En un visto y no visto nos hemos presentado en el último día de las fiestas en honor a Santa Ana de la capital de la Ribera de Navarra, así que esta mañana ha tenido lugar el sexto y último encierro de Tudela 2025. Un precioso encierro con grandes carreras y que ha estado protagonizado por seis preciosos jaboneros de Gregorio Oliveira y propiedad de Toropasión.
Contemos lo sucedido:
Sexto y último encierro de Tudela 2025:
Con puntualidad taurina, a las ocho de la mañana ha roto el cielo tudelano el último de los cohetes anunciadores del encierro y la torada ha puesto rumbo a la Chata de Griseras por última vez en 2025. A pesar de que dos cabestros han sido los que han tomado la iniciativa de salir de los corrales, en la mismísima calle Frauca los toros han apretado, les han adelantado y han comenzado a mandar en el asfalto.
En el primer contacto con los mozos, eran tres jaboneros y un buey los que abrían, así que esos primeros corredores ya han podido disfrutar de correr delante de los morlacos: a distancia, con un ritmo más alto que ayer, pero dejando las primeras carreras bonitas de la mañana.
En la Cuesta de la Estación, ya teníamos a cinco bureles por delante y los tres primeros comenzaban a meterles distancia al resto de los animales. Aquí hemos visto la primera gran carrera de la mañana. Un mozo vestido de blanco, por el mismo centro de la calle, se ha puesto delante de los jaboneros y les ha recetado una carrera preciosa y ajustada de mucho mérito. Otro mozo ha hecho lo propio por el lado izquierdo de la calle. Bonito.
Tras la curva de la Cuesta de la Estación con Camino Caritat, hemos vuelto a ver grandes carreras: cuatro mozos en paralelo corriendo de forma sublime con los toros. Carreras muy largas: algunos de ellos han corrido muchísimos metros delante de los tres primeros; otros, sin embargo, han corrido muy bien con los tres primeros y después han optado por cambiarse a los tres últimos, pues en este punto la torada ya iba partida en dos grupos: tres jaboneros por delante; después los otros tres y un buey; y cerrando a la distancia, los cinco bueyes restantes. Bellísima estampa de la carrera en este punto del recorrido, tanto por la conformación de la manada como por el buen hacer de los mozos.
Cuando estos mozos se han retirado, otros muchos han cogido el relevo en esa larguísima recta que conforma el Camino Caritat y más de lo mismo, extraordinarias carreras, ajustadas y larguísimas con los dos grupos de jaboneros que se dejaban correr sin hacer un mal gesto ni lanzar miraditas.
En la Curva de Caritat con Almajares hemos vivido un pequeño susto, cuando uno de los mozos habituales del tramo —que esta semana nos ha ofrecido carreras larguísimas desde mitad de Caritat hasta bien entrada la Avenida Zaragoza— ha caído en plena curva delante de la cara de los tres últimos toros. Afortunadamente, ha quedado en un susto; los bureles le han mirado, pero ni han metido la cara ni han hecho por él. El mozo se ha levantado y ha seguido corriendo.
Además, esta curva la han cogido todos los animales por el centro de la calle, sin irse por el exterior. Así que han comenzado Almajares muy bien colocados para ofrecer oportunidades a la gran cantidad de corredores que ahí se han dado cita. Y así ha sido, hemos visto auténticas maravillas de carreras: mozos que venían desde Caritat llegando hasta la Avenida, otros que han comenzado ahí llegando hasta mitad de la Avenida Zaragoza o, uno, incluso, hasta la Plaza de Toros, firmando un auténtico carrerón corriendo primero con un grupo y después con los tres últimos.
Como había pitones para muchos y dos grupos de morlacos, hemos visto también relevos y a varios mozos compartiendo toros con una distancia de carreras muy buenas. Realmente bonito. A mitad de la Avenida Zaragoza sí que se han producido varias caídas de mozos, afortunadamente, sin graves consecuencias.
De esta forma, se ha puesto punto y final al ciclo de encierros en Tudela, Navarra, donde durante seis mañanas consecutivas hemos disfrutado de grandes carreras y de bonitos encierros en los que no ha habido ningún mozo trasladado al hospital. Así que, enhorabuena a todos y pronta recuperación a los mozos que se hayan llevado algún tipo de golpe, ya sea en el encierro o en las vaquillas. ¡Ah! Antes de terminar la última carrera, los dos cáchenos hoy venían traviesos y alguno se ha llevado un susto a su paso, ¡qué maravilla de bueyes!
Mañana ya no hay más; habrá que esperar hasta 2026 para volver a ver a toros bravos correr por las calles tudelanas. Hasta siempre, Tudela. ¡Viva Santa Ana!
A continuación, vídeo del sexto y último encierro de las fiestas de Tudela 2025:
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