marco hace ver que yo también estoy haciendo las cosas bien. Fui, como a todas tardes, con mucha ilusión y muchas ganas. Creo que me salieron las cosas muy bien, salvo la espada, pero estoy seguro de que lo voy a cambiar y voy a mejorar. Si no creo que hubiese podido salir a hombros, pero aún así me quedo con las cosas positivas porque creo que fue una tarde que me dio mucho, tanto de cara al exterior como para mi interiormente.
Además, se da la circunstancia de que hace unos meses, desgraciadamente, sufrieron en esa tierra, en Valencia, las consecuencias de una DANA devastadora; tú estuviste ahí con los pies en el barro, arrimando el hombro. ¿Cómo viviste esa desgracia?
La desgracia la viví… me costó. La verdad es que lo que había visto en televisión no era nada de lo que luego se veía en la realidad; había mucha gente necesitada. Estuve a punto de no ir porque me llegó información de que estaban diciendo que la gente molestaba más que ayudaba, y tengo la suerte, o la desgracia, de conocer gente afectada. Hablé con ellos directamente y me dijeron que necesitaban mucha ayuda, que todo lo que pudiésemos llevar y toda la gente que pudiésemos ir era poca. Entonces no lo dudé un momento, cogí mi coche y me fui para allí. Luego ahí, hice lo que pude. Ayudar a gente cuya casa estaba enronada de barro.
“El toreo te da valores que la sociedad está perdiendo”
¿Esos valores los da el toreo o te los ha dado la maravillosa familia que tienes?
Primeramente, te los da la familia. Creo que la educación cada uno la trae de casa, pero es verdad que el toreo también te da una serie de valores que hoy en día se están perdiendo en la sociedad. En este caso era la empatía, ponerme en el lugar de los otros. Nunca se sabe cuándo te puede pasar a ti y me gustaría que esa gente también viniese.
Estás en la boca de muchos aficionados, pero lo más bonito es que estás también en sus corazones. ¿Cómo se lleva esa responsabilidad cuando uno tiene por delante ir a Zaragoza, Sevilla, Madrid, Arles…?
Paso mucho miedo por muchas razones. Primero por el toro, por la responsabilidad de querer estar bien, por la gente que me apoya mucho, por los aficionados que tienen esperanzas en mí. Además, las plazas que has nombrado son plazas muy importantes y soy consciente de que tanto el triunfo como el fracaso cuentan mucho. Intento vivir las tardes una a una y hacerlo con toda la felicidad que se puede, porque se pasan malos ratos… Pero hay algo que me repite mi cercana, que es que disfrute, que si no, tampoco vale la pena. Así que eso es lo que intento hacer.
“Mi mayor miedo es el fracaso”
Hablas de miedo, ¿cuál es tu mayor miedo?
Está claro que el toro da mucho miedo y hay muchas más cosas, pero mi mayor miedo es el fracaso, a no estar bien, a no estar a la altura de las expectativas que yo mismo me he creado estando bien otras tardes. También es verdad que me veo capaz de solventarlo bien y no es algo que me afecte mucho, pero si tengo que decir uno, sería ese.
Torero aragonés, tierra de casta y nobleza, pero una tierra en la que parece difícil llegar a ser figura, y sin embargo, el aficionado de esta tierra ve que el sueño de ver un figurón del toreo de su tierra es más posible que nunca. ¿Cómo de difícil lo tiene un novillero en esta tierra?
Al final, un novillero aquí lo tiene igual de difícil que un novillero en Extremadura, Salamanca o Andalucía. Cierto es que he tenido que dar el paso de irme a vivir a otro sitio, pero yo mis comienzos los tuve aquí. El oficio primero que cogí fue con vacas y con ganaderías de esta tierra; y, aunque es verdad que el estar ahí, que te vean, el poder tentar mucho más, el poder ir de tapia mucho más, pues eso te da mucho. Pero una persona que tenga claras sus ideas, que sepa de verdad lo que quiere, da igual que esté aquí, en Francia o en Sevilla.
“Si algún día consigo ser figura del toreo, seguiré siempre al lado de Mar de Nubes”
Te formas en la Escuela Taurina de Zaragoza, que lleva un nombre precioso: “Mar de Nubes”. ¿Qué significa para ti esa escuela, y qué ha significado en tu evolución?
