Si alguien ha ido hoy a Alfaro pensando en correr un encierro “tranquilito”, seguro que se ha llevado una gran sorpresa. Picante, mucho picante de Toropasión en las calles alfareñas a lo largo de todo el domingo.
Por la mañana, seis pinturas jaboneras que, si me hubieran dicho que pertenecían a Prieto de la Cal, yo me lo hubiera creído. Avispas han sido.
Por la tarde, más pinturas con diversidad de pelajes. Y más picante. Cinco subidas y cinco bajadas; diez pasadas, nada más y nada menos, en total a lo largo del día. Diez encierros en un día y ¡qué encierros!
Gracias, Alfaro, y gracias, Toropasión. Enhorabuena. Contemos lo sucedido:
Primera salida de la mañana:
La mañana ha comenzado fuerte, muy fuerte. Uno de los jaboneros, nada más pisar el asfalto, ha metido la directa, ¡¡pero de qué manera!! Se ha subido en un salto a la acera derecha, ha barrido por ese lado y luego se ha cruzado a la parte izquierda como un obús, para un instante después volver a cruzarse a la izquierda. Espectacular. Los mozos no han podido hacer otra cosa que apartarse y correr con los que venían por detrás.
Al llegar a la estrechez de la calle Pozas, la carrera, y el jabonero se han templado, pero con tres morlacos abriendo carrera. Preciosas carreras en esta coqueta calle alfarera. Los corredores que han apostado por este tramo han podido disfrutar a placer.
En la vuelta, preciosas carreras en la calle Pozas. En la carretera, más de lo mismo: preciosas, larguísimas y ajustadas carreras. Precioso.
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Segunda salida de la mañana:
En la segunda subida, ha salido otro jabonero mandando, pero a menos ritmo que su hermano en la primera. El picante aquí ha venido por detrás. Los corredores han podido disfrutar con buenas y bonitas carreras con la cabeza de manada, pero, cuando se retiraban a la derecha, se han encontrado con que el que había abierto carrera en la primera subida se ha abierto a la izquierda e iba barriendo mientras metía la cara, llegando a subirse a la acera izquierda. Afortunadamente, todos han podido librar las intenciones del morlaco. Muy emocionante.
Al llegar a la calle Pozas, la manada iba disgregada, muchos huecos y la carrera muy templada. Los mozos disfrutando a placer. Precioso. A la vuelta, por esta estrecha calle han ido abriendo dos bueyes y toro, menos huecos que en la subida y menos opciones de pillar toro. Aun con esas, ha habido algún mozo que ha podido aprovechar ese toro y correr a gusto.
Ya en la bajada de la carretera, dos jaboneros abrían carrera, larguísima y preciosa carrera de un corredor de Cuéllar con ellos. Sensacional. Por detrás, llegaban el resto de los toros abiertos y con huecos para meterse, templados y muchos mozos pudiendo entrar para quedar a gusto como broche a la mañana. Muy bonita esta bajada.
Primera salida de la tarde:
La primera salida de la tarde poco ha tenido que envidiar a la primera de la mañana. En esta ocasión, los bureles presentados traían una diversidad de pelajes preciosos. Sin embargo, ha sido un morlaco negro el que ha metido la directa de salida y, como una bala, ha apretado a los mozos en la carretera. Primero por el lado derecho, al llegar a la curva se ha ido a la izquierda, ha barrido allí y luego se ha cruzado a la derecha de nuevo. Vibrante.
Muchos han sido los que han tenido que apartarse para meterse con los toros que venían hermanados por detrás y abriendo el grupo mayoritario. Con ellos sí han podido disfrutar y brindarnos bonitas carreras. Emocionante y bonito.
Esta vez, no ha pasado como por la mañana en la calle Pozas, sino que el primer toro, el morlaco que ha subido cruzándose por la carretera, seguía muy adelantado de sus hermanos y seguía buscando en los laterales, limpiando la calle. Los mozos no han podido hacer otra cosa que esquivarlo como han podido y meterse con el resto de la manada, por detrás, para poder disfrutar con ellos y ofrecer al personal preciosas carreras.
