7 de julio: Emoción y tensión en el primer encierro de San Fermín 2024 con La Palmosilla como protagonista
7 de julio, día internacional del miedo, día de reencuentros, de felicitarse el año. 7 de julio, día de volver a sonreír, día de volver a sufrir, día de volver a sentir, día de volver a vivir. 7 de julio, día de volver a escuchar la jota, día de volver a emocionarse, día en que los toros vuelven a las calles de la vieja Iruña. 7 de julio, día de la amistad, día de abrazos, día de almuerzos. 7 de julio, día de San Fermín, día de procesiones. 7 de julio, la espera ha llegado a su fin.
7 de julio, domingo, la calle estaba completamente abarrotada. A hora y media del encierro se mezclaban en La Cuesta los que llegaban para correr con los que todavía no se habían retirado de la fiesta. Pero, lo que es peor, la calle estaba con unas cantidades industriales de basura. Los servicios de limpieza se han empleado a fondo, a las cuatro de la mañana ya estaban limpiando. Pero, a falta de media hora para que comenzase el encierro todavía se pegaban los pies al suelo de Santo Domingo. Preocupante.
Una jota para la historia: la última de Susana Nagore
A las ocho menos cuarto de la mañana Susana Nagore anunciaba que se retira este año, que de su garganta ya no volverán a salir los versos de la jotica al Santo Morenico en el próximo 7 de julio. Anunciaba que este 2024 será su última vez después de toda una vida cantándole a San Fermín, nada menos que 27 años. Así que, 7 de julio, también hoy día de despedida y día de nostalgia.
Los miembros de La Jarana, su peña, le han realizado un precioso homenaje, el cual mientras escribo estas líneas todavía continúa. Le ha pasado el testigo a Haizea Mayo, su alumna en la escuela de joteros de Huarte. Mano a mano han bordado la jota y han llenado de lágrimas La Cuesta de los nervios, el miedo, la esencia, la pureza y la emoción.
Primer encierro San Fermín 2024:
Cuando aún se sentía la emoción en La Cuesta, el primer cohete de los encierros 2024 ascendió al cielo. Los seis bureles de La Palmosilla, que repiten este 7 de julio, junto a la cabestrada, enfilaron Santo Domingo para protagonizar un encierro trepidante, complicado y accidentado. El resultado: el primer herido por asta de toro de las fiestas, un corneado en el paladar. Resulta que es el primer corneado en la historia del encierro de La Palmosilla en Pamplona. Curiosamente, el causante fue un buey. El encierro culminó con un final en el que dos toros que han tardado a entrar a toriles. Pero, vayamos por partes:
De salida, como viene siendo habitual en los últimos años, cabestrada por delante imponiendo un ritmo altísimo. 5 bueyes por delante, los toros y detrás cerrando otro cabestro. Es la forma que tienen de trabajar esta parada de bueyes de Macua, siempre uno por detrás para arropar a los morlacos. Manada muy estirada cuando han llegado al primer contacto con los mozos.
Sorprendidos y arrollados
Ahí abajo, a la altura del “Hospitalico” de Santo Domingo, dos mozos se han visto sorprendidos por la manada, se han quedado encajonados en medio de los bueyes y han sido arrollados. Afortunadamente, parece que los animales han podido saltarlos sin ser pisoteados.
A la altura de la plaza del Mercado, uno de los toros ya estaba casi en paralelo con el primer buey, iban rapidísimos. Aquí en Santo Domingo hemos visto las primeras carreras, fugaces pero meritorias. Volaban por la segunda parte de La Cuesta, los mozos poco más podían hacer que ir apartándose, aunque más de uno ha conseguido mantenerles unos buenos metros a los animales. Muy meritorias estas carreras a tantísima velocidad y con esa pendiente ascendente.
El doble error de un mozo en la Plaza del Ayuntamiento
Y con esas, han llegado a la plaza del Ayuntamiento, donde un mozo se ha visto sorprendido por la torada en el centro de la calle. Este mozo ha hecho todo mal. Se ha levantado del suelo justo cuando iban a pasar los animales, el castaño que iba por la izquierda no ha tenido otro remedio que arrollarle.
Pero es que, el humano es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, y ha vuelto a intentar incorporarse antes de que terminase de pasar la manada. Resultado, otra vez arrollado por otro de los castaños de La Palmosilla. La próxima vez espero que este mozo haga caso a las recomendaciones, por su propio bien. Hoy ha tenido suerte, pero podría haber tenido consecuencias más graves.
