9.6 C
Navarre
sábado, 19 abril 2025

Entrevista a Chapu Apaolaza: “San Fermín es una fiesta, vívela”

ENTREVISTA A CHAPU APAOLAZA

La esencia del encierro en las palabras de Chapu Apaolaza

Mientras el bullicio de la gente sigue retumbando en las calles de Pamplona tras el primer encierro de las fiestas, sentimos que estamos todos más vivos que nunca, como si cada segundo del esta primera carrera hubiera recargado nuestras energías. En ese momento de pausa, uno de los rostros más conocidos de La Cuesta, Chapu Apaolaza, disfruta de un desayuno en el Bar Juanito. Entre pinchos y bocadillos, surge una conversación que desvela la esencia del encierro a través de sus palabras.

Escuchar a Chapu Apaolaza hablar del encierro es siempre un aprendizaje. Sus palabras, cargadas de emoción y reflexión, nos llevan más allá de la carrera, adentrándonos en el alma de San Fermín. Periodista, escritor, corredor, sanferminero… pero también padre, hijo, amigo, Chapu representa una sensibilidad única que logra transmitir como pocos la esencia de esta fiesta. Para él, el encierro no es solo una carrera de personas y toros, sino una experiencia profunda que conecta emociones y recuerdos.

“El encierro no tiene respuestas fáciles”, afirma. Y es en esa complejidad donde reside su magia, un espejo donde cada corredor enfrenta no solo a los toros, sino también a sí mismo. En este 7 de julio, día tan especial para Pamplona y título de su libro, nadie mejor que él para hablar sobre de la esencia del Encierro y de La Cuesta en el día más especial de las fiestas..

El primer encierro: una mañana distinta

Para Chapu, el primer encierro de 2024 fue un reencuentro lleno de emociones. Describe la carrera con precisión: “Bien. El típico primer encierro de todos los Sanfermines, con mucho nervio, bastante gente parada o atenazada. Con gente a distintas velocidades, es un encierro un poco a trompicones siempre, porque la masa del encierro no ha encontrado la manera de fluir”.

Tras un accidente que lo apartó de las carreras el año pasado, regresar ha sido motivo de felicidad a pesar de la incertidumbre previa: “Tenía mucho miedo porque pensaba que después de dos años sin correr iba a tener muchas malas sensaciones, pero la verdad es que ha sido un día feliz y bonito. No sé por qué, esta mañana estaba de buen humor, llevando el miedo natural de los nervios de cada día, pero con mucha alegría. Hoy he podido sentir volver a la calle con alegría, que no es fácil los 7 de julio, que normalmente todos son presagios, y nubarrones, y pesimismo. En cambio, hoy ha sido llegada al encierro muy alegre, preciosa. No he tenido frío, podía hablar con los amigos”.

El encierro como parte esencial de la vida

Hablar del encierro con Chapu es adentrarse en su significado profundo. Una de las muchas definiciones que le he escuchado a Chapu hacer del encierro y que me gusta es “un alma compuesta de dos mil almas”. Pero más allá de estas palabras, para él, el encierro no es solo una tradición, sino una parte esencial de su identidad: “Para mí, el encierro es lo que me hace ser quien soy, lo que me acerca a mi padre, a mis antepasados, a mi gente, a mis hijos, a mis amigos y lo que me une a todo eso. Y es algo que me hace sentirme vivo”.

La conquista del miedo

Al hablar de la esencia del encierro, Chapu subraya que, aunque las cifras y los cronómetros están ahí, no representan lo más fundamental de esta fiesta: “Creo que siempre tendemos a objetivizar el encierro en medidas, distancias, escenarios, velocidades, y creo que es un error. Está bien como para hablar de algo, y hay muchas historias ahí, pero la esencia del encierro es la conquista del miedo”.

La Cuesta un 7 de julio

La Cuesta de Santo Domingo es el corazón del encierro. Para Chapu, “La Cuesta en 7 de julio siempre parece distinta al año pasado. Algo parece más estrecho o más ancho, o más largo. Es diferente porque o hay más gente o menos, la pared raspa más o menos. Todo es distinto porque durante el año la memoria ha ido modificando las cosas y retorciéndolas, la realidad. Entonces, siempre es diferente. Son los reencuentros, que muchas veces no puedes ni estar con la gente porque tienes mucho miedo y nervios”.

Además, añade en referencia a la previa del día anterior: “La Cuesta del 6 de julio es la bomba de la fiesta, cuando en el marcador en las películas van quedando cinco, cuatro, tres, dos, uno… y entonces tú sabes que ahí va a empezar algo. Está empezando San Fermín de verdad. El 6 de julio es una víspera, es muy tal, es mi cumpleaños, reencontrarse con la ropa blanca, pero el 6 de julio no es un día de San Fermín todavía”.

Sanferminero por herencia

Nacido un 6 de julio, da la vuelta al sol cada julio por San Fermín, Chapu parecía destinado a ser sanferminero. Sin embargo, es la tradición familiar la que selló este vínculo: “No creo que haya sido por la fecha, sino porque mi familia siempre ha sido muy sanferminera”.