En la vuelta, cuatro preciosos toros en paralelo abriendo carrera allí en lo “estrecho” y los mozos pudiendo meterse porque no han hecho feos ni han metido la cara. Abrían la carrera estos cuatro bureles, tapando a un quinto y a parte de la bueyada. Por detrás, a distancia, llegaba un toro solo seguido de dos cabestros. Con este último toro también han podido disfrutar los corredores congregados en Pozas.
En la carretera, el burel negro se ha vuelto a adelantar, pero esta vez sin las intenciones que se gastaba a la subida. Meritoria y preciosa carrera de un corredor francés con él, al que han relevado otros mozos firmando bonitas carreras. Por detrás, la manada disgregada, muchos huecos para meterse que no han sido desaprovechados. Preciosa bajada también esta.
Segunda salida de la tarde:
Toropasión nos ha sorprendido llevando más toros por la tarde para poder realizar más salidas que las dos habituales. Así que, en la segunda salida, sólo han salido cuatro toros. Y ha vuelto a salir el burel negro, y ha vuelto a salir con las mismas que en la primera subida.
En cuanto ha tocado el asfalto, ha metido la directa como un cohete, “toro bala”, y se ha subido a la acera derecha, poniendo en aprietos a algún veterano corredor, que ha librado con arte la intención del morlaco.
Por detrás, subían dos jaboneros y otro toro negro abriendo, seguidos de dos bueyes. Muchos huecos, pero como los mozos se habían retirado al pasar el primero de los astados, quedaba poca gente en la calle para aprovecharlos.
Al llegar casi al final de la carretera, el primer toro ha comenzado a cruzarse, emoción y tensión en la parte alta de la carretera y los mozos esquivándole como podían. Sin embargo, ahí sí han podido meterse más corredores con los toros de atrás para firmar buenas carreras.
En Pozas, lo mismo que en la primera subida, el burel negro buscando y limpiando la calle; los mozos apartándose y corriendo con el último. Muy bonitas carreras, por cierto. En la bajada, tres toros se han adelantado en la carretera, carrerones de nuevo.
Tercera salida de la tarde:
Para la tercera salida, Toropasión nos ha vuelto a sorprender: ocho pinturas de toros y dos bueyes cachenos cerrando. Espectaculares cornamentas que se gastaban los dos mansos, preciosos. Eso sí, los toros han vuelto a salir como avispas.
Dos morlacos negros abriendo, el primero de ellos metiendo la cara a la derecha. Detrás de ellos, un jabonero y un ensabanado salpicado. Les seguía otro burel negro por la izquierda, muy abierto y metiendo la cara al lateral. A unos metros venían dos jaboneros juntos, y cerrando en solitario otro ensabanado salpicado. Torada completamente abierta, disgregada y con picantito.
Los mozos han tenido que sudar para realizar breves carreras y apartarse; sin embargo, ha sido realmente bonito ver a los ocho bureles subir por la carretera de esa forma. Espectacular.
Por Pozas han pasado hermanados, dejando una estampa preciosa. Los mozos disfrutando a placer con carreras muy bonitas. En la vuelta, por Pozas lo mismo, una preciosidad. Pero uno de los ensabanados venía lastimado y se ha quedado rezagado.
En la última bajada por la carretera, la torada ha llegado partida en cuatro. Por delante, tres bureles; a bastantes metros, dos más; a otros cuantos metros, otros dos; y cerrando el último toro, el ensabanado con problemas que iba andando. Así que los corredores han tenido un broche casi perfecto, porque en esta ocasión tampoco han bajado con malas intenciones y hemos visto larguísimas y preciosas carreras. Enhorabuena a todos.
Sin embargo, hay quien se ha visto apurado cuando ha visto que por la acera llegaba el ensabanado al paso y el público que estaba en los barrotes no se apartaba, en un principio, para dejarles pasar.
Encierro Chiqui
Tanto por la mañana como por la tarde se han celebrado los habituales encierros chiquis de Alfaro, donde niños de todo el país van para aprender a correr. Infinidad de pasadas donde los niños han disfrutado imitando a sus mayores.
En definitiva, una gran jornada de encierros, donde no ha faltado la emoción, el picante, el disfrute y el aprendizaje.
Enhorabuena y gracias, Alfaro.
