Si hay un pueblo que se vuelca con su cuadrilla de roscaderos, ese es Luna. Bulliciosos, ruidosos y siempre fieles, este año podrán volver a animar a sus roscaderistas en una nueva cita pilarista, pues se han clasificado para el Campeonato de España de Roscaderos 2025 en penúltimo lugar.
La cuadrilla ha tenido una temporada corta; han acudido a siete concursos puntuables, pero en Figueruelas fue una de las cuadrillas que decidieron no actuar tras irse la luz. Además, han cerrado septiembre acudiendo a Fuentes de Ebro en el concurso que ya puntúa para el año que viene.
Cuadrilla de Luna
Galo Lasobras, el pechuga, capitanea a esta cuadrilla cincovillesa. Le acompañan Rubén Benito, al palo izquierdo; Samuel Pardo, al palo derecho; Carlos Duarte, de retaca; e Ismael Roman actúa como citador. Además, les han acompañado: José Manuel Aguilera y Alejandro Rico en Tarazona; José Pardo en Ejea; Daniel Lasobras y Nicolás Martínez en Borja; y de pechuga Álvaro Gracia en Fuentes. Contemos cómo les ha ido la temporada hasta ahora:
Se da la circunstancia de que Carlos Duarte no podrá actuar en el Pilar, a pesar de ser un miembro del quinteto titular, por un percance que sufrió en fiestas de Luna. La cuadrilla quiere agradecerle mucho todo lo que ha hecho esta temporada, pues nunca había salido y no se lo pensó dos veces cuando se lo dijeron. Vale para todo.
Al borde del podio en Tauste con Argentina
Comenzaron su temporada en abril, en Tauste. Ahí les correspondió Argentina, una preciosa berrenda marcada con el número 231 de Hermanos Maylin. De salida empujó fuerte, desplazando a la cuadrilla y repitiendo un segundo golpe sin salir del círculo central.
La vaca se empleó en los primeros golpes; pero era muy repetidora y volvió a entrar en el cesto con casta y raza nada menos que 15 veces. 15 entradas válidas para esta cuadrilla que trabajó muy bien a la vaca y que, como siempre, tenía una buena hinchada de aficionados en las gradas. Quedaron cuartos.

En Pedrola lidiaron con Papelera y en Figueruelas no actuaron frente a Coscovilla
Después, no volvieron a saltar al ruedo hasta el 15 de agosto, casi cuatro meses sin pisar un concurso, y lo hicieron en Pedrola. Ahí, les correspondió en suerte Papelera, una preciosidad de Hermanos Marcén marcada a fuego en el costillar con el número 215. Papelera salió empujando con fuerza y desplazando a la cuadrilla por el círculo central. Después, siguió pegando fuerte en los siguientes ocho golpes. Al final, 9 entradas válidas. Vaca muy lista que algunas veces calamocheó en el cesto. Quedaron quintos.

Tras Pedrola fueron a Figueruelas, pero no actuaron. En suerte les correspondió Coscovilla, número 79 de Jesús Marcen. Sin embargo, después de tantos cortes de luz, las cuadrillas se reunieron y acordaron que, si la luz no se arreglaba, no iban a salir a jugarse el tipo en tinieblas. La luz parecía que se había arreglado, pero la cuadrilla fue firme en su decisión de no salir. Así que el público no pudo ver ni a esta cuadrilla cincovillesa ni a la 79 de Marcén.
Visoja los derribó en Zuera
Unos días después, el 27 de agosto, acudieron al concurso de Zuera. Ahí les tocó en suerte Visoja, marcada con el número 837 de Hermanos Maylin. Una vecina que les ganó la partida. Visoja de salida se fue tras Ismael, y desde ahí se fue hacia los medios para medio esquivar el cesto, pegando sólo con un pitón. Después, Ismael se la llevó hasta las tablas.
Volvió a poner rumbo a los medios, y esa vez fue con todo, metiendo riñón, empujando con ganas y derribando a los roscaderistas en un suspiro. Además, se llevó el roscadero de regalo. Cuadrilla eliminada.
Escondida no se escondió en Tarazona
El último día de agosto fueron a Tarazona. Les tocó en suerte Escondida, una señora vaca colorada de Hermanos Marcén marcada con el número 245 que siempre apetece verla. Escondida no se escondió, salió haciendo caso al citador, pero enseguida se fue a por el cesto, pegando fuerte, al centro y desplazando a la cuadrilla.
El pechuga se fue al suelo, pero pronto se reincorporó para aguantar dos golpes más de la vaca. En el segundo golpe, la vaca puso a volar al palo derecho y el citador la sacó pronto del mimbre. Pero en el tercero, de nuevo, el pechuga se fue al suelo de rodillas y la cuadrilla tuvo que retirarse por lesión. Al final, el jurado les concedió tres entradas válidas. Quedaron sextos.