El misterio del encierro

El encierro, en su esencia, está rodeado de incertidumbre. Hay algo profundamente misterioso en arriesgarse, en jugarse la vida de gratis sin saber qué ocurrirá, algo que Chapu resume perfectamente: “Si tú me preguntas ahora mismo, después de correr el encierro del día 7, de verle los rizos a uno de La Palmosilla que venía por la acera izquierda y a las puertas de ir a la procesión te diría que sí, que todo merece la pena”.

Pero, con la misma sinceridad, admite que todo es una construcción mental y emocional. “Si a mí me coge un toro y me desgracia o me hiere muy gravemente pues en ese momento sentiré que he puesto en riesgo muchas cosas de mi vida. Nadie sabe si vale la pena.”, reflexiona.

Lo que hace grande al encierro es precisamente esa falta de certezas, esa frontera sin referencias claras. Solo aquellos que han pagado el precio más alto podrían responder si todo vale la pena, pero ellos ya no están para contar su historia.

El miedo, compañero inevitable

Para Chapu, el miedo es una constante. “Después de darle muchas vueltas, creo que lo que hay que hacer con el miedo es aceptarlo, invitarlo a que esté contigo”, nos cuenta. “Convivir con él y hablarle, y decirle: ‘Hola, bueno, ya estás aquí’”.

Chapu es contundente sobre lo que no se debe hacer: “Una cosa que no hay que hacer con el miedo es hacerle caso a los que te dicen ‘no tengas miedo’. Qué chorrada, ¿cómo no vas a tener miedo? Si puedes perder cosas en tu vida, ¿cómo no vas a tener miedo? Tenemos hijos, tenemos trabajos, tenemos padres… tenemos cosas que podemos perder en cualquier momento”.

No tener miedo sería un error: “Seríamos imbéciles si no tuviéramos miedo. El tío que entra en el encierro sin miedo es un imbécil. Además, ¿de qué te sirve entrar en el encierro si no te da miedo?”

El miedo es una experiencia intrínseca para quienes se enfrentan a situaciones de peligro. Sin embargo, lo más importante es cómo se gestiona. “Lo que hay que hacer es decirle al miedo ‘ven conmigo, estate aquí’”, explica. “Mira, son las 3 de la mañana, me acabo de despertar, acabo de ir al baño y ya tengo el corazón a 160. Entonces, túmbate a mi lado en la cama, que aquí vamos a esperar hasta que llegue el momento de levantarme”.

Aceptarlo no implica que desaparezca, pero permite convivir con él. “Luego, cuando llegas a La Cuesta le dices ‘mira, tío, aquí vamos a estar 50 minutos, no pasa nada, ven conmigo, porque cuando veas al toro te vas a ir’.

Chapu advierte que luchar contra el miedo es contraproducente: “Si luchas contra el miedo, es más fuerte que tú. No puedes pelear contra él, no puedes controlarlo; el miedo te controla a ti porque está hecho de ti, está hecho con tus miedos. Eso de ‘controla el miedo, lucha contra el miedo y no tengas miedo’ son las mayores chorradas que nos pueden decir en la vida”.

El encierro de Pamplona: esencia intacta

Nos dice que el encierro sigue siendo el mismo. Aunque los años traigan cambios inevitables, la esencia permanece intacta. “Sobre todo el que ha cambiado eres tú, el encierro se mantiene, afortunadamente, y se mantiene su esencia que es la de vencer el miedo”, asegura.

Aunque los corredores y sus estilos de correr cambien, el espíritu fundamental del encierro sigue inalterado. “A veces la gente está más cerca, otras veces corren de manera diferente, ahora los pibes, los cazapokemos están muy fuertes y son muy valientes.” Aceptar esos cambios es clave. “¿Es diferente? Sí, pero la esencia es la misma. Esto seguirá igual por los siglos de los siglos, nosotros nos iremos y esto seguirá igual”.

Según él, muchos temen que el encierro cambie, pero ese miedo proviene de un deseo de control. “Creo que uno de los miedos que tenemos siempre es porque nos gusta mucho el encierro y tememos que se modifique; y entonces queremos modificarlo o mantenerlo nosotros y eso es un signo de soberbia, yo no tengo que modificar nada aquí”, dice con claridad.

De generación en generación

Chapu entiende que el cambio en el encierro forma parte de un ciclo natural. “Que fluya y ya está”, resume con su habitual serenidad. El encierro que él vivió en su juventud era distinto al de su abuelo, y lo será también para las nuevas generaciones. “Igual que yo llegué y el encierro que yo he corrido era distinto al que corría mi abuelo, el que corra mi nieto si quiere será diferente”, reconoce, con una aceptación que transmite la verdad de que todo evoluciona.

Cuando los cambios son evidentes, se plantea que el verdadero cambio no está tanto en el encierro, sino en uno mismo. “Cuando estoy notando que el encierro ha cambiado mucho, y que los toros cada vez van más rápido, y que hay menos huecos porque hay antideslizante, y que los pibes se suben encima de los toros, se meten en la cara y le van contando cuentos a la oreja, pues la señal no es que el encierro ha cambiado, igual la señal es que yo discretamente tengo que irme a mi casa”, reflexiona con honestidad.

