Don Teodoro Vergara deja huella con un Pilón histórico, emocionante, peligroso e inolvidable
Siempre digo que en Falces se corre en el terreno de las vacas, en el monte. Hoy, más que nunca, es muy importante tenerlo en cuenta. En este caluroso lunes de agosto, donde las temperaturas máximas serán superiores a 40 grados, ha tenido lugar el segundo encierro del Pilón de Falces 2024. Las bravas vacas del falcesino Teodoro Vergara han protagonizado un encierro muy peligroso, extremadamente emocionante y, sin lugar a dudas, inolvidable.
No recuerdo un encierro del Pilón tan largo como el de hoy, por escasos segundos no hemos llegado a los 34 minutos de duración, casi nada. Treinta y cuatro minutos que son ya historia del Pilón de Falces, y que serán recordados durante muchísimo tiempo. Treinta y cuatro minutos en el que las vacas primero se han negado a bajar y luego han subido demasiado, creando momentos de auténtica tensión y gran peligro. Afortunadamente, se ha saldado sin ningún herido de gravedad. Vayamos por partes, que hoy hay mucho que contar y desgranar:
Si prefieres una versión más breve de esta crónica, puedes leerla aquí.
Segundo Pilón de Falces 2024: El Encierrillo
Contaba ayer que a las 7:30 de la mañana, cada día, suben las vacas el Pilón de Falces. Lo que se conoce como “la subida del Pilón”. Hoy, ha empezado con puntualidad taurina, pero ha finalizado casi a la misma hora que el de ayer que comenzó 15 minutos más tarde. Como imaginarán, ya desde primera hora, las reses de Teodoro Vergara nos han puesto el corazón en un puño, apuntando que no íbamos a tener una bajada tranquilita.
Liándola desde primera hora
Hoy, han debutado en el Pilón de Falces varias vacas de Teodoro. Entre ellas, la número 72, una joven vaca, “la novilla” según el ganadero, que ha decidido liarla desde primera hora del día. Esta vaca, negra y con una cornamenta importante, se ha quedado abajo nada más comenzar la subida para limpiar vallados y arremeter contra todo lo que pillaba.
Antes de llegar al garaje de la puerta verde, esta vaca se ha ido a la izquierda como si quisiera subir a ver el Castillo. Las personas congregadas en esta zona han tenido que subirse rápidamente a los vallados, pues la vaca iba buscando. Después, ha vuelto a la arena, para subir barbeando y barriendo todo el vallado derecho, según subía, en el que había muchas personas congregadas para ver la subida.
Ha estado muy pendiente de lo que había detrás de los vallados y de cualquier movimiento o estímulo. A la altura de la hornacina, se ha puesto a embestir al vallado, se ha parado y se ha dado la vuelta. El director de lidia le ha echado el capote, para intentar bajarla, y que no corriera hoy el Pilón, pero la vaca no le ha hecho caso.
Ha seguido subiendo, andando, y arremetiendo contra todo lo que pillaba por delante, incluso metiendo la cabeza por debajo del vallado izquierdo que hay en la ladera izquierda y donde había aficionados viéndola subir, creando momentos de tensión y de peligro. Brava vaca que ha avisado de lo que nos iba a venir después.
Sus hermanas han subido bien, lideradas por la veterana, conocida, siempre temida y engatillada vaca número 81, muy estiradas ofreciendo una imagen preciosa con la luz de esta hora de la mañana. Alguna de ellas metía la cabeza a los lados mientras subía, apuntando maneras.
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Segundo Pilón de Falces 2024: El Encierro
Dicen que el que avisa no es traidor. Esto han debido de pensar estas vacas, pues han avisado y han cumplido con su aviso. A las 9 de la mañana en punto, han subido los dos cohetes al cielo, han abierto el portón de los sustos y las vacas han salido al camino para comenzar a avanzar despacio y hermanadas, con un pastor arreando por detrás y con la 81 liderando la manada.
Ahora quiero decir algo muy importante: en los primeros metros no ha habido ningún corredor que guiase a los animales. Ninguno. El pasado 8 de julio, muchos mozos se quedaron en su casa, o en los vallados, y decidieron reservarse no corriendo el encierro de Cebada Gago. Echaron la patita atrás. Esta mañana en Falces ha pasado lo mismo. Supongo, y sólo supongo, que la tensión del encierrillo ha supuesto que muchos hayan decidido no correr. También el ver a las protagonistas del día. El caso es que las vacas no tenían guías a los que seguir.
