Si hay una cita especial en la Feria del Pilar, si hay una cita grabada a fuego para los más altos aficionados de la provincia de Zaragoza, si hay una cita que se espera como agua de mayo, esa cita es el Concurso de Roscaderos del Pilar.
Esa noche es única, esa noche es diferente, tiene magia. Es la fiesta de los pueblos en el Coso de La Misericordia.
Así que, una vez más, la Plaza de Toros de Zaragoza se llenó hasta la bandera de aficionados al mimbre. Ambientazo y expectación. Nervios y emoción. Tensión y sueños. Afición y sentimiento.
Este año se ha celebrado la XXXIX edición del Campeonato de España de Roscaderos, un campeonato que se han llevado al alimón, pues hubo empate y tenemos a dos cuadrillas campeonas de España: Luna y Los Furtivos.
Un concurso complicado, en el que pasó de todo y que, además, fue muy desigual, con cuatro ganaderías diferentes —El Ancla, Iván López, Hermanos Oliva Escudero y Rafael Alarcón—.
La suerte, esta vez, influyó más que nunca, y Rafael Alarcón fue el triunfador de la noche en el aspecto ganadero.
Intentemos contar lo que sucedió la noche del viernes 10 de octubre en Zaragoza.
Nada más comenzar la velada, y antes de dar paso a la presentación de las cuadrillas, se llevó a cabo el tradicional desencajonamiento de toros para recortes. En esta ocasión, con los toros de Sánchez Herrero, que protagonizarían el sábado el Concurso de Recortes con Toros de Fuego.
Cuadrilla de Sádaba vs Santa, nº 214 de El Ancla
La suerte quiso que la primera cuadrilla en saltar al ruedo e inaugurar la noche fuese la cuadrilla cincovillesa de Sádaba, capitaneada por Fran Cavero, para verse las caras con Santa, nº 214 de El Ancla. Una bonita vaca negra bragada que tuvo un comportamiento irregular y de menos a más.
De salida, Jesús Tanco se llevó a la vaca hasta las tablas. Desde ahí, ella puso rumbo a los medios pegando sólo con el pitón derecho al llegar al mimbre y salir rápido ella sola de los círculos. Enseguida se giró y volvió a entrar en los círculos. Esta vez metió más la cabeza, pero no siguió sin emplearse, pegando como de pasada. Ella sola salió del círculo y volvió a girarse para mirar a los roscaderistas de frente desde la contraquerencia.
Entonces la vaca se puso a pensar y estuvo 20 segundos ahí parada en el tercio, pese a los esfuerzos de la cuadrilla. El público comenzó a impacientarse. Tanco, que estaba intentando llevarla de fuera para adentro, cambió de estrategia y la citó hacia las tablas. Santa se arrancó tras Jesús y, cuando este saltó a las tablas, ella se giró a por el cesto con todo.

Desplazó a la cuadrilla y los arrolló, metiendo riñones, empujando con el alma. Javier Blasco, el pechuga de la cuadrilla, se aferró a los palos desde el suelo, con el cesto encima, aguantando él solo las embestidas y los cabeceos de la vaca. Sensacional. Mucha raza y valor la de este roscaderista cincovillés.

Fran Cavero consiguió llevarse a Santa del cesto, pues estaba encelada, y llevársela a tablas muy pegada a los riñones. La vaca apretándole hasta el final. El público en pie, rompiéndose las manos a aplaudir. La cuadrilla se recompuso y la vaca volvió a quedarse parada un instante en las tablas, pensando, reponiendo.