Mar de Nubes es una familia. Mar de Nubes se creó hace muchos años con la intención, simplemente, de fomentar la tauromaquia porque en Aragón se había perdido un poco la afición, en general, de la gente hacia las corridas de toros. Después, por la demanda de jóvenes con la idea de querer ser toreros, se creó la escuela taurina en la que sigo estando. Y digo que sigo estando, porque aunque ahora viva fuera y tenga mi equipo externo a la escuela taurina, siempre voy a estar en Mar de Nubes. Es una familia, hay mucha gente que se junta con nosotros para vernos evolucionar, que nos sigue a las plazas y es algo muy bonito. Si algún día consigo ser figura del toreo, me siento en la obligación de seguir siempre al lado de Mar de Nubes y apoyar ese proyecto tan bonito, que sólo hace bien a la fiesta en Aragón.
Pureza, verdad y clasicismo.
Defíneme tu toreo en tres palabras
Pureza, verdad y clasicismo.
Torero por la vía clásica, del temple, el arte y, sin duda, el valor, ¿en qué espejos te miras? ¿Quiénes son tus referentes?
El primero en Morante. No intento imitarlo, porque no me gusta imitar a nadie, porque cada uno tiene que tener su personalidad, pero Morante es el torero que más me gusta ver junto con José Tomás y todos los toreros de los años 70-80. Creo que eran toreros con una personalidad arrolladora, que transmitían ganas incluso siendo figuras del toreo y salían cada tarde como si fuese la última. Por desgracia, cada vez quedan menos vídeos, pero me encanta verlos porque aprendo mucho de ellos.
¿Te sirven de inspiración?
Totalmente. Aunque no intentes imitar nada, siempre coges cosas de todos y las intentas añadir a tu toreo dándole tu sello propio.
En Sevilla ya te presentaste y las crónicas de ese día fueron poesía de lo que ahí se vivió; el 18 de mayo repites. ¿Crees que es una plaza en la que tu toreo, por su concepto, va a llegar especialmente?
Creo que en Sevilla hay muy buenos aficionados que valoran el toreo bueno, que es el que yo intento hacer. Pero, también te digo, que buenos aficionados hay en todos los sitios. En Sevilla valoran mucho ese toreo, pero en Madrid también hay muchísimos aficionados que valoran el ver torear bien; y en Zaragoza hay buenísimos aficionados que este sábado van a querer ver torear bien. Al final, todas las plazas tienen sus públicos distintos y eso también es lo bonito de la fiesta, que a cada uno le guste una cosa.
“Madrid, intento no pensar en ella, aunque a veces sea inevitable”
Además, nada más comenzar la feria de San Isidro, en la primera plaza del mundo, harás el paseíllo. ¿Impone más esa tarde sabiendo la afición tan exigente que acude a Las Ventas?
Madrid es una plaza que impone mucho. Pero, lo que te decía antes, estoy intentando no pensar en Madrid, en Sevilla, en Arles… Ahora, que ya ha pasado Garlin, sí que ya estoy pensando en Zaragoza; pero, hasta que no pase Zaragoza, no pensaré en Arles y así sucesivamente con las que vayan viniendo. Creo que si ahora mismo pienso en Madrid o Sevilla en lugar de Zaragoza, cuando pase la tarde de Zaragoza, me quedaré con las ganas de haberla disfrutado de verdad. Es algo que estoy intentando hacer desde que empezó la temporada, que hasta ahora lo llevo bien y, aunque soy consciente de la importancia que tiene Madrid, que es la Plaza más importante del mundo, intento no pensar en ella, aunque a veces sea inevitable.
“A todo el mundo le pone de acuerdo la bravura del toro”
¿Con qué tipo de toro sueñas? ¿Qué toro te gustaría que saliera por la puerta de chiqueros este sábado?
Soy un gran amante del toro, me encanta estudiarlo y tengo la suerte de vivir cerca de él. Me encanta ver su comportamiento, y en el caso de los tentaderos, el de las vacas. A todo el mundo le pone de acuerdo la bravura del toro: un toro bravo, que tenga humillación, nobleza, casta… Creo que todos los aficionados soñamos con ese toro; creo que ese toro es el que más te da como torero porque es el más difícil de torear bien, pero cuando al final eres capaz de someterlo y de hacerle la obra que sueñas con él, son los toros que más te dan.
Un toro exigente para tú sentirte más torero
Exacto. Exigente no quiere decir complicado; exigente de que sea un toro encastado, que embista en el capote y en la muleta, que sea un toro bravo, porque esos toros son los que te ponen arriba.
Y los que te quitan
Y los que te quitan, sí.
¿Cuál sería tu alternativa soñada? ¿Dónde, con quién, qué ganadería…?
Dónde no lo tengo claro, la verdad; me gustaría que mi padrino fuese Morante, eso sí lo tengo claro; mi testigo de alternativa me daría igual dentro de una de las figuras que están en lo más alto; y ganadería, si me acartelase con las figuras, la elegirán ellos, así que tampoco pienso en eso.
