Forajido cornea a un holandés en el precioso y emocionante séptimo encierro de San Fermín 2023 protagonizado por Victoriano del Río
Esta mañana hemos vivido el séptimo encierro de las fiestas de San Fermín 2023. Una penúltima carrera protagonizada por los toros madrileños de Victoriano del Río. En su decimosegunda participación en Pamplona, han volado por las calles del Casco Viejo, dejándonos un encierro emocionante y precioso donde San Fermín ha tenido que sacar muchas veces el capotico a pasear, pero en el que ha terminado con una sonrisa de oreja a oreja.
Los bureles, que serán lidiados esta tarde en un cartel de postín, han sido los siguientes: Navegante, nº 21, negro mulato bragado axiblanco y 570 kg; Español, nº 30, negro bragado meano y 525 kilos; Entrenador, nº 42, negro burraco y 570 kg; Forajido, nº 113, negro y 580 kg; Impuesto, nº 103, negro mulato y 555 kg; Alcalde, nº 113, negro y 520 kg.
Como curiosidad de la mañana hemos tenido a dos toros marcados con el número 113; no es ningún error del ganadero, sino que los morlacos pertenecen a guarismos distintos. A pesar de que los dos nacieron en el mismo año, pertenecen a distintos años ganaderos, con lo que Alcalde tiene guarismo 8, es decir, es cinqueño; y Forajido tiene marcado el guarismo 9, es decir, cuatreño.
Forajido ha sido el único cuatreño de la mañana; sin embargo, es el más pesado de la corrida y, además, ha sido el protagonista del encierro, pues no sólo se ha adelantado fugándose en solitario los últimos metros del recorrido, sino que, también, ha corneado a un caribeño afincado en Holanda que pasaba por ahí. Vayamos por partes y contemos lo sucedido:
Séptimo encierro de San Fermín 2023:
Ocho de la mañana, penúltimo cohete al cielo y portón abierto. Como es habitual, tres cabestros han salido por delante, pero han aguantado los tres menos que un caramelo en la puerta de un colegio, pues los morlacos de Victoriano no se iban a dejar ganar la carrera y Entrenador, el nombre le viene al pelo, ha comenzado a ganar posiciones, intentando ponerse en cabeza.
Cuando la manada ha llegado a la hornacina del Santo, Entrenador ya iba casi paralelo con el primer buey. Ahí, por la parte izquierda, los corredores le han podido hacer unas breves y preciosas carreras. El burel les ha apretado metiendo la cara, para luego cambiarse al lado derecho y volver a meter la cara, poniendo en apuros a un mozo caído. Los corredores de ese lado también han podido disfrutar de unos metros, regalándonos estupendas carreras. Cuando en La Cuesta pueden hacer este tipo de carreras, San Fermín sonríe.
La manada ha ido estirándose según avanzaba por Santo Domingo y se han ido abriendo huecos ahí abajo, cosa que no suele ser habitual. El primer buey abría camino y Entrenador a su lado ha permitido a los mozos correr delante. En la segunda parte de La Cuesta hemos visto muchos más mozos que otros días con motivo del homenaje a un corredor; tal vez por esto hemos visto muchas camisetas que no eran blancas en esta parte del recorrido que suele ser tan pura y en la que se conserva tanta esencia.
Más mozos y la torada imprimiendo una altísima velocidad; el resultado: innumerables caídas en los dos lados de la calle. Al llegar a la altura del vallado derecho de la parte alta de Santo Domingo, Entrenador ha derrotado a un mozo por la derecha, el cual ha librado por los pelos.
Capotico de San Fermín en la Plaza del Ayuntamiento
Si San Fermín en Santo Domingo ha podido sonreír con las bonitas carreras de los mozos, en la plaza Consistorial y en la calle Mercaderes ha tenido que ponerse el traje de faena y sacar el capotico a pasear en dos ocasiones.
