Segundo y último encierro blanco en Sanse: Los de Sánchez y Sánchez meten emoción en la calle.
El histórico ciclo de encierros blanco en el invierno de San Sebastián de los Reyes ha concluido con los toros de Sánchez y Sánchez, dejando un broche de oro a estas jornadas de reencuentros anticipados. La emoción y el espectáculo se han apoderado de las repletas calles con un encierro precioso y lleno de picante. Más de 2.500 mozos se han dado cita para despedir este exitoso ciclo, y lo más importante, todos con ganas de correr.
A las 11 en punto, se ha abierto el portón de los sustos y dos morlacos negros han sido los primeros en saltar a la calle seguidos por el resto de la manada. Hoy, también hemos tenido una manada corta, con cuatro toros y cuatro bueyes en total. Esperemos que, con el éxito que han tenido estos dos encierros, al año que viene podamos ver manadas completas en los encierros blancos.
Como decía, dos morlacos han tomado la decisión de salir a la calle los primeros, pero pronto uno de los bueyes los ha adelantado. Los toros estaban muy atentos y algo mirones al principio, tanto es así, que uno de ellos en un intento de cruzarse, se ha tropezado con un buey y ha perdido las manos antes de llegar a Real Vieja. No le ha supuesto ningún problema, pues ha continuado la carrera con celeridad.
Apenas han entrado en Real Vieja, cuando un burel ha metido la directa y ha adelantado al buey sin miramientos y buscando a todo lo que se movía por delante, metiendo emoción a la calle cruzándose de lado a lado y barriéndola de mozos.
En la curva de Real Vieja con Postas, todos los toros, incluido el que iba por delante aventajado, han chocado contra el vallado ciego. Los bueyes la han tomado los cuatro por el interior, en fila india y a un trote más lento. Todo esto junto ha provocado que en Postas la manada estuviese completamente estirada, suelta y mezclada, abriendo con eso huecos para que los mozos pudieran correr. Y así ha sido, aunque no ha sido fácil. Ha habido que tragar mucho para aguantarle unos cuantos metros a unos toros que median tanto e, incluso, se cruzaban. Hoy en esta calle, han visto el pitón que ayer se echó en falta.
VIRGUERÍAS EN LA CURVA DE POSTAS CON REAL
Que la curva de Postas con Real siempre nos regale momentos emocionantes, vibrantes y, a veces, de buen correr no es ninguna novedad. Es uno de los puntos del recorrido más bonitos de presenciar. Hoy ha vuelto a suceder. Los animales se han abierto mucho en la curva, al ir estirados, cada uno a un tiempo distinto. En medio de ese cruce de toros, los que se abrían y los que ya intentaban volver a la trayectoria, ha pasado un gran corredor navarro.
Expliquemos mejor lo que ha hecho, porque merece la pena. Al igual que los toros, él también se ha abierto en la curva. Pero, ojo, primero había intentado cruzarse delante del primer toro, sin éxito, no le ha dejado el morlaco. Lo ha vuelto a intentar con el segundo, en la misma curva, sin éxito también porque no había espacio. Así que, completamente por el exterior, por el lado izquierdo de la curva en dirección de la carrera, se ha subido a la acera para intentar adelantar a los toros. Y lo ha conseguido en una acción de absoluta fantasía. Increíble.
Así ha comenzado Real, con este mozo delante de los cuatro bureles que iban por el lado izquierdo. Delante de ellos ha realizado una carrera impecable, muy pegada al vallado izquierdo, sin salida porque le tapaban los bueyes, a la distancia precisa, con una colocación perfecta y de muchos metros. Realmente espectacular y bella la carrera de este buen corredor para iniciar la calle más masificada del encierro.
A partir de entonces, la corta manada se ha ido disgregando, los huecos se han abierto y hemos comenzado a ver un festín de carreras. Muchos mozos han podido disfrutar y nos han hecho disfrutar a los aficionados. Bonito. Eso sí, no han faltado los empujones y las caídas, demasiada gente, insisto.
El tramo de Estafeta ha traído el momento más tenso del encierro. Un corredor ha quedado atrapado entre un buey y uno de los toros, terminando en el suelo de forma aparatosa y provocando un efecto dominó de caídas. El incidente no ha pasado a mayores, y la carrera ha seguido la tónica que llevaba hasta que los animales han alcanzado la plaza de toros. La entrada al callejón y al ruedo ha transcurrido sin más contratiempos, permitiendo que la capea posterior se desarrolle con normalidad.
BUEN DEBUT DE LOS ENCIERROS BLANCOS
Este último encierro rápido, y lleno de emoción, ha dejado un magnífico sabor de boca entre corredores y aficionados. A pesar de que muchos habrían deseado ver seis toros en lugar de cuatro, la calidad de las carreras y la respuesta del público han confirmado el éxito de estos encierros blancos invernales, un formato muy interesante para conservar en las tradiciones de San Sebastián de los Reyes.
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