Jesús la volvió a citar. Esta vez la vaca se arrancó desde la querencia hasta los medios y, de nuevo, volvió a pegar con todo. Desplazándolos, empujando y cabeceando como si se quisiera comer el roscadero. La cuadrilla aguantó perfecta y manejó muy bien los palos. Tanco estuvo hábil y pronto, llevándosela hasta el burladero de matadores. Ahí, Santa volvió a pensar; la dejaron pensar. Llevaban dos minutos en ese momento de la actuación.
Tanco la llamó y ella le obedeció al primer toque. Pero, en lugar de volver a emplearse como las dos veces anteriores, pegó como de trámite porque su intención era hacerle hilo a Jesús, apretándole. Eso sí, un trámite con fuerza, pues el palo derecho voló. Después, en los últimos segundos, Tanco no consiguió volver a llevarla hasta el mimbre. Terminaron con 5 entradas válidas y la plaza puesta en pie. Muy bien la cuadrilla y muy bien la vaca, la cual nos engañó en las primeras entradas. La cuadrilla tuvo que salir a saludar al tercio una vez recogida la vaca, a recibir una sonora ovación.
Cuadrilla de Luna vs Temblores, nº 93 de Iván López
A continuación, saltó al ruedo la cuadrilla de Luna, capitaneada por Galo Lasobras, para verse las caras con una vaca de Iván López: Temblores, n º 93. Una vaca con mucho volumen que no se empleó en ningún momento. De salida, se quedó un momentín con Ismael, el citador, y luego se fue hacia los medios para pegar de pasada e irse.
La segunda vez pegó un poco más fuerte, pero también salió rápido. En la tercera entrada pegó más fuerte y más rato, pero sin meter riñón, cabeceando un poquito en parado. Después, comenzó a repetir casi andando; llegaba, topaba con el cesto y se iba. A veces los desplazaba un pelín, pero, como digo, sin emplearse.
Se vivió un momento de tensión cuando Ismael perdió el pie delante de ella; sin embargo, ella demostró una gran nobleza y no hizo por él. Al final, 14 entradas válidas que les sirvieron para ganar el concurso para felicidad de la gran afición que se desplazó desde Luna para animar a la cuadrilla.

Cuadrilla Ebro-Jalón vs Manzanerita, nº 211 de Hermanos Oliva Escudero
En tercer lugar, fue el turno de la cuadrilla Ebro-Jalón, capitaneada por Adrián Pastor. Enfrente tuvieron una preciosa vaca corniveleta colorada ojo de perdiz calcetera gargantilla coliblanca bragada corrida y axiblanca de nombre Manzanerita, marcada con el número 211 de Hermanos Oliva Escudero en los costillares. Una pintura de animal, muy seria de cara, a la que pudimos ver en las anillas en el pasado concurso de Épila.
De salida, ignoró al gran Cheli, que estaba de citador, y se fue directa a los medios. Sin embargo, ahí pegó sólo con el pitón izquierdo y salió suelta en dirección a la contraquerencia. Desde ahí se arrancó a por el cesto con más ganas, entrando de frente al cesto y empujando de riñón. Desplazó a los roscaderistas por el círculo central y ellos supieron aguantar y andar muy bien para atrás.

Cheli estuvo certero sacándola y llevándosela con él. En la siguiente entrada, la vaca se desgastó muchísimo y no porque metiera el riñón, sino porque tenía hambre de mimbre. Mínimo 10 veces pegó Manzanerita en el roscadero sin salir del círculo central, en algunas ocasiones pegando más fuerte y desplazándolos; en otras, sólo topando; ella sólo quería cesto. Así estuvo hasta que a ella le pareció, pues se fue sola del roscadero hasta las tablas.

Volvió a entrar, y Cheli estuvo rápido en sacarla y llevársela muy pegada hasta las tablas. A partir de ahí, comenzaron a meter y a sacar a Manzanerita del cesto para conseguir un total de 9 entradas válidas.
Cuadrilla Utebo-Monzalbarba vs Culebrilla, nº 621 de Rafael Alarcón
No tuvo la misma suerte la cuadrilla de Utebo-Monzalbarba capitaneada por Guillermo Cortés. En suerte les correspondió la primera de las vacas de Rafael Alarcón: Culebrilla, marcada a fuego con el número 621 en los costillares. Culebrilla, una vaca castaña de mucho trapío y muy seria de cara, no les dio muchas opciones.
Kimera la recortó de salida, pero luego ella se arrancó a por el roscadero como si no hubiera un mañana, metiendo el riñón y empujando con el alma. Los desplazó, los derribó, pero aguantaron muy bien agarrados a los palos y se rearmaron pronto. Ella se fue rápida hasta el burladero de matadores.

Desde ahí, se arrancó con más fuerza y ganas que la primera vez. Metiendo riñón, empleándose y volviendo a derribar a la cuadrilla en cero coma. No les dio opción y se llevó el roscadero puesto de gorro. Además, la vaca tiró un poco la cara arriba y a Jorge Pomareta le dio con el pitón en la cara. Afortunadamente, y por milímetros, no le dio en el ojo. Cuadrilla eliminada ante una grandísima vaca brava.