Cuando ha llegado a la plaza del Ayuntamiento, Entrenador se ha abierto a la derecha, barriendo todo ese lado y dejando en tierra de nadie a dos mozos que iban por el centro de la calle. Estos mozos no iban mal, pero no podían asumir la extrema velocidad de la torada. Por detrás llegaba Forajido, a la caza de su hermano, y los mozos se lo han encontrado casi de frente. Afortunadamente, ambos han salido ilesos de la situación.
Uno de ellos, incluso, ha podido reconducir su carrera y enlazarla por la calle Mercaderes, a pesar de que Forajido ha llegado a tocarle con el pitón izquierdo en la cara. Por segunda vez, San Fermín sacaba el capotico en la plaza del Ayuntamiento. Pero no hay dos sin tres, y por la parte derecha de la calle, Entrenador seguía limpiando la calle de mozos. Ahí, San Fermín no es que haya sacado el capotico, es que ha tenido que echar un gran capotazo. Contemos lo sucedido, que tiene mucha miga.
Capotazo de San Fermín en la calle Mercaderes
Entrenador se ha encontrado con varios mozos parados en la pared derecha del comienzo de Mercaderes. A dos se los ha llevado por delante, volteándolos y arrollándolos sin piedad. Al primero de ellos, lo ha enganchado a la altura del vientre, le ha metido el cuerno izquierdo por dentro de la camiseta a esa altura del cuerpo tan complicada y de esa forma lo ha lanzado al centro de la calle.
El mozo ha caído de una forma muy fea en el suelo, mirando al cielo y parecía que conmocionado. Después le ha pasado Forajido por encima y el resto de la torada. Pues bien, dicho participante no sólo ha librado milagrosamente la cornada, sino que se ha ido sin que casi le atendiesen los médicos sonriendo.
Difícil de entender esto cuando han tenido que ser varios mozos los que le ayudasen a levantarse del suelo, y una vez de pie se ha desvanecido en un par de ocasiones. Así que sí, no ha habido ningún traslado en la calle Mercaderes. Capotazo del Santo y este joven ya puede decir que no ha visto a nadie; le ha tocado el premio gordo en la lotería matinal.
Carrerones en Mercaderes, La Curva y los primeros metros de Estafeta
Afortunadamente, no todo han sido sustos en la calle Mercaderes. La torada ha cruzado esta calle muy estirada y abierta, con muchos huecos y los bureles bastante suelteceitos. Así que los maravillosos corredores del tramo han obsequiado al respetable con fantásticas carreras, tanto con Forajido y Entrenador como con los toros que venían por detrás. San Fermín volvía a sonreír.
Un corredor habitual de la plaza del Ayuntamiento ha ido enlazando carreras con los distintos toros que iban pasando por su lado hasta entrar en Estafeta y correr durante muchos metros delante del sexto toro. Desafortunadamente, al retirarse de esta preciosa carrera, se ha topado con un grupo de personas paradas y ha terminado en el suelo. Hemos visto cómo le atendía Cruz Roja, así que desde aquí esperamos que no sea nada grave y que mañana pueda volver a correr para despedirse por todo lo alto en el último encierro de San Fermín.
Antes de eso, el resto de los animales han tomado la Curva sin tan siquiera rozar el vallado ciego a pesar de la velocidad endiablada que llevaban. Eso sí, han perdido un poco de tiempo tomando la Curva y el primero de los cabestros, que se las sabe todas, les ha adelantado por la derecha. Por cierto, otro capotico en la Curva, pues a dos corredores habituales les han sorprendido hoy los bureles y no les ha dado tiempo a tomarla. Extraño, puesto que, al menos uno de ellos, acostumbra a hacer muy buenas carreras todos los días en este tramo.