Al llegar a la altura del primer puesto de la DYA, y no tener ningún estímulo por delante, la primera vaca, brava ella, ha hecho caso a otros estímulos. En este caso, a los que le han llegado desde la ladera derecha. Así que, ha mirado para arriba, se ha puesto medio de pie haciendo una intentona de subir al monte. En ese momento, el resto de los animales se han dado la vuelta para volver a encaminar la cañada cuesta arriba, dos de ellas incluso por encima de la ladera. Así, que la 81, viendo esto, ha decidido seguirles hasta el corral de arriba.
Numerosos intentos de bajar
Segundo intento: Dos minutos después, han vuelto al camino para volver a intentar bajar, o eso pensábamos, pero ellas lo que han intentado ha sido subir al monte tal cual han salido. Al no conseguirlo, se han quedado en el camino paradas unos instantes para, finalmente, volver al corral. Allí, un par querían saltar hacia el monte. Esta vez era imposible arrear, cada una estaba en una dirección, todas paradas y algunas mirando hacia los corrales, de los cuales estaban bastante cerca. Demasiado peligroso.
Tercer intento: No han cerrado el portón, así que tal cual han entrado, han salido. Esta vez ha sido el mismísimo Teodoro Vergara el que ha salido arreando. Era jugarse el tipo mucho, pues las vacas iban casi andando. Al llegar al primer vallado derecho, se han parado, se han girado y ahí, Teodoro ha tenido que correr hasta el corral, pues hacia arriba sí apretaban.
Cuarto intento: Tras una breve estancia en corrales, han vuelto a salir. Ahora arreaban un joven pastor y Teodoro. El pastor se la ha jugado muchísimo, pues las apretaba a muy corta distancia. Ellas, al paso, sin prisa. En el primer vallado, se han parado, incluso una se ha asomado al barranco. El pastor ha conseguido que pasaran, ganándose el almuerzo a base de trabajo duro y valor.
Esta vez iban por delante la 81 y la 2, hija de la mítica, brava y temida número 600, que tantos recuerdos ha dejado en el Pilón. Insisto, no tenían guías por delante y les costaba un mundo avanzar, así que, nada más pasar la primera curva, y antes de llegar al puesto de la DYA, se han parado, se han girado y para el corral de nuevo. La 2, cuando subía, se ha parado para asomarse al barranco.
“Sí, sí, sí, Teodoro ya está aquí”
Mientras esto sucedía, el público de la ladera de enfrente cantaba “Sí, sí, sí, Teodoro ya está aquí”. Y es que, al aficionado del Pilón de Falces también le gusta la incertidumbre de no saber qué es lo que va a pasar cada mañana. Y con estas vacas nunca se sabe lo que va a pasar. También demandan esa emoción con la que Teodoro Vergara siempre condimenta sus encierros en el Pilón. Por cierto, esta vez también ha tenido que correr Teodoro hacia el corral, todo lo que no corrían cuesta abajo, lo hacían cuesta arriba.
Quinto intento: Llevábamos casi nueve minutos de encierro cuando estas diez vacas han intentado bajar por quinta vez. Esta vez, nada más salir del corral, han intentado subir al monte. El joven pastor se ha jugado una barbaridad el tipo arreando mucho y de muy cerca. Un reconocido recortador, que hoy ha hecho labores de pastor, Moha, estaba en el primer vallado. Las vacas se han fijado en él y se han parado. A pesar de esto, han conseguido que pasarán arreando tres personas.
La 81 iba liderando una manada que avanzaba con lentitud. Mientras, la 2 estaba más a los estímulos que le llegaban desde el monte que a la labor de avanzar. Se ha parado nada más pasar la curva y ha escalado por el monte unos cuantos metros. Todavía no había bajado del monte la cárdena, cuando la 81 ha metido la cabeza bajo el madero a la altura de la DYA, poniendo en aprietos a un falcesino. De nuevo, media vuelta y al corral de arriba.
Han entrado al corral y varias vacas se han puesto de pie como intentando subir al monte. Otras se arrancaban hacia los pastores que intentaban arrearlas para que volvieran a salir al desfiladero.
Tensión e Incertidumbre máxima
Sexto intento: Tras casi cinco minutos de incertidumbre ya que las vacas no querían salir del corral, han vuelto a asomar. Esta vez, nada más salir, se han girado a la derecha, han visto a Moha que estaba subido en un peñasco pegado al corral y se han ido a por él. Él se ha subido al corral y ellas por la ladera. Han bajado al camino de una forma inverosímil por el medio del árbol para intentar bajar de nuevo. Más de cuatro personas arreaban en ese momento; Moha las seguía muy de cerca, poniéndose en bastante peligro.
Efectivamente, antes de llegar al puesto de la DYA, una se ha dado la vuelta para ir a por él. Afortunadamente, no le ha seguido, pero todas se han parado en ese momento. Y vuelta a empezar: se han girado y para el corral. Esta vez se han encontrado con el portón cerrado. Han intentado subir al monte, pero, como no lo han conseguido, se han quedado paradas en medio del camino.