Cuadrilla Los Furtivos vs Alemana, nº 2 de El Ancla
En quinto lugar, saltó al ruedo una cuadrilla de la Ribera Baja del Ebro: Los Furtivos, de Fuentes de Ebro, capitaneados por Iván Salvador. En suerte les correspondió una vaca de El Ancla que esa noche tuvo ganas de empujar y emplearse: Alemana, marcada con el número 2 en las costillas.
La vaca salió, le metió un poquito la cara a Xabi Iturralde y se fue a dar una vuelta por los tercios de la plaza. Huidiza. Cuando llegó a la contraquerencia, enfiló a por el cesto, pero pegó y se fue. Sin emplearse. A partir de ahí, más de lo mismo; repitió mucho, saliendo suelta, sin que el citador tuviera que trabajar, a su bola; ella decidía cuándo ir a los medios a topar con el cesto e irse. Después, se daba vueltas por los tercios, porque eso sí, no paró quieta. Movilidad no le faltó. Así consiguieron 14 entradas válidas y ganar su último concurso en La Misericordia.
El público le tocó palmas de tango a la vaca y se escucharon pitidos. Si hay un ganadero de los que estaban el viernes pisando La Misericordia que ama el mimbre, ese es Alejandro Ibáñez, propietario de El Ancla, el cual sabe lo que es ganar el Campeonato de España de Roscaderos en El Pilar como roscaderista. Toda la vida agarrado a los palos y asumiendo la responsabilidad de ir a Zaragoza con una ganadería muy joven. Llevó una vaca que hace pocos días en la calle derribó de largo a una cuadrilla, empujando con el alma. En Zaragoza, en arena y de noche, no quiso empujar. Se lo dije a él y lo escribo aquí: sólo a los valientes que dan la cara y asumen riesgos les pueden pasar estas cosas, pero que nadie dude de su compromiso, lealtad y amor por la suerte aragonesa por excelencia: el Roscadero.
Además, y una vez recogida Alemana, Alberto Porroche hincó rodilla en tierra y le pidió matrimonio a su pareja en la noche de su retirada de los concursos. Enhorabuena.

Cuadrilla Utebo vs Vendimiadora, nº 82 de Iván López
La cuadrilla de Utebo, capitaneada por Toni Train, fue la siguiente en saltar al ruedo. En suerte les correspondió una vaca de Iván López: Vendimiadora, marcada con el número 82. Una vaca colorada muy guapa que tampoco se empleó con el cesto, pero con una gran movilidad y también muy repetidora.
Vendimiadora siguió a Peiró hasta las tablas nada más salir. Desde ahí fue a por el cesto pegando fuerte y dos veces seguidas. No metió riñón, pero puso a volar al palo izquierdo y el retaca cayó de culo al suelo. Se fue ella sola, pero no llegó a salir del segundo círculo y entre ambos círculos se dio una vueltecita por el albero para volver a coger camino del cesto. Entró de largo, pero tan sólo topó y se fue.
Alejandro la sacó del círculo central antes de que ella volviera a pegar en el cesto. En la siguiente entrada, donde también entró de largo, estuvo unos segundos pegando en el mimbre. Peiró se la llevó y vuelta a empezar. Al final consiguieron 10 entradas válidas.

Cuadrilla Frente Colono vs Triana, nº 233 de Hermanos Oliva Escudero
El séptimo acto duró un suspiro también. Fue el turno de la cuadrilla ejeana Frente Colono, capitaneada por Marcos Navarro. En suerte les correspondió una vaca de Hermanos Oliva muy guapa y con un precioso nombre: Triana. Esta vaca colorada, marcada con el número 233 en el costillar, salió sin mirar a Alberto Genzor, el citador, y se fue directa a los medios.
Pegó en el cesto, metió la cabeza de medio lado un instante y en el primer contacto se partió el pitón izquierdo. La cuadrilla, en un gesto que les honra, optó por retirarse y que Triana fuese enchiquerada. El jurado les concedió una entrada válida.