Actuación de mucho mérito con Camarita en Ejea
Una semana después, saltaron al ruedo en Ejea. El sorteo quiso que tuviesen que abrir plaza y verse las caras con una potente y guapa vaca de la J: Camarita, nº 258.
De primeras, esta pintura negra se fue tras Ismael Román, el citador, el cual la aguantó muy bien y se la llevó hasta las tablas. Desde ahí, arrancó con todo a por el cesto, pegando fuerte y al centro; desplazando a la cuadrilla por el círculo central. El citador estuvo rápido para sacarla de ese primer golpe, pero ella se volvió a por más mimbre calamocheando muchísimo y muy fuerte, desgastándose. La cuadrilla aguantó muy bien los cabeceos de la vaca e Ismael, y esta vez sí, consiguió llevársela hasta las tablas.
Una vez en las tablas, Ismael volvió a citarla para llevarla al cesto. En la primera intentona, la vaca ni le miró, pues estaba mirando al cesto pensando en si ir o no; sin embargo, en el segundo intento de Ismael, la vaca le hizo hilo, y en lugar de pegar en el roscadero, se fue tras él hasta la otra punta de la plaza. Momento de tensión.
En ese momento, la vaca se quedó en la querencia, y desde ahí volvió a arrancar con todo detrás de Ismael, pero esta vez sí entró en el cesto, pegando muy fuerte, poniendo a volar al palo derecho y desplazando mucho a la cuadrilla. Los roscaderistas movieron muy bien el cesto y aguantaron no sólo el golpe, sino también los cabeceos, que de nuevo, volvió a dar Camarita contra el mimbre mientras los desplazaba por el círculo central. Llevaban un minuto de actuación y, hasta el momento, sólo habían conseguido dos entradas válidas.
En ese momento, Camarita decidió parar unos segundos para pensar y reponer. Tras unos breves segundos, volvió a arrancarse hacia el roscadero como si se quisiera comer el mimbre, volviendo a cabecear con ganas y mucha fuerza. Cuando salió del círculo, vuelta a empezar y de nuevo lo mismo. Pensar, reponer y entrar con fuerza, cabeceando como si no hubiera un mañana. Así aguantaron las cinco entradas válidas que les otorgó el jurado. Actuación de mucho mérito y de saber manejar el roscadero, pues lo más fácil con tanto cabeceo potente es que se les hubiera colado por debajo. Enhorabuena. Quedaron quintos.

Chapista les tocó en Borja
Su último concurso puntuable fue en Borja, y ahí volvieron a medirse con otra de sus vecinas: Chapista, una vaca colorada de Hermanos Maylin marcada con el número 257.
De salida, Chapista se fue tras Ismael Román, el citador. Desde el burladero, arrancó para los medios, pegando el roscadero al centro y abajo. Se enganchó de primeras, así que se desgastó bastante en esa primera entrada.
Fue la vaca que más se paró y pensó en el tercio; luego, cuando arrancaba, pegaba con ganas, desplazaba a la cuadrilla y calamocheaba, pero le costaba arrancar a por el cesto y se despistaba con cualquier cosa que veía en la arena. Al final, la cuadrilla consiguió 7 entradas válidas que les sirvieron para quedar penúltimos.