Séptimo intento: Tras unos instantes ahí paradas, el pastor, que hoy tenido que sudar la gota gorda, las ha comenzado a arrear y ellas han vuelto a avanzar unos metros. Al llegar al primer vallado, se han parado. Una se ha vuelto y se ha ido a por él. Él, muy hábilmente, se ha resguardado en el barranco, arriesgando mucho. Ahí, ha estado escondido unos instantes. El resto de las vacas se han girado y para el corral. Ahora sí les han abierto el portón.
A la octava, ha llegado la definitiva y más peligro
Siete minutos han estado las vacas en el corral hasta que han saltado al desfiladero por última vez. Como aficionada, y espectadora a pie de cuesta, a estas alturas estaba atacada de los nervios por la incertidumbre. No quiero ni imaginar lo que es estar en la piel de un corredor que está esperando a ver si llegan o no las vacas durante más de 22 minutos, que es el tiempo que a estas vacas les ha costado pasar de la Fuente de los Pajaricos. Supongo que el miedo y la tensión se habrán multiplicado exponencialmente.
Esta vez, han salido arreando desde el comienzo los dos pastores del día, el joven y Moha, junto a varias personas más. Pero la clave ha sido Moha, quien se ha pegado al culo de la manada y las ha azuzado hasta conseguir él solo pasarlas, por fin, de la Fuente de los Pajaricos, momento en el cual el público ha roto a aplaudir. Mucho mérito, porque por delante no tenía a ningún corredor ayudándole, y por detrás no le seguían ya.
Mientras el público aplaudía, una colorada ha hecho el ademán de subirse a la ladera, ya en la recta. Después, dos vacas más, la 72 y la 2. Estas últimas se han vuelto a por Moha, primero una y luego la otra. En ambas ocasiones, él ha tenido que recular un poco, pero no ha cesado en su empeño de hacerlas bajar.
Preciosas carreras y algunas caídas
Ya en la recta, las vacas sí han encontrado estímulos delanteros y han visualizado a los primeros corredores de la mañana, los cuales han corrido perfectamente bien en esa parte del Pilón y han ido enlazando carreras hasta llevar a ocho vacas hasta los corrales de dentro del pueblo. Aquí hemos visto varias caídas en la arena de la cuesta, pero también mucha belleza en las carreras.
Las ocho vacas iban muy estiradas, lideradas por la 81 y una colorada. Las vacas traseras metían la cabeza hacia los mozos caídos, afortunadamente, sin alcanzarles. Nada más tocar el asfalto, un mozo se ha metido en el hueco entre la segunda vaca y la tercera, marcándose una preciosa carrera hasta casi la plaza del pueblo con 6 vacas a su espalda. Sí, he dicho ocho vacas cuando en el Pilón corren diez, y es que dos se han quedado por el camino.
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La 2 y la 72 las protagonistas del día
Si antes decía que la 72 se había negado a subir en el encierrillo con las demás, ahora se ha negado a bajar la cuesta con sus hermanas. No ha sido la única. La 2, recordemos que es hija de la 600 y cárdena y brava igual que su madre, también se ha parado. Ambas han debutado hoy en el encierro del Pilón de Falces. La 2 estuvo el año pasado en la prueba de ganado, pero no corrió el Pilón.
Mientras la 72 hacía lo mismo que en el encierrillo, y se dedicaba a barrer los vallados, la 2 ha decidido enseñarle al mundo entero lo que es el Pilón de Falces. Ha visto a los espectadores que estaban subidos en el monte y se ha ido a por ellos ladera arriba, justo en el punto en el que comienza el tramo con arena. Nunca había visto subir a una vaca en esta parte del recorrido.
Es importante, llegados hasta aquí, volver a la primera frase de esta crónica: En Falces se corre en el terreno de las vacas, en el monte. En otros encierros, son los animales los que vienen a nuestro terreno, a las calles, al asfalto; aquí no, aquí somos nosotros los que vamos a su terreno, al monte. Y, en el monte, no hay vallados.
Antes de ingresar al recorrido del Pilón, un gran cartel amarillo advierte en letras mayúsculas: “TODA PERSONA QUE SE ENCUENTRE DENTRO DEL RECORRIDO SERÁ CONSIDERADA CORREDOR, NO ESPECTADOR”. Cualquiera que decida situarse en la ladera para presenciar el encierro debe ser plenamente consciente de que asume un riesgo y que pueden ocurrir situaciones inesperadas. Es importante saber que pueden ocurrir momentos de peligro, tensión y adrenalina. Debemos tener siempre presente el poder y la imprevisibilidad de estos animales.