Cuadrilla Pina de Ebro vs Trucha, nº 568 de Rafael Alarcón
Entonces llegó el turno de la cuadrilla de Pina de Ebro, capitaneada por Jaime Blasco, y aquí pasaron muchas cosas. A esta cuadrilla de la Ribera Baja le había tocado en suerte Religiosa, una preciosa vaca ensabanada de Rafael Alarcón marcada con el número 577 en el costillar. Sin embargo, no salió ella por la puerta de toriles; la que hizo acto de presencia en el albero fue Trucha, marcada con el número 568. Una vaca colorada, también de Rafael Alarcón, que tenía que salir en último lugar para verse las caras con la cuadrilla de Gallur.
Un error en corrales hizo que la vaca que saltase fuese otra; sin embargo, lo que pasó en el ruedo podría haber sido distinto. Mario González recortó a Trucha de salida, arqueándose, muy bien. Después, puso rumbo al roscadero, pegando fuerte, pero sin sacar todo su potencial. La cuadrilla la paró bien y ella se fue pronto del mimbre.
En ese momento, desde el callejón muchos avisaron de que no era su vaca; también se dijo por megafonía que había habido un fallo en corrales; incluso alguno que no era de la cuadrilla saltó al ruedo. Lo lógico era retirarse, para esperar a su vaca, pero no, los roscaderistas le volvieron a presentar el roscadero a la vaca.
Ella arrancó desde la contraquerencia y los derribó casi al primer contacto, pues tan apenas los desplazó previamente. Cayeron al suelo, la vaca se enceló con el mimbre, los pisoteó y se llevó el roscadero de premio.
El problema aquí es que no era su vaca y había que solucionar el entuerto. Después de reunirse todas las partes, se decidió que la cuadrilla de Pina de Ebro volviese a salir para esperar a su vaca y que Trucha saliese, a pesar de todo, en el turno que le correspondía para cerrar el concurso. Y aquí me surgen muchos interrogantes: ¿qué hubiera pasado si en el segundo golpe Trucha no hubiera derribado a la cuadrilla?

Cuadrilla Virgen de la Oliva vs Asesina, nº 12 de El Ancla
Para que Pina de Ebro no parase dos vacas seguidas, se decidió que saltara al ruedo la siguiente cuadrilla y correr turno. Así pues, la cuadrilla ejeana Virgen de la Oliva, capitaneada por Marcos Vidarte, hizo acto de presencia para medirse con una gran vaca colorada de El Ancla: Asesina, marcada con el número 12 en las costillas.
Héctor Colás desvió la trayectoria de la vaca de salida, y ella se dio un paseo por el tercio antes de enfilar hacia el centro de la Plaza. Pegó fuerte, pero se fue rápidamente del cesto. Desde los terrenos de la querencia, volvió a arrancarse al cesto, pegando con el alma y desplazando a los roscaderistas por todo el círculo central. Álvaro Giménez, el pechuga, y Marcos Vidarte, el palo derecho, terminaron con las rodillas en el suelo de la fuerza con la que empujó.
Se recompusieron muy rápido y les dio tiempo a parar el siguiente golpe de Asesina, el cual lo dio no sin haber salido del círculo central. Héctor se la llevó, y ella volvió a entrar con todo. Los roscaderistas volvieron a perder instantáneamente los pies, pero, de nuevo, se incorporaron rápido para parar otro golpe consecutivo sin salir de los terrenos del cesto. En ese golpe, también los desplazó. Grandiosa vaca.
Colás se la llevó y ella volvió a entrar, pegando fuerte, pero sin emplearse tanto de primeras. Sin embargo, volvió a repetir dos veces sin salir del círculo central, desplazándolos. Un espectáculo de animal. Héctor se la llevó y entonces vino el drama absoluto. Como digo, ya no pudieron pasar más cosas en el concurso del Pilar 2025.
La vaca entró con todo, y se metió entera al cesto, dejándose la vida. Una absoluta lástima, muchísima pena. La vaca dejó su vida entregándose al máximo; fue pura bravura, corazón, casta y entrega. Desde aquí, mucho ánimo a Alejandro, el ganadero, al cual ya no le pudieron pasar más cosas en la noche del viernes. A la cuadrilla, el jurado les concedió 6 entradas válidas.