Encauzando Mercaderes un burel negro ha tomado la delantera, y a su vez el último de los castaños caía en la parte izquierda de la calle, quedándose rezagado de sus hermanos. Aquí los mozos también iban apartándose por la gran velocidad de los toros, muy poquitas carreras, aunque meritorias y bonitas con el contraluz de la mañana.
Lío en La Curva
Casi llegando a La Curva de Mercaderes – Estafeta, cuatro corredores se han hecho el lío, entorpeciéndose entre sí y acabando los cuatro besando el suelo. Ahí, los dos toros, que en ese momento ya lideraban la carrera, los han pisoteado.
En La Curva, casi todos los toros se han ido contra el vallado ciego, y aunque no han caído, han perdido esa gran velocidad que llevaban. También han perdido el liderazgo de la carrera. Así que, Estafeta la han comenzado con la cabestrada mandando de nuevo. Ha sido increíble ver como un mozo se ha quedado en medio de la manada en La Curva y ha salido de la situación ileso, sin ir al suelo. Estaba rodeado de animales, pero con las pocas salidas que tenía, ha tomado las decisiones correctas. Eso sí, San Fermín le ha echado un buen capotico.
Toros disgregados, carreras maravillosas
A partir de ahí, el encierro ha cambiado por completo. La torada ha comenzado a estirarse. Uno de los toros ya lo teníamos rezagado desde Mercaderes, el resto han comenzado a disgregarse. Diría que se han abierto huecos para poder correr, pero la verdad es que los bueyes lo ponían realmente complicado. A pesar de esto, hemos comenzado a ver verdaderas maravillas de carreras, y también, demasiada pelea en las astas.
Hoy, tanto jóvenes como veteranos han podido regalarnos auténticas exquisiteces de carreras en todos los puntos de Estafeta con los diferentes morlacos que venían con huecos o sin ellos, creándoselos. Chapó.
Ver compartir los toros cuarto y quinto y carreras a una de las leyendas navarras de Estafeta y a un joven muy prometedor también navarro, emociona. Espectacular como se han colocado uno por la derecha y otro por la izquierda, para firmar unas carreras extraordinarias mano a mano a estos toros. A pesar de que les han empujado, de que han intentado sacarlos, ellos han aguantado metros y metros. Maravillosos ambos. A ver si aprendemos a respetar a los que van en las astas.
Ver a un veterano corredor, y sin embargo joven, del primer tramo de Estafeta, correr con el último toro, después de un proceso de recuperación de una cornada, de blanco impoluto y con el periódico y el brazo atrás, también emociona. Carreras con clase y elegancia, sublime.
Espectadores a pie de calle: el peligro de no correr ni dejar correr
Pero, hablemos de otra cosa que en el encierro de hoy ha sido muy preocupante en prácticamente todos los tramos, pero que según avanzaba la carrera se iba multiplicando. Hablemos de esa cantidad ingente de mozos que estaba apostada en los laterales de toda la calle. Filas y filas de espectadores a pie de calle. Digo bien, espectadores, que no corredores.
Habrá que recordar lo peligrosísimo que es quedarse parado y no correr. Habrá que recordarles a estas personas que no sólo se ponen ellos en peligro, sino que ponen en peligro a los mozos que sí quieren correr el encierro. Entre esta gente, la masificación de hoy y la velocidad de la carrera, hoy hemos visto una cantidad abrumadora de caídas en toda la calle. Tremendo
Hemos llegado al final de Estafeta con la manada completamente disgregada. Por delante dos enormes bueyes y a su culo un toro negro. A continuación, dos bueyes y dos toros más a los que seguían de cerca otros dos morlacos. Y finalmente, y a distancia, el último de los toros acompañado por otros dos bueyes.
Aquí, los corredores con muchas piernas y maravillosas cabezas nos han deleitado con extraordinarias carreras a los diferentes toros para guiarlos de manera sublime hasta el albero, realmente precioso. Pena de la gente parada en los laterales y de la excesiva pelea en algunas ocasiones…
Punto negro de Telefónica
Antes de llegar a la plaza, en Telefónica, en el maldito punto negro de Telefónica, hemos vivido un momento de tensión. Un buey ha caído, los dos toros que le seguían han hecho un recto en la curva y se han ido contra el buey y contra los mozos que estaban ahí parados. Insisto, demasiada gente parada hoy.
