En la mañana de este sábado ha tenido lugar uno de los encierros más esperados de la programación de Lodosa: el de los ejemplares de Prieto de la Cal que serán lidiados esta tarde. Cuatro novillos —dos jaboneros, un castaño y uno negro— excelentemente presentados, de impecable pintura, muy cuajados, con pintas de toros, que no han dado problemas en la calle. Sin embargo, sí que los ha vuelto a dar uno de los mansos, en esta ocasión uno de los cabestros más grandes, enviando a un mozo al hospital con un fuerte traumatismo craneoencefálico.
Muchos han sido los mozos que poblaban las calles de Lodosa a pocos minutos de las 9 de la mañana dispuestos a medirse a estos bureles con fama —merecida— de picantes. Así que, con la puntualidad de un reloj suizo, el cohete ha roto en el cielo y los animales han saltado al asfalto. De primeras, los cuatro bueyes por delante y los cuatro bravos, a un pelín de distancia, por detrás, metiendo las caras y mirando mucho. De hecho, uno de los jaboneros, que ha salido el último, se ha despistado mucho mirando a las personas que había detrás del vallado, casi parándose.
Así que, en el comienzo de la Avenida Navarra, teníamos a los cuatro bueyes por delante muy sueltos y complicando la labor de los mozos, pues tenían que retirarse ante el peligro que llevaban y luego volver a acercarse para correr los novillos. Curioso, diferente y emocionante. Los primeros corredores que se han encontrado con ellos han echado el resto con los supuestos mansos y con los de detrás. Buenas carreras, con las distancias que el tramo permite, para comenzar.
A continuación, un cabestro enorme ha metido la directa y se ha aventajado del resto de los animales. No sólo ha metido ha metido la directa, sino que además lo ha hecho buscando y embistiendo. En una de esas se ha llevado por delante a un corredor, que ha caído inconsciente al suelo. El mozo ha sido trasladado al hospital. Desde aquí desearle una pronta y buena recuperación.
El encierro ha continuado de la misma forma a lo largo de la Avenida: un buey por delante en solitario creando peligro, y el resto de animales a mucha distancia por detrás, hermanados, compactos y con el novillo castaño liderando el grupo. Así que, hemos podido contemplar muy buenas carreras con este grupo de animales: largas, a la distancia justa y muy bonitas. Corredores jóvenes y veteranos que se han colocado muy bien y nos han ofrecido su saber hacer.

En la última parte de la Avenida, las carreras se han ajustado más. Muy buenas carreras y con el buey que iba en solitario, que hoy hay que recalcarlo pues el animal llevaba mucho peligro. Y también bonitas carreras con los utreros que venían muchos metros por detrás. Ya en la ese que forma la calle Plaza de Toros, la cosa ha cambiado un poco. Ahí hemos visto a menos mozos arriesgar: una carrera de un mozo muy buena al buey, cuatro mozos a los novillos, pero en su mayoría se han retirado antes de enfilar la entrada al coso lodosano.
El primero en pisar el albero ha sido el buey díscolo, después los cuatro bravos de Prieto de la Cal y cerrando la manada los últimos tres cabestros. Ahí, han esperado un rato hasta que han accedido a toriles. De esta forma, ha terminado este emocionante encierro, donde el percance más serio ha venido de la mano de un cabestro, y es que, en un encierro, cualquiera te la puede liar. Mañana más, mañana llegan novillos de Don Eulogio Mateo. Suerte a todos.
A continuación, vídeo del encierro de esta mañana:
Ver esta publicación en Instagram