Cuadrilla Pina de Ebro vs Religiosa, nº 577 de Rafael Alarcón
Acto seguido, saltó de nuevo al ruedo la cuadrilla de Pina de Ebro para, esta vez sí, enfrentarse a Religiosa, una seria vaca ensabanada mosqueada capirote lucera y botinera de Rafael Alarcón marcada con el número 577 en el costillar y con un gran volumen. Muy gorda, a punto de parir, diría yo. Fue la vaca más asequible de las de Rafael Alarcón, empujó muy fuerte, pero con un comportamiento de mansita muy encastada. Contemos lo que hizo.
De salida, ignoró a Mario; después fue a por el roscadero, pegó con el pitón izquierdo y se fue. Sin embargo, sin salir del círculo central, en los medios, se volvió a por más cesto. Y volvió a pegar igual. Mario se la llevó hasta el tercio y ella volvió a por el mimbre.
Religiosa pegaba raro, como dando un salto, pero sin meter todo su potencial, sin terminar de romper del todo, aunque sus golpes eran fuertes. Además, tenía un trote como cansino, pero no paró quieta. En algunos golpes calamocheó mucho, en otros desplazó a la cuadrilla. Los roscaderistas movieron muy bien los palos y manejaron el mimbre con precisión. Al final, consiguieron un total de 10 entradas válidas con esta peculiar vaca.

Cuadrilla Montañana vs Guitarrista, nº 136 de Iván López
La cuadrilla de Montañana, capitaneada por Antonio Gil, fue la siguiente en pisar la arena. En suerte les correspondió Guitarrista, la más menuda de las vacas de Iván López. Una vaca negra cornidelantera marcada con el número 136 en el costillar, muy repetidora.
De salida, Jorge Navarro “Chencho”, que estaba de citador, la aguantó y la recortó. Después, ella pegó en el roscadero muy bien, al centro y abajo, desplazando unos metros a la cuadrilla mientras levantaba la cara.
Chencho se la llevó. Ella volvió a por el mimbre, pegó y se fue. A partir de entonces, más de lo mismo. Chencho, que se marcó una gran actuación, se la llevaba y ella volvía casi sola a los medios para pegar e irse de nuevo tras él. Consiguieron un total de 12 entradas válidas, que les sirvieron para quedar en segunda posición; aunque terceros al haber empate en la victoria.

Cuadrilla Villamayor vs Tigra, nº 325 de Hermanos Oliva Escudero
En penúltimo lugar, saltó al ruedo la cuadrilla de Villamayor, capitaneada por Daniel Belled, para medirse a una de las vacas más esperadas de la noche: Tigra, la 325 de Hermanos Oliva Escudero. Tigra, que en septiembre también la hemos visto en las anillas, era una habitual del cesto en el pasado, pero llevaba mucho sin salir a por mimbre. Así que había mucha expectación por lo que pudiera hacer y por ver si seguía pegando igual de bien. Además, es una belleza de animal; chorreada en morcillo, muy seria de pitones, cornidelantera, veleta, preciosa.
Posiblemente, fue la vaca que transmitió más peligro de la noche. De salida, ignoró a Jaime Meavilla y se fue directa a por el mimbre, pegando sobre todo con el pitón derecho. Metió riñón, pero salió pronto para girarse y volver a entrar al canasto recta, pegando con raza. Jaime la citó y ella se fue tras él apretándole muchísimo hacia las tablas, metiendo riñones tras él con la penca del rabo levantada.
Después, volvió a entrar varias veces en el cesto, y cada una de las veces pegó de una forma distinta y en todas la cuadrilla manejó de maravilla el roscadero. A veces, calamocheaba con muchísima fuerza mientras empujaba, poniendo a volar a los palos; otras veces, pegaba recto, empujando. Sin embargo, hubo alguna ocasión que pegó como si fuera un mero trámite. Pero ojo, en estas ocasiones era porque quería hacerle hilo a Jaime. Porque en eso la vaca fue constante en toda la actuación: en todas las ocasiones apretó al citador hasta las tablas, comprometiéndole, avisándole de que a la próxima lo cazaba.
A menos de un minuto para terminar, Jaime la citó para ir al cesto, y en lugar de pasar por detrás del cesto, se giró para irse a tablas. En ese momento, la vaca, en lugar de terminar de llegar al cesto, desvió su trayectoria y se fue tras él. Complicada papeleta para el citador. A falta de 20 segundos, la volvió a llevar. Sin embargo, en los últimos 15 no intentó esa entrada de más. En cada viaje se veía cogido, y las facultades físicas ya no eran las mismas que al comienzo de actuación, así que, al final, les concedieron 8 entradas válidas.