Peligrosísimo ese punto, justo en la curva que da acceso a la bajada al Callejón, en el lado derecho que tan malos recuerdos nos trae. Afortunadamente, estos mozos han tenido suerte, el buey les ha hecho un poco de escudo y han librado embestidas o cornadas. Ahí es fácil llevarse una cornada accidental, o que un toro se quede a embestir. Por suerte, no ha pasado ninguna de esas dos cosas.
Tensión, caos y muchos patas en la Plaza
Los tres primeros toros que han pisado el albero se han dirigido a toriles prestos y sin complicaciones. Pero, los tres siguientes tenían ganas de lío, los tres siguientes han decidido ofrecernos su show particular. Un castaño se ha abierto a la derecha, y otro castaño junto a uno negro a la izquierda, poniéndose a dar vueltas al ruedo, como quien pasa a saludar.
El castaño que se ha abierto a la derecha después de media vuelta al ruedo ha decidido entrar a chiqueros, pero sus dos hermanos han decidido cotillear en la plaza, y digo esto porque, afortunadamente, no les ha dado por embestir a la gran barbaridad de mozos ahí congregados. Demasiados patas en el ruedo, demasiados inconscientes complicando todo. Los toros han demostrado nobleza, y, posiblemente, un punto de mansedumbre.
Ahí había gente que no deben saber mucho de qué va esto, que no deben de saber lo que es un toro y lo que un toro te puede hacer. Estos patas se han saltado las normas a la torera, es más, han hecho oídos sordos a las indicaciones de la megafonía de la plaza, poniendo más tensión a la situación y molestando la labor de los dobladores y de los buenos corredores que intentaban ayudar.
Estos patas han intentado agarrar los pitones de los toros, les tocaban, les pegaban en los cuartos traseros. La situación era realmente peligrosa. Los bureles hacían caso omiso a los dobladores, distraídos, sin fijeza. Varios corredores habituales y con mucha experiencia han intentado colaborar a reconducir la situación a punta de periódico o con el brazo, desde mi humilde opinión, aunque sea políticamente incorrecta, una decisión acertada dada la masificación de insensatos que ocupaban en esos momentos el albero.
Más de 4 minutos de encierro
He echado de menos, un poco, a los pastores poniendo orden a base de varazos con estos individuos que no deberían pisar un encierro. Después de varias vueltas al ruedo, y de vivir momentos realmente tensos con esta gentuza, los dobladores junto a los mozos experimentados han conseguido conducir a estos dos morlacos a los toriles. Corredores que también han ayudado a quitar a inconscientes de delante de los toros.
¡Qué tensión para finalizar este primer encierro! Mañana más, mañana llegan los Cebaditas, ¡Suerte a todos!
Parte oficial de heridos:
- I. B., de Beriáin de 37 años, ha sido trasladado con un traumatismo facial y presenta una herida por asta en el paladar. Es el único herido por asta de este primer encierro.
- M. P., de Chicago, con traumatismo craneal. Ha sido atendido primero en Doctor San Martín y después ha sido derivado al Hospital Universitario de Navarra para ponerle puntos en la cabeza. Es la primera vez que visitaba Pamplona y la primera, también, en correr en encierro.
- A. R., pamplonés de 32 años, con contusión facial y craneal. El cuerno le dio debajo del ojo. Llegó al HUN acompañado de un amigo.
- J.C.S., de Castellón de 34 años, con contusión craneal y la oreja derecha seccionada.
- I. P., de Arróniz de 21 años, cuatro grapas en la cabeza, le ha pisado algún manso, este lunes no volverá a correr.
- A. L., de Madrid y 44 años , con una luxación en el hombro izquierdo. Se tropezó en la calle Estafeta, no tuvo contacto con ningún toro. Le recomiendan reposo de tres semanas. Este corredor viene habitualmente a Pamplona, lleva 27 años corriendo los encierros con sus amigos de Madrid, siendo la primera vez que tiene que ser trasladado.
- E.M., de 54 años, residente en Nueva York, ha sufrido un traumatismo craneal, consciente y con herida en el cuero cabelludo. Ha sido atendido en el callejón y es la primera vez que visita Pamplona.
Vídeos
A continuación, vídeo del primer encierro de San Fermín 2024, el de la última jotica al santo por parte de Susana Nagore junto al primer cántico y por último el vídeo del encierrillo de La Palmosilla el día 6:
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