Con Bruja se merecieron el jamón
Despidieron septiembre acudiendo a Fuentes de Ebro, al concurso que puntúa para el año que viene. Ahí se presentaron con Álvaro Gracia, de la cuadrilla de Gallur, como pechuga. Lidiaron a Bruja, una preciosa vaca burraca marcada con el número 186 en el costillar, que tuvo mucho peligro, muy lista y fue muy incierta.
De salida, Ismael Román la recortó y se la llevó a tablas. Después, la vaca pegó fuerte, desplazando a la cuadrilla y entrando dos veces seguidas al cesto. La cuadrilla estuvo impecable con ella.
El roscadero, no sólo consiste en aguantar la fuerza de un animal pegando; también hay que saber manejar el cesto, girarlo en los momentos adecuados, torear a la vaca con él cuando sea necesario, evitando que se te cuele. Esto es lo que hizo ayer la cuadrilla de Luna, pues con Bruja tuvieron que estar con los mil sentidos puestos, sin perder ni un segundo la concentración; algunas veces pegaba bastante fuerte, otras los medio esquivaba para buscar, intentando colarse por algún hueco, con peligro. La cuadrilla capeó muy bien la situación, no dejando una grieta por la que la vaca pudiera meterse y parando muy bien cuando embestía fuerte.

A falta de pocos segundos para terminar, la vaca pegó muy fuerte en el roscadero con el pitón derecho y lanzó por los aires a Samuel Pardo, el palo derecho, pues había pegado cruzada. La cuadrilla al completo cayó al suelo por la inercia, pero Samuel se aferró al palo como si no hubiera un mañana, mientras estaba largo en el suelo y la vaca seguía pegando en el roscadero, cebándose con él. Mucho valor y mucha casta la que derrochó el roscaderista de Luna.
El resto de los roscaderistas acudieron a ayudarle y a sujetar el cesto, pero la vaca seguía empujando y levantó el cesto en el aire mientras giraba, echándolos del roscadero. Samuel se puso en pie, o lo puso en pie la vaca cuando levantó el cesto en el aire, porque él siguió agarrado, como si el palo fuera una extensión de su mano, como si su mano estuviera pegada a la madera con Loctite, como un auténtico guerrero, girando al ritmo de la vaca, aguantándole todo.
Mientras José Ángel Brun decía “5, 4, 3, 2, 1, tiempo”, el resto de roscaderistas pudieron sujetar también el roscadero, pero sin llegar a armarse en ningún momento, como podían, de mala manera, pero lo suficiente para poder ayudar a Samuel a contener a esta Bruja, la cual no paraba de cebarse con el mimbre.

Luna: Mucha afición y una hinchada muy potente
La cuadrilla de Luna no ha hecho grandes números esta temporada; sin embargo, salvó en Zuera, han conseguido parar a vacas muy complicadas a lo largo de 2025. Vacas que les han puesto las cosas muy difíciles y con las que han mejorado sus números del año pasado, aunque no han podido conseguir ningún podio en lo que va de año.
Hay una cosa que me gusta mucho de esta cuadrilla y que le da ese punto romántico al roscadero, todos los componentes son de la misma localidad. Todos los componentes, el viernes, defenderán con orgullo la cuadrilla y el nombre de su pueblo. Esto es algo difícil de ver, pues pasa con pocas cuadrillas, y a mí me parece precioso.
En su última actuación, en Fuentes, pusieron a toda una plaza en pie con su actuación, así que llegan a Zaragoza con más ganas que nunca para intentar conseguir el campeonato de España de Roscaderos. El año pasado les tocó en suerte la gran Profesora, la 357 de la J, y les ganó la partida en un suspiro. ¿Tendrán mejor suerte este año? En dos días saldremos de dudas. Mucha suerte. El Pilar espera.
Las cifras de la Cuadrilla de Luna en la temporada clasificatoria de 2025:
🥇 0 victorias
🥈 0 segundos premios
🥉 0 terceros puestos
📅 6 concursos
❌ 1 eliminación
🎯 85 puntos
🧺 39 entradas