Día de Santa Ana, día grande de las fiestas de Tudela y segundo encierro del ciclo ribero. Hoy, con muchos más mozos en la calle que en la jornada de ayer, la carrera la han protagonizado los toros de jienenses de Herederos de Gregorio Garzón Valdenebro. Los bureles han ofrecido más posibilidades en la primera parte de la carrera que en la segunda, pero vayamos por partes:
Segundo encierro de Tudela 2025
Ocho de la mañana en punto, cohete al cielo y animales al asfalto liderados por dos bueyes de Toropasión. Enseguida, en el primer contacto con los mozos, uno de los moriscos se ha lanzado por la derecha, metiendo la cara, buscando y barriendo todo el lateral de la calle. Los pocos mozos que estaban en este punto del recorrido han tenido que saltar el vallado.
Este burel ha comenzado a meter distancia con el resto de ejemplares, cruzándose de lado a lado. A la última curva de Cuesta de la Estación ha llegado por el lado izquierdo y ha puesto a bailar a los mozos del tramo, los cuales han podido disfrutar corriendo delante a tres metros de distancia. Emocionante y bonito.
En Caritat, han sido dos los morlacos que han abierto carrera y los mozos han podido disfrutar a placer. Uno de ellos se ha colocado en el centro de la calle delante de todos los animales y ha firmado una carrera larga, de mucho mérito y preciosa. Antes de llegar a la curva con Almajares, el primero de los bureles se ha cruzado a la izquierda de nuevo, lanzándose hacia un corredor, el cual ha esquivado muy bien la embestida.
De nuevo, hoy los toros se han abierto en esta curva por el exterior, los bueyes la han tomado por el interior y por esta razón la manada se ha hermanado por completo, volviendo a liderar los bueyes, los cuales tapaban mucho a los bravos. A pesar de esto, los corredores se las han ingeniado para colocarse delante y ofrecer bonitas carreras.
Al comenzar la Avenida Zaragoza, la manada se ha abierto un poco y, a pesar de que los bueyes seguían liderando y tapando, algunos mozos han visto el hueco y se han colocado delante de los morlacos. Y así iba el encierro, con un extraordinario corredor colocado entre los bueyes y los toros regalándonos su buen hacer, en una preciosa carrera, cuando uno de los bueyes ha decidido truncárnosla: este cabestro se ha cruzado, posiblemente porque ha sentido la presión de los bravos por detrás, y ha empujado al corredor que venía en la cara de los toros. Como resultado de esta acción el corredor se ha ido al suelo, llevándose un fuerte golpe en una mano que ya tenía tocada.
Cuando este buen mozo ha caído, otros han aprovechado la situación para colocarse delante y correr delante de los bravos el resto de la Avenida Zaragoza. Sin embargo, tampoco han podido terminar sus carreras, puesto que han caído en la cara de los animales en la última curva del recorrido, antes de afrontar la bajada al callejón.
Mientras, con el último de los morlacos se colocaba otro buen corredor, quien nos ha ofrecido una bonita carrera con el último de los toros hasta la Plaza de Toros.
De esta forma, ha concluido este segundo encierro, donde, con muchísima más presencia de corredores, los toros han liderado la primera mitad del recorrido y los cabestros han decidido imponer su ley en la segunda parte. Al final, ningún mozo ha sido trasladado al hospital, sí que es cierto que uno de ellos ha ido por su propio pie para que valorasen el golpe.
Mañana más, mañana toros de Rosa Rodrígues para rejones. Estos morlacos suelen ofrecer mucho picante en la calle. Suerte a todos.
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