Fantasía de carreras en los primeros metros de Estafeta
Como decía, el buey ha adelantado por la derecha, pero esto no ha impedido que dos jóvenes navarros brillaran delante de los morlacos por la parte izquierda de la calle con sendas carreras magníficas, muy bonitas, muy meritorias y con mucha clase. La cantera navarra es maravillosa. No sólo han sido largas en los primeros metros de la preciosa calle Estafeta, sino que, además, uno de ellos ha ido cambiando de toro según la velocidad de los astados iba aumentando. Simplemente, maravilloso. Recordemos que, a su vez, otro corredor brillaba con el sexto. Las personas en los balcones han estado de enhorabuena y San Fermín sonriendo de nuevo.
La torada se ha ido estirando cada vez más, y para cuando ha llegado a la Bajada de Javier, iba disgregada, partida en más de dos grupos. Por delante el buey delantero y cuatro toros estirados; por detrás, el resto de los ejemplares muy estiraditos también, con pequeños huecos en los que poder entrar. Los mozos, ávidos de astas de toros, han aprovechado esas oportunidades y a lo largo de la calle Estafeta hemos visto un auténtico festival de carreras y de relevos. San Fermín seguía sonriendo.
Forajido se escapa
Antes de llegar a la altura del Bar Fitero, Fojarido y el primer buey han metido la directa y se han fugado de los bureles junto a los que habían corrido hasta ese momento. Con una velocidad demoníaca han enfilado los últimos metros de Estafeta y han llegado a Telefónica como alma que lleva el diablo. Muchos han sido los que han optado por dejarlo pasar y esperar al resto de toros que venían por detrás.
Al llegar a la curva de Telefónica, como es habitual, se ha ido a la parte derecha. Ahí, ha arrollado a un mozo y ha encunado a un caribeño afincado en Holanda de 58 años. Se lo ha llevado hasta la mitad de la Bajada al Callejón en volandas; ahí lo ha terminado de voltear y le ha recetado un puntazo en el escroto. Y, aunque no lo parezca, San Fermín también le ha echado un capotico, pues la cogida ha sido muy fea y al final se ha quedado en algo leve.
Forajido ha continuado su particular fuga hacia la Plaza de Toros y ha pisado la arena en un minuto y cincuenta y seis segundos. Teniendo en cuenta los avatares del encierro y que por el camino ha corneado a una persona, se pueden hacer ustedes a la idea de la velocidad tan frenética con la que ha pasado por las calles de Pamplona.
Belleza de carreras en Telefónica y Callejón
Mientras Forajido se ha escapado, por detrás llegaban Entrenador, Impuesto y Alcalde en fila india y sin bueyes a su alrededor. Gloria para los grandes corredores del tramo que no han desaprovechado la oportunidad y han realizado unas carreras muy bellas. Nos contaba en la entrevista del martes un corredor que estaba corriendo lesionado desde el sábado; no se ha notado mucho ya que ha firmado una auténtica obra de arte.
Primero delante de Entrenador, cuando estos tres toros iban en fila india, pero en la curva de Telefónica les ha aguantado el desvío que han tomado a la derecha, poniéndoles el periódico a la distancia adecuada, con elegancia, clase y maestría. Con ellos se ha ido hasta el centro del ruedo de la Plaza de Toros de Pamplona, obsequiando al público de los tendidos con una maravillosa entrada. Sublime. En ese momento, San Fermín tenía una sonrisa de oreja a oreja.
Con Navengante y Español, que llegaban unos cuantos metros por detrás, ha hecho lo propio otro gran corredor navarro, el cual también ha hecho un paso por el callejón perfecto y una entrada al albero muy bonita. Sensacional broche de este séptimo encierro de las fiestas 2023 para que San Fermín terminase sonriendo.
Un séptimo encierro precioso, muy veloz y emocionante, donde el capotico de San Fermín y la nobleza de los toros han evitado consecuencias peores. Mañana más. Mañana, el último. Mañana llega Miura, La Leyenda, para despedir los encierros de los sanfermines 2023. Suerte a todos.
A continuación, os dejo el vídeo del día desde La Cuesta de Santo Domingo:
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