Emmanuel de Marichalar: “Este libro no solo honra a Julen, sino que deja constancia de su filosofía y de lo buena persona y gran corredor que fue.”
Hace veinte años, un 12 de julio, un toro de Jandilla, “Trigueño”, le recetó a Julen Madina cinco cornadas en el callejón de acceso a la plaza de toros. Dos décadas después, su amigo y socio Emmanuel Marichalar ha presentado un libro con su biografía en el hotel Maisonnave de Pamplona, en plenos sanfermines y en una fecha tan señalada. Rindiendo de esta forma, un más que merecido homenaje a una figura tan importante y reconocida en el encierro de esta ciudad.
Julen, conocido tanto por su buen correr como por sus apariciones públicas, fue en ocasiones injustamente tratado. Con el tiempo, muchas de aquellas críticas invitan a la reflexión. Gran persona, gran corredor, ha sido un placer escuchar a tantas voces autorizadas hablar hoy de su icónica figura.
En una sala repleta de amigos y admiradores, Emmanuel Marichalar, periodista, escritor y amigo íntimo de Julen, presentó el libro que narra la vida de este corredor excepcional. Esta obra, que comenzó con Julen aún vivo, es un testimonio de su vida, legado y filosofía, y un tributo a su memoria.
El comienzo de una amistad
La relación entre Emmanuel Marichalar y Julen Madina nació en Pamplona hace más de 25 años. “Recuerdo perfectamente el primer día que hablé con él, en un bar, durante el día. Me estaba tomando una copa y lo tenía a mi lado. Le saludé y le dije: ‘Te conozco, aunque seguramente tú a mí no’. Pero él sabía lo que yo hacía porque escribía sobre encierros y sabía que lo ponía bien. Era muy listo”, rememora Emmanuel, Manolo para los amigos.
Lo que comenzó como un encuentro casual se transformó en una amistad sólida que llevó a ambos a colaborar en varios proyectos, incluido el libro. La idea de la biografía surgió de forma natural. “Lo comentamos y lo empezó Julen, por eso están sus escritos cronológicos. Después hay más escritos: algunos míos, otros de más personas, pero ya por temas. Es una biografía que se empezó con él vivo y escribió una parte él mismo”, explica el autor.
El proceso de escribir después de su fallecimiento
El proceso de escritura, sin embargo, no fue sencillo tras el fallecimiento del corredor. “Muy difícil. Había una relación muy fuerte entre los dos, como podía tener que otros, pero me costó un año poder escribir unas líneas, lo intenté, pero me podía, se me escapaban demasiadas emociones y pasando los años comencé a poder escribir. Tardé unos tres años o así en acabar el libro, contactando con mucha gente, y al final este es el resultado”, confiesa.
Manolo destaca la importancia de esta obra no solo como homenaje a su amigo, sino como un recurso para los amantes del encierro. “Creo que este libro es imprescindible para todos aquellos que aman y viven el encierro con sinceridad y verdad”.
Admite que completar este libro ha sido un alivio personal y emocional. «Estoy contento porque ya no se me mezclan las emociones. Tenía mucho miedo a que después de escribir este libro, los hermanos de Julen viniesen y me dijesen “esto no puede ser”. Pero ha sido al revés. Es una satisfacción y me quita un estrés tremendo que tenía, miedo al fracaso».
El respeto a la memoria de Julen era otra preocupación. «Una cosa es lo que él escribió y otra lo demás. Me quedé con ganas de más cuando terminé la parte de Julen. Es normal, pero no quise seguir cronológicamente porque no iba a tener los mismos recuerdos que él».
Desmitificando la figura de Julen Madina
La figura de Julen Madina no estuvo exenta de controversias, pero el libro busca mostrar su verdadera esencia. “Les diría a quienes aún le asocian con la palabra ‘divino’, en su peor versión, que lean el libro.”
El autor hace un llamado a aquellos que tienen una opinión negativa sobre Julen: “Les diría ‘tenéis una opinión, lo más seguro, respetable, pero que lean este libro porque a lo mejor confirma su opinión o les cambia la visión de Julen que tienen. El primer objetivo del libro era escribirlo sobre un amigo; y segundo que este libro deje constancia de lo buena persona que era y del buen corredor que era con su filosofía, que es muy importante conocerla'”, explica.
Julen plasmó en sus escritos una visión inspiradora: “La voluntad se alimenta por la visualización de lo que queremos conseguir. Yo tenía verdadera motivación, mi sueño era lo bastante grande, claro y conciso, algo que verdaderamente te inspiraba, un propósito tan importante como para pasar a la acción prolongada a pesar de los miedos, las dudas o el cansancio”.