El momento de relajarse y disfrutar

Al hablar de los más veteranos, es tajante: “El que sobra en el encierro siempre es el mayor”. Para él, el mayor es quien, tras décadas de correr, se aferra al encierro con tanta pasión que a veces olvida que ya no está al mismo ritmo. “Lo que pasa es que el mayor intenta secuestrar el encierro, porque llevas 30 años aquí y esto te importa tanto que lo protegerías con tu vida”.

Sin embargo, reconoce que llega un momento en el que lo más sabio es relajarse y disfrutar del proceso. “En realidad, cuando has llegado a ese punto lo siguiente que debemos comprender es que en el encierro ya te ha pasado la manada. Disfrútalo y relájate, y ya está”.

La fiesta de San Fermín

Chapu Apaolaza tiene una visión muy clara de lo que significa la fiesta de San Fermín: un espacio para disfrutar, reír y compartir, y no tomarse las cosas tan en serio. En su opinión, algo ha cambiado en los últimos años entre los corredores, y esa transformación no siempre le convence. “Eso es muy importante. Eran conocidos los patas, la gente inconsciente, y eso ha cambiado mucho, mucho. Ahora, la gente es súper seria”, comenta con su estilo directo y sin rodeos.

La seriedad de los algunos corredores

Para él, la seriedad excesiva se ha apoderado de los momentos previos al encierro, algo que no tiene mucho sentido. “Antes del encierro todos los chicos súper serios, súper serios, venga, vamos a reírnos un poco que esto es una fiesta”. Insiste en que la actitud debe ser más relajada, que hay que disfrutar del ambiente sin tanto estrés. “¡Hay que contarles un chiste guarro o algo!”, bromea, aludiendo a esa chispa de diversión que, según él, debe reinar en el entorno del encierro.

Pero su crítica no se limita a los minutos previos al encierro. Chapu también señala la actitud de quienes, al no haber logrado colocarse delante de los toros, se dejan llevar por el desánimo. “No, chico, que estás en San Fermín, que no estás en unas oposiciones a policía foral ni en un juzgado”, exclama con humor. Para él, la fiesta no debe tomarse con tanta tensión. Hay algo más grande que el resultado de un encierro. “Esto es una fiesta y hay que vivirlo como una fiesta”, remarca, transmitiendo su filosofía de que el encierro forma parte de la fiesta y como tal hay que vivirlo.

Con sabiduría, Chapu insiste en encontrar un equilibrio: respetar el encierro, la fiesta, el santo y los compañeros, sin perder de vista la diversión. “Que se lo tomen en serio, pero joder, que se lo pasen bien”, concluye, dirigiéndose especialmente a los más jóvenes.

Disfrutar, no competir

Además, hace un llamado a relativizar las cosas y vivir el momento sin obsesionarse con la perfección. “Que lo disfruten, y que relativicen, y que no tienes que coger toro todos los días, y que no tienes que estar ahí… que no, que esto es una suerte que nos ha tocado”.

En su opinión, la verdadera esencia de todo esto no radica en el logro, sino en saborear cada instante. “Y si un día le ves los rizos y tienes esa sensación que terminas un encierro de ocho, que se te sale el corazón por la boca, pues ya está. Habrá merecido la pena”, dice con una mezcla de gratitud y sabiduría.

No duda en ofrecer un consejo paternal a los más jóvenes: “Yo cogería a los chicos por la solapa cuando se van a su casa enfadados porque no han cogido toro. ‘Tío, no vas a coger toro todos los días, esto es una fiesta, vívela’”. Un recordatorio de que la vida es mucho más que el resultado de un encierro y que la verdadera magia está en disfrutar de todo esto que considera un regalo, una suerte que la vida pone en el camino.

Si quieres leer la entrevista en su formato original, pincha aquí.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Lo más leído

Entrevista a Aaron Palacio: “Madrid impone, pero ahora sólo me roba el sueño Zaragoza”

“Con sombra de torero grande”, tituló Ignacio Murube en...

Dany Alonso gana la Final del Campeonato de España de Recortadores en Castellón

En la mañana de este domingo se ha celebrado...

La Mesa del Encierro de Pamplona estudiará colocar vallado ciego en Telefónica

Informa el Ayuntamiento de Pamplona que el día 4...

El Encierrillo de Pamplona: liturgia a la luz de la luna

Cuatro del cuatro. Cuatro de abril, la cuenta atrás...

Nace la Peña Taurina Aarón Palacio: apoyo firme al futuro del toreo desde las Cinco Villas

En la jornada de ayer sábado, se presentó oficialmente...

Tres de marzo. Día de la infancia en el tercer peldaño de la Escalera Sanferminera: Encierro Txiki

Encierro Txiki con carretones hoy lunes a las 17:30Tres...

Artículos relacionados

Categorías más vistas

spot_imgspot_img