“El escalafón de novilleros con picadores está viviendo un momento muy bueno”
¿Qué le roba el sueño a Aaron Palacio?
Pocas cosas, la verdad, porque soy de dormir bien (sonríe), cuando me echo en la cama… Pero, ahora mismo, lo que me quita el sueño en muchos momentos es Zaragoza. Intento sólo pensar en Zaragoza, porque es que verdaderamente lo que pase el sábado es lo que tengo que disfrutar; lo del domingo, sabe Dios dónde estaré. Si algo me quita el sueño, hoy, 17 de abril, es Zaragoza.
¿Cómo ves el escalafón actual de novilleros?
Lo veo muy interesante, creo que hay novilleros con muchísimas condiciones para dar ese salto al escalafón de matadores y para que haya un relevo generacional que creo que es necesario. Hay mucha competencia y mucha rivalidad sana. El escalafón de novilleros con picadores creo que está viviendo un momento muy bueno.
Hubo un tiempo que parecía que no venía nada interesante, que no había relevo; sin embargo, ahora ilusiona ver lo que viene…
Exacto, creo que hay chicos con muchas condiciones y con ganas de aprovechar esas condiciones, que es importante también.
“Sólo tengo palabras de agradecimiento”
Hace una semana se presentó oficialmente tu Peña en Ejea… ¿Qué se siente al ver cómo tantos aficionados creen en ti y se ilusionan contigo?
Sólo tengo palabras de agradecimiento para toda la gente que pensó en mí y se juntó para crear eso, y también para toda la gente que, cuando se han enterado, se han hecho socios. Creo que en menos de un mes se han hecho ciento cuarenta socios; creo que es una pasada. Lo que montaron el otro día es el reflejo de la ilusión con la que hacen todo y sólo tengo palabras de agradecimiento para toda la gente que ha decidido apuntarse para ayudarme, para seguirme… Muchas veces, aunque estemos lejos de casa, el mirar al tendido y ver caras conocidas te da un subidón para aprovechar la tarde aún más si cabe.
Como una especie de motivación…
Exacto, porque al final hay tardes que se ponen cuesta arriba, porque los toros no embisten o por lo que sea, pues oye, el verte arropado, ver gente cercana que se ha desplazado para verte, te sientes en la obligación de decir “oye, esto no puede quedarse así y tengo que apretar como sea”.
“Soy un privilegiado”
Has vivido ya tardes importantes, en plazas de mucho peso… pero si tuvieras que quedarte con una, ¿cuál ha sido tu mejor tarde hasta la fecha? Y no hablo solo del resultado, sino de lo que sentiste tú por dentro.
Tengo varias. Por ejemplo, la tarde de Bilbao, de cara a que me diese a conocer, me dio mucho porque estaba la televisión; fue una tarde importante para mí. De esas tardes que me cogió el primero, me hizo daño en el tobillo y parecía que se iba a poner cuesta arriba, pero tú te impones a ti mismo y la tiras para adelante. Pero, artísticamente, creo que la tarde de Sevilla fue muchísimo mejor. Ha habido tardes en plazas de pueblos perdidos en casa de Dios en las que ha habido faenas que, cuando las he terminado, he pensado: “Si esta faena la hago en una plaza importante, la repercusión que tendría sería muchísimo mayor”. Entonces, cada tarde tengo que intentar quedarme con las cosas positivas, porque incluso la tarde más mala puede ser la que más te haga avanzar y crecer como torero. Si me tengo que quedar con una, me quedaría con la de Sevilla.
Después de estas fechas importantes de la primavera, ¿qué esperas del resto de la primavera?
Tengo ya varias novilladas firmadas, que aún no han salido los carteles y que irán saliendo, pero creo que al devenir de la temporada le va a influir mucho estas cuatro tardes que vienen ahora. Si estas cuatro tardes que tengo ahora va todo muy bien, salgo a hombros las cuatro, ojalá Dios, pues se me pondrá la temporada muy de cara, más de lo que la tengo, porque creo que soy un privilegiado porque el año pasado di motivos para que esta temporada me vaya bien…
“El toro no entiende de nada”
A nadie regalan nada en el toro…
Exacto, y menos en el toro, que no entiende de absolutamente nada.
¿Qué vas a hacer en las horas que quedan hasta hacer el paseíllo en La Misericordia?
Ahora me voy a la Ermita de Santa Elena que está en Biescas con mi amigo Roberto porque es un sitio muy bonito y da muy buenas vibras, para cargar energías y tener cerca a Dios, que es lo más importante para el sábado dar todo de nosotros.
Muchísimas gracias, Aaron, por tus palabras y te deseo la mayor de las suertes.
He leído una excelente entrevista Cristina, llena de mucho cariño por ambas partes.
Gran periodista