La influencia de las artes marciales en su mentalidad
Esa filosofía, según Marichalar, estuvo profundamente influenciada por las artes marciales, disciplina que Julen aplicaba tanto en su vida como en los encierros. “Él siempre decía: ‘La mejor victoria es la que no se da’. Nunca intentó partirle la cara a nadie, aunque tuviera motivos”.
También señala cómo Julen aplicaba enseñanzas de las artes marciales a su vida y carrera. “Esta filosofía le viene de muchas cosas, entre ellas de las artes marciales. Éramos socios, sobre todo en una cosa, que era un taller de Team Building; servía para hacer unos talleres en departamentos de empresas para trasladar los valores del corredor de encierros a la empresa para mejorar el comportamiento de la gente o los contactos entre la plantilla”, explica Manolo.
El impacto en la comunidad de corredores de encierros
Julen dejó una profunda marca en la comunidad de corredores de encierros. “En dos direcciones; los hay que le alaban y los hay que le odian. Tenía un espectacular dominio de las emociones, y esto hacía que muchos corredores a los que les caía de maravilla le alabasen y siguieran sus pasos para coger su saber hacer en el encierro”, dice Marichalar.
La envidia hacia Julen
La figura de Julen no estuvo exenta de críticas y envidia. “No es que lo crea, es que lo he constatado. Y no sólo yo, hablando con amigos de Julen navarros y no navarros todos me dicen lo mismo ‘lo odiaban por pura envidia’. Hay gente que decía ‘jo, las cámaras de televisión le sacan a él’, y les contestaba ‘no, no, sacan a los toros y si él está ahí, pues está’. Que vayan y que se coloquen.” “Algunos me decían “es que empujaba mucho…”, y yo les decía “vale, tráeme las pruebas, vídeos, fotos, lo que sea”. Nunca nadie me enseñó una prueba, pero yo sí tengo de que a él le empujaban”, relata Marichalar.
Un libro que trasciende a Julen
El libro no solo rinde homenaje a Julen Madina, sino que también refleja la evolución de los encierros. Más allá de ser una biografía, esta obra ofrece una ventana a cuarenta años de historia del encierro, contados a través de la experiencia de Julen.
Leyendo el libro, no sólo se conoce la biografía de Julen, sino que se muestran a través de su historia cuarenta años de historia del encierro. “No lo he buscado hacerlo así, pero ocurre que se trata de dos historias a la vez: la de Julen dentro del encierro de Pamplona y de otros sitios, y luego, sin buscarlo, revela una parte de la historia del encierro porque lo ha vivido Julen”, asegura Manolo.
Reconocimiento en el mundo taurino
La presentación del libro no solo ha tenido lugar en Pamplona y San Sebastián, sino que también fue presentado en la plaza de toros de Las Ventas, en Madrid, durante la feria de San Isidro. “Se presentó el libro en plena feria de San Isidro en la plaza de toros de Las Ventas y se consiguieron dos logros: primero que se llenase la sala que con otros libros taurinos no se ha llenado, y segundo, muy importante, que el mundo taurino se abrió ese día a los festejos populares y en especial a los encierros de Pamplona y a la figura de Julen, su corredor más famoso”.
El futuro del encierro
Al mirar hacia el futuro de los encierros, Marichalar expresa su asombro ante la creciente multitud de corredores. “Este mismo año me quedo alucinado con la cantidad de gente que hay en las astas, muy cerca, y a pesar de eso se cuelan otros corredores entre el que va colocado y el toro.”
Además, quiere añadir. “Hay muchos buenos corredores y algunos que están por encima de los demás, como Aitor, por ejemplo, pero hay tanta gente en el recorrido que los que busco ver todos los días no llego casi a verlos por la cantidad de gente que hay”, comenta. “La gran afluencia de buenos corredores perjudica al encierro y no llegamos a ver las grandes carreras, que las hay, pero es difícil identificarlas.” Insiste, “Es difícil verlas, no hacerlas”.
Aun así, se muestra optimista: “El encierro es un ser vivo y va evolucionando, pero no se va a perder. Va a cambiar y espero que para mejor”.
Con esta biografía, Emmanuel Marichalar no sólo ha honrado la memoria de Julen Madina, sino que ha ofrecido una obra imprescindible para los apasionados del encierro. Un tributo a un corredor inolvidable y, sobre todo, a un hombre extraordinario que dejó una huella imborrable en quienes lo conocieron y en la historia del encierro de Pamplona.
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