La cárdena se pasea por el monte y no finaliza el encierro
Cuando esta número dos ha decidido subir al monte, se ha llevado por delante a un mozo que estaba ahí de espectador, curiosamente un buen corredor de encierros que hoy había acudido como aficionado a ver la bajada del Pilón. Afortunadamente, ha conseguido salir ileso. A continuación, la vaca ha subido a una roca y ha puesto en aprietos al tío de este mozo, también corredor, y a otras personas que estaban presenciando el encierro desde ahí.
A partir de ahí, esta vaca se ha dado un paseo por una gran parte de la zona alta de esta ladera, poniendo en apuros a más de uno. La angustia ha aumentado debido a los momentos de tensión y peligro que se iban dando. Afortunadamente, no ha alcanzado a ninguna de las personas que han huido despavoridas por el monte.
Verdadera angustia ha tenido que sentir una pareja que se ha escondido en un matorral, quedándose ahí completamente inmóvil mientras la vaca pasaba a escasos centímetros de ellos, descendiendo ya del monte. Otro momento de apuro se ha vivido cuando un aficionado estaba grabando desde el puesto de la DYA y la vaca ha ido hacia allí, ha pasado a escasos milímetros de esta persona sin hacerle nada. Por cierto, este hombre no ha soltado el móvil.
Luego ha bajado de nuevo al desfiladero y otro mozo se ha tenido que resguardar saltando al barranco para escapar de ella. Finalmente, con muchísima paciencia, han conseguido volver a subir a la vaca al corral de arriba y encerrarla. Esta vaca no ha finalizado el segundo encierro del Pilón de Falces 2024.
La 72 agita la cuesta
Mientras todo esto pasaba por la ladera, la joven vaca que la había liado en el encierrillo seguía liándola en la cuesta embistiendo a los vallados izquierdos y echando la cara arriba a los espectadores de la ladera derecha. Se negaba a bajar, por lo que los directores de lidia han decidido subir al buey para intentar bajarla, pero ella ha hecho caso omiso, y el buey ha vuelto al pueblo en solitario.
Ella seguía generando tensión, embistiendo a todo lo que se movía y metiendo arreones cada vez que Moha intentaba azuzarla, poniéndolo en aprietos en alguna ocasión. Desde abajo, otro reconocido recortador falcesino la citaba con un capote, pero tampoco hacía caso. Finalmente, Moha ha optado por jugarse el pellejo con toda la verdad del mundo y, en una acción complicada y arriesgada, ha adelantado a la vaca subiéndose por la roca de delante del garaje. La vaca le ha seguido, subiéndose también a la roca.
Una vez en el asfalto, la vaca seguía sin avanzar y volviéndose sin parar, y Moha, a punta de vara, junto a otros recortadores, han conseguido que pasase la primera puerta del pueblo. Ahí mismo la han encerrado en el primer corral.
Hay que decir otra cosa importante: cuando esta vaca ha sido recogida, todavía la cárdena no había llegado al corral de arriba. Sin embargo, muchos espectadores han decidido bajar pensando que el encierro había terminado, asumiendo otro riesgo innecesario en la mañana de hoy.
Casi 34 minutos después de que sonarán los cohetes
Así ha terminado este segundo encierro del Pilón de Falces 2024. Un encierro con chispa y con picante, muy emocionante, donde la incertidumbre y el miedo han estado presentes durante mucho tiempo. Un Pilón de Falces sólo apto para corazones a prueba de bombas, que, sin duda, tardará mucho tiempo en olvidarse. Un encierro así nos enseña que la tauromaquia en cualquiera de sus variantes es algo muy serio y también nos explica que el Pilón de Falces no es apto para cualquier persona.
Por cierto, la prueba de ganado se ha realizado sin ningún problema tras concluir esta complicada bajada del Pilón. Ahí, los cuatro animales de Teodoro Vergara han rayado a gran altura, ofreciendo junto a los recortadores un gran espectáculo en la mañana de este lunes caluroso de mitad de agosto.
Don Teodoro Vergara volverá el domingo para poner el broche final a las fiestas y a la semana de encierros en el Pilón de Falces. En Pamplona, desde hace muchos años, siempre cierra Miura, La Leyenda. En el Pilón también cierra siempre Teodoro, la Leyenda del Pilón.
Más vídeos:
A continuación, puedes ver dos vídeos más de esta mañana. En el primero, puedes ver los últimos 7 minutos del segundo Pilón de Falces 2024 grabados desde el primer burladero del pueblo; En el segundo, puedes ver todo lo acontecido con las dos vacas sueltas grabado desde la misma ladera por el que ha subido la vaca cárdena.
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