Cuadrilla Gallur vs Trucha, nº 568 de Rafael Alarcón
El broche de oro a esta complicada noche lo pusieron un dúo muy potente. Por un lado, la cuadrilla líder de la clasificación; por otro, una bravísima, seria y guapísima vaca castaña de Rafael Alarcón. La cuadrilla de Gallur, capitaneada por Saúl Frescané, y Trucha, nº 568, se vieron las caras para ofrecer al respetable la actuación de la noche. Una actuación con tres nombres propios: Trucha, Álvaro Gracia y Saúl Pardo. Contemos lo sucedido.
Después del lío que se formó cuando Trucha saltó al ruedo antes de tiempo y haber probado el cesto, ella salió por la puerta de toriles como alma que lleva el diablo. La vaca no salió desde chiqueros, sino desde la parte de atrás de corrales, con lo que salió con mucha más fuerza y velocidad que la primera vez.
Saúl Pardo la recortó de salida, pero eso no impidió que la vaca arrancase a los medios con todo, pegó al centro y tiró la cara arriba atravesando el mimbre. Frescané y Joaquín volaron mientras la vaca seguía empujando. Supieron andar muy bien para atrás, pero justo antes de llegar a la otra punta del círculo, la vaca los derribó. Frescané quedó fuera del mimbre y se quedaron a aguantar una segunda acometida Joaquín, Álvaro y Chus Zaldívar, quien se puso al palo derecho.

Habían girado el cesto cuando cayeron, así que esta vez la vaca empujaba hacia la querencia. Los volvió a derribar. Pero, Álvaro tiró de valor, casta y raza y se aferró a los palos como si fueran un maletín con 5 millones de euros, sin soltar en ningún momento, mientras la vaca le empujaba y él estaba debajo del mimbre. Álvaro les acaba de salvar, pero apareció en el momento preciso Saúl Pardo para salvarles del todo llevándose la vaca. La plaza en pie.

Mientras Saúl se llevaba la vaca, la cuadrilla se recompuso y entonces comenzó el espectáculo made in Paniza. Seis veces en menos de un minuto la volvió a meter al cesto con su forma particular y única de meter a las vacas al canasto. Es decir, llevándola pegadita, enseñándole el camino, apurando, arriesgando. La plaza, de nuevo, en pie. Segunda vez en lo que iba de semana que reventaba La Misericordia y la ponía a sus pies.

Saúl hizo lo que tenía que hacer, intentar meter a la vaca el mayor número de veces posible en el menor tiempo, pero le faltó picardía. Esa picardía de darle un segundo a la vaca para que no se sintiera podida. Y eso pasó, la vaca se sintió podida por Saúl, se fue al tercio y comenzó a pensar y a reservarse. Arrancó más veces al cesto, pegando muy fuerte y poniendo a volar a los roscaderistas —los cuales estuvieron sublimes—, pero costó muchísimo trabajo llevarla hasta el roscadero.
Chus Zaldívar salió a echarle un cable a Saúl, y aún le dio tiempo de estar en el mimbre cuando, a falta de 15 segundos, la vaca volvió a pegar con todo, tirándole al suelo de culo. El resto de la cuadrilla permaneció en pie, aguantando el golpe a las mil maravillas, la plaza enloquecida. Tanto es así, que la ovación duró hasta cuando la vaca ya estaba dentro de recogida. Ovación merecida para un animal y para una cuadrilla que no pudieron poner mejor punto final a la noche. El jurado les concedió 11 entradas válidas. No ganaron, pero sin duda, fue la actuación de la noche y terminan la temporada como líderes absolutos de la clasificación.
Podio Final del Campeonato de España de Roscaderos:
🥇 Luna y Los Furtivos, con 14 entradas
🥈 Montañana, con 12 entradas
🥉 Gallur, con 11 entradas
Además, antes de la entrega de premios —los cuales entregó el ya matador de toros aragonés Aaron Palacio—, Rafael Alarcón salió a los medios a recibir una sonora ovación como triunfador de la noche.
Para más fotografías, visiten el Facebook de Navarra Taurina y, próximamente, aquí. A continuación, vídeo de la actuación de la noche: Gallur vs Trucha.
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