Hay días en los que los sentimientos encontrados nos invaden, como por ejemplo el 14 de julio, o como por ejemplo la última mañana del Pilón de Falces. Hoy es uno de esos días, hoy hemos vivido el octavo y último Pilón de Falces 2025 y tenemos los sentimientos a flor de piel. Por un lado, tristes porque acaba; por otro, felices porque todos estamos de una pieza. Pena porque mañana a las 7:30 de la mañana ya no veremos subir a las vacas por el monte de Falces; y satisfacción porque, al final, todo ha salido bien. Nos sentimos más cansados, incluso magullados, pero también mucho más vivos.
Las encargadas de poner el broche de oro al Pilón 2025 han sido las esperadísimas y bravas vacas de Don Teodoro Vergara. Vacas que pastan en el mismo Falces, muy cerquita del Pilón, y que han puesto el suspense y la emoción desde primera hora de la mañana por segunda vez en lo que va de semana. Y no han defraudado, han puesto la chispa justa para tener un encierro distinto, pero que después se ha podido correr.
Sin más preámbulos, contemos lo sucedido en la octava y última mañana del Pilón de Falces 2025.
Octavo y último encierrillo del Pilón de Falces 2025
No me podía despedir de las crónicas del Pilón 2025 sin contar con qué nos han entretenido hoy los peñistas falcesinos. Si en jornadas anteriores os conté cómo la Peña “El Txoko” procesionaba con un chef a hombros —el cual terminó decapitado el segundo día—, hoy han sido los peñistas de “El Percal” los que se han convertido en músicos y han tocado y cantado “Al que corre en el Pilón” delante de la Virgen de Nieva minutos antes de que diese comienzo la subida de las vacas en el último de los encierrillos de este año.
Hoy las laderas y los vallados estaban a las 7:30 de la mañana tan abarrotados de gente que parecía que íbamos a presenciar una bajada en lugar de una subida. Sumado a que es domingo y que mucha gente iba sin dormir, o como se dice en tierras navarras, había mucha gente de gaupasa, había máxima expectación por descubrir qué animales había elegido Teodoro para protagonizar el último de los Pilones.
7:31 de la mañana, cielo naranja del amanecer, portón de abajo abierto y primera incógnita despejada. Desde ahí, desde abajo, ha aparecido, como alma que lleva el diablo, saliendo con alegría, mirando a los lados y en solitario, una de las vacas más conocidas de Don Teodoro Vergara. A las 7:31, ha hecho acto de presencia en la calle Falcesina la 81 de Teodoro.
La 81, también conocida como la “engatillada” de Teodoro, es una vaca veterana, con muchos pilones en sus patas y con bastante historial en el Pilón. Esta vaca tiene 16 años, es mayor, pero sigue imponiendo el mismo respeto que siempre. En ese mismo instante, el nerviosismo y el miedo se han multiplicado en el monte y en las calles de Falces.
La 81 ha salido y subido la pendiente de arena como una diosa, pavoneándose, como auténtica protagonista, sola, y a muchísima distancia las otras nueve vacas, juntas, estiradas y mirando a los lados. Bonito y emocionante. Hoy la subida de la 81 la han corrido algunos jóvenes con muchísima distancia, retirándose al final de la cuesta cuando la vaca iba por la mitad.
En la recta de arriba, las 9 vacas perseguidoras han dado alcance a la 81. En la recta, a pesar de que iban hermanadas y juntas, varias de ellas desafiaban a los espectadores apostados en las laderas y en el vallado derecho. Una vez terminados los estímulos, las diez han llegado bastante tranquilas hasta los corrales de arriba. Sin sobresaltos, sin que se parase ninguna —aunque han continuado mirando muchísimo a los lados— y casi andando, como si fueran de paseo, en la última parte de la subida, desde la última curva.
Con las diez vacas arriba teníamos todos los ingredientes en el caldero y el pescado estaba totalmente vendido. Teodoro había traído 3 vacas repetidoras y 7 nuevas, con la 81 como auténtica protagonista.
En esa hora y media de espera, Falces se ha llevado todavía más y en los corrillos no se paraba de especular con lo que podía pasar cuando los últimos cohetes rompieran en el cielo falcesino. Así que, contemos lo sucedido en la última bajada del Pilón de este año.
Octavo y último Pilón de Falces 2025: Teodoro Vergara
9 de la mañana, nervios a flor de piel y primer cohete al cielo falcesino. 16 eternos segundos después, el último de los cohetes anunciadores de un Pilón en 2025 estallaba en el monte de Falces y el portón de la corraliza de arriba se abría para que las 10 vacas de Teodoro se dispusieran a bajar hasta las calles del pueblo.
Pero, no iba a ser tan fácil todo. ¿Adivinan quién ha salido la primera? Efectivamente, la 81. Detrás de ella, una colorada bragada que, enseguida, se le ha puesto a la par. Al llegar al primer vallado, donde aguardan más pastores para salir arreando por detrás, Falcesina ha decidido frenar en seco, y con ello todas las demás.
¿Adivinan qué ha pasado a continuación? Efectivamente, se han dado todas la vuelta y para los corrales de nuevo, no sin antes apretar a los pastores que habían salido tras ellas y que han tenido que refugiarse en el primer vallado que hay a la izquierda. En esta primera intentona, sólo un valiente ha apostado por correr delante de ellas ahí arriba, y no ha sido otro que el ganadero del segundo día: José María Goñi.
Cuando las vacas volvían a corrales, en una de las laderas se ha escuchado cantar “sí, sí, sí, Teodoro ya está aquí”. La gente quería un encierro distinto a los demás, y hasta el momento, eso estaba pasando. Las diez vacas han vuelto a ser encerradas en la corraliza de arriba. Déjà vu con lo ocurrido en el segundo Pilón del año pasado.
57 segundos después, las puertas de la corraliza volvían a abrirse para volver a intentar que las vacas bajaran hasta el pueblo. Sin embargo, han tardado otros 50 segundos en volver a salir, teniendo que cerrar y volver a abrir la puerta en ese intervalo de tiempo; pues estaban más pendientes de los pastores que había dentro del burladero interior de la corraliza que de la puerta abierta. Vacas bravas y listas a las que no se les escapa nada.
Esta vez no ha sido la 81 la que ha tomado la iniciativa, sino una colorada y una castaña, pero han salido al paso, tranquilas. Al llegar al primer vallado, se han vuelto a parar para mirar a los pastores que aguardaban para arrearlas; ha sido tan sólo un instante porque en ese momento, la 81 ha decidido adelantarlas y tomar el control de la carrera.
Pero, mientras la 81 tomaba el control de la carrera, otra vaca castaña, marcada a fuego con el número 93 en el costillar, se volvía por completo en dirección contraria. Afortunadamente, ha sido brevemente y los pastores la han reconducido rápidamente. Digamos que la segunda incógnita del día estaba despejada. Ustedes se preguntarán: ¿qué incógnita? Pues la de que había personas que pensaban que no iba a haber pastores. Y sí, los había y lo han hecho muy bien.
La vacada ha continuado avanzando hasta la Fuente de los Pajaricos en solitario, sin ningún corredor por delante, pues el único mozo que ha corrido arriba hoy, José Mari, lo ha hecho en el primer intento. Así que, en el segundo, las vacas han llegado hasta ahí ellas solas con los pastores por detrás.
Afortunadamente, en la recta esperaban varios corredores, de los cuales suelen comenzar ahí para intentar bajar hasta las calles del pueblo y, a partir de ahí, las vacas han comenzado a tener más estímulo por delante. Sin embargo, los mozos iban más rápido que ellas, puesto que no terminaban de imprimirle a la carrera esa velocidad a la que nos hemos acostumbrado últimamente. Es como si las vacas supieran que cuando ellas llegasen abajo, el Pilón 2025 iba a terminar y quisieran arañar unos segundos a la despedida.
Sin embargo, antes de llegar a la gran pendiente de arena, la 81 ha decidido meter la directa y lanzarse, con menos peligro del que mostraron sus hermanas o hijas el martes. Y aquí, han pasado varias cosas: corredores muy buenos han optado por retirarse en el saliente de la derecha del comienzo de la Cuesta para dejarla pasar e intentar correr con las otras nueve, pero el resto de la vacada también había pisado el acelerador y no se ha abierto el suficiente hueco para poder entrar a correr. La psicosis generalizada que había con la “engatillada” y el hecho de que ellas hasta entonces no fueran tan rápido y fueran lanzando muchas miradas a los lados han sido bastante responsables de que hoy no hayamos visto tantas carreras como otros días.
Sin embargo, ha habido un mozo, con camiseta negra, —que cada día ha ido comenzando a correr un poquito más arriba, hasta llegar a comenzar en la Fuente de los Pajaricos y que ayer dio un salto espectacular al llegar al asfalto— que no se ha retirado y ha bajado con ellas hasta las calles del pueblo. Carrerón. Primero ha corrido delante de la 81 hasta que casi ha tocado el asfalto; ahí la vaca le ha adelantado y él ha ido corriendo con el resto de vacas, cambiando de animal en animal, hasta donde termina el vallado antes de llegar a la Placeta Maya. Enhorabuena.
Antes de eso, la 81 ha bajado la cuesta cruzándose, echando la cara de lado a lado, buscando. Eso ha provocado muchas caídas y golpes, en especial el de un joven que se ha pegado un buen trompazo con uno de los maderos de la izquierda. Afortunadamente, sin consecuencias graves.
Pero todavía faltaba un poco más de emoción, y es que la última de las vacas se ha metido en el saliente de la derecha, en el asfalto, una vez terminada la arena. Ahí ha puesto en aprietos a dos personas: a un mozo y a un pastor. También a los que estábamos por ahí, pues ha pasado limpiando el burladero en el que servidora se pone para contaos todo. Vibrante despedida del octavo y último Pilón de Falces de 2025.
Teodoro ha despedido el Pilón de Falces 2025 con la 81 como protagonista; con los años que tiene la vaca, no sé si será su último año, pero si así ha sido, merecía esta bonita despedida donde hemos podido disfrutar de un encierro entretenido y emocionante que, además, ha terminado sin heridos de gravedad.
Esta mañana también ha sido la última Prueba de Ganado y Teodoro ha puesto en el asfalto, entre otros animales, dos vacas marcadas con los números 46 y 25 y un capón marcado con el 1, y con ellos ha vuelto a brillar, un día más.
Mañana ya no hay Pilón, mañana no veremos subir a las vacas al monte, mañana no pasaremos el miedo que se pasa en ese monte, pero tampoco podremos disfrutar de esas carreras tan únicas y distintas a todas; mañana no se trasteará en la Prueba de Ganado. Mañana será un día más triste. Tendremos que esperar un año para volver a reencontrarnos en las calles y en el monte del pueblo donde se realiza el encierro con más pureza, verdad y locura del planeta. Un encierro en el que todos cobran, pero que a todos nos engancha.
Hasta el año que viene, Falces. Gracias por tanto.
A continuación, los últimos vídeos del Pilón de Falces 2025. Y como digo todos los días, muchas más buenas fotografías en la página de Facebook de Navarra Taurina.
Ver esta publicación en Instagram
Ver esta publicación en Instagram
