ENTREVISTA A PATRICIA SANTOLAYA
Patricia Santolaya: “Quiero que las nuevas generaciones aprendan a mirar la tauromaquia desde otra perspectiva, con sensibilidad y respeto.”
Los Corrales del Gas son mucho más que un lugar donde se guarda a los toros durante los Sanfermines. En este espacio emblemático, los toros que protagonizan el encierro descansan y recuperan el peso tras largos viajes desde Andalucía hasta Pamplona, desde una semana antes de que comiencen las fiestas. Ahí los cuidan con mimo los mayorales de cada ganadería, como explica Juan Quiñones, mayoral de Cebada Gago, en nuestra entrevista.
Además, estos corrales atraen a miles de visitantes de todo el mundo, ansiosos y curiosos por ver de cerca a los astados. Desde el año pasado, gracias a la iniciativa de Pablo Sánchez (ver entrevista), también se han convertido en un espacio para el arte, albergando exposiciones fotográficas que celebran la tauromaquia desde diferentes perspectivas.
Este año, la protagonista de esta muestra es Patricia Santolaya, una fotógrafa vallisoletana cuya sensibilidad y talento le han ganado un lugar en este rincón especial de San Fermín. Desde el 30 de junio hasta el 12 de julio, su exposición en los Corrales del Gas ofrecerá una mirada única e íntima al mundo taurino, con imágenes que van más allá de lo evidente para capturar la esencia de los festejos populares y los encierros de Pamplona.
En esta entrevista, nos habla sobre su exposición, su pasión por la fotografía taurina y el significado de San Fermín para ella.
La exposición en Pamplona: un sueño cumplido
Para Patricia, exponer en Pamplona es un logro personal de enorme valor. “Es un reto propio muy grande”, confiesa emocionada. “Me enorgullece un montón que la ciudad de Pamplona me dé el privilegio de exponer mis fotografías en los Corrales del Gas, un lugar por el que pasa muchísima gente a lo largo de toda la feria. Que tantísima gente que va a ver los toros vea una simple foto mía es enorme. Pamplona es como el pico más alto que puedo llegar a tocar”.
Santolaya, que ha dedicado meses de trabajo a preparar esta muestra, explica que cada fotografía fue seleccionada con gran cuidado. “He intentado elegir las fotografías más especiales de Pamplona y una especial de cada lugar de España en los que he estado fotografiando. Quiero que las fotos transmitan algo, incluso a quienes no son aficionados a la tauromaquia. Que al verlas digan: ‘Me gusta esta foto, me transmite algo.’”
La pasión por la fotografía taurina
Patricia comenzó a hacer fotografías taurinas hace apenas un año y medio, cuando decidió comprarse una cámara de segunda mano. Aunque autodidacta, su trabajo ha sido muy bien recibido por los aficionados. “Me enorgullecía que me dijeran que tenía buen ojo y eso me ha animado más a seguir en el mundo del toro”.
El vínculo de Patricia con el mundo del toro comenzó en su infancia en Traspinedo, un pueblo muy taurino. “El mundo del toro desde muy pequeña me ha gustado mucho, ya que he crecido en un pueblo muy taurino como Traspinedo, y desde entonces lo he tenido dentro.”
Los niños, el futuro de la tauromaquia
Uno de los aspectos más conmovedores de su exposición es la inclusión de fotos de niños que aprenden sobre el mundo del toro. Patricia destaca la importancia de mostrar a las nuevas generaciones en su trabajo. “Sabes que en los corrales hay una ventanita para los niños y es importante porque son el futuro. Así que tenía muy claro que tenía que haber fotos de niños en el mundo del toro”.
Este detalle se refleja en su selección de imágenes, donde los niños adquieren un papel central. “Quiero que las nuevas generaciones aprendan a mirar la tauromaquia desde otra perspectiva, que vean lo que significa desde la sensibilidad y el respeto”, añade
Historias detrás del objetivo.
Cada fotografía tiene su propia historia, pero hay una que destaca por su carga emocional. “Fue en Cuéllar, el año pasado en septiembre… Salió un toro, Extrovertido, que se quedó separado de sus hermanos”, recuerda. “Fue un momento único. Un toro, Extrovertido, se quedó solo entre el polvo del amanecer.”
La instantánea captura ese momento de angustia y soledad del toro. “Un toro te produce miedo, pero en ese momento me produjo angustia y pena”, dice. La luz del amanecer y la situación hicieron que esa fotografía se convirtiera en una de sus favoritas: “Para mí es la foto más especial, ese momento lo tengo en la memoria siempre”, concluye.
Otro momento memorable fue fotografiar al novillero Rafael Reyes mientras se vestía de luces. “Jamás había visto a un torero prepararse. Fue un instante muy bonito, lleno de emociones.”
San Fermín: una experiencia inolvidable
Pamplona tiene esa magia especial: cuando te enamora, lo hace para siempre. Patricia Santolaya, en su primer año en San Fermín, sucumbió al encanto sanferminero y de la vieja Iruña. El año pasado fue su primera vez en Pamplona. “Me parece una explosividad de sensaciones y emociones increíble. El año pasado fue el primero que acudí y, al primer encierro que fui a ver a un balcón de Estafeta pensé “madre mía dónde me he metido”, pensaba que no iba a aguantar… pero, me encantó, sensaciones de todo tipo, de llorar, de reír, de angustia, de miedo… me parece increíble.”
Ahora, madruga para capturar la magia de la Cuesta de Santo Domingo. “Es increíble ver cómo la calle vacía se llena de vida. Allí se ve todo: el miedo, la alegría… Es algo único.” Su consejo para quienes aún no han vivido San Fermín es claro: “Invito a todo el mundo a que lo conozca porque no se vive igual en la tele, para contarlo hay que vivirlo y es enorme”.
La Fotografía Taurina es Fundamental
Ser mujer en un entorno tradicionalmente dominado por hombres no ha supuesto un obstáculo para Patricia. “Siempre me he sentido muy bien en este mundo. He conocido a personas maravillosas, tanto amigos como mi pareja, que también es corredor. Creo que el toro no es solo cosa de hombres; hay espacio para todos.”
Sin embargo, en redes sociales, Patricia ha tenido que enfrentarse a la tan aburrida censura que imponen allí. “Me han eliminado fotografías de pases de pecho, algo que desanima un poco porque no sé cuál es el criterio. Aun así, sigo compartiendo mi trabajo porque creo que la fotografía es fundamental para preservar y promover la cultura taurina.”
Para Patricia, la fotografía es una herramienta fundamental. “Busco capturar lo que no todos ven, los detalles que emocionan y que convierten una imagen en algo especial”, explica.
Con su cámara, Patricia Santolaya no solo captura momentos, sino que también deja una huella imborrable en quienes se acercan a contemplar su trabajo. Su exposición en los Corrales del Gas es un testimonio de su pasión por la tauromaquia y un regalo para todos los amantes del arte y la tradición taurina.
Si te ha interesado la historia de Patricia Santolaya y quieres conocer más detalles, puedes leer la entrevista original